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lunes, 27 de diciembre de 2021

NAVIDAD 2021. JOSÉ. PADRE PUTATIVO DE JESÚS

 

José Luis Martín Descalzo, haciendo referencia al célebre escritor e historiador francés Daniel Rops, nos manifiesta que el Evangelio muestra un respetuoso silencio con José y "rodea su figura de sombra, de humildad y de silencio: se le adivina, más que se le ve". 

No sabemos con exactitud de donde era oriundo, pues algunos se inclinan en decir que era de Belén y otros prefieren señalar que nació en Nazaret. No obstante, es probable que de Belén fueran sus antepasados. 

Según el célebre teólogo austriaco, y de origen ucraniano, autor del libro José de Nazaret; Franz Jantsch, citado por Martín Descalzo, sitúa a José a la hora de su matrimonio con María entre los 40 y 50 años. Sin embargo, otros autores como el historiador estadounidense Jim Bishop cree que tendría unos 19 años. Algunos lo sitúan en los 25 años ya que esta era la edad con la que solían desposarse los varones palestinos de la época.

La tradición mantiene que su oficio era el de carpintero, aunque la palabra griega texvítns, con la que se designa su profesión, traducida literalmente significa artesano. La tradición cristiana basada en san Justino cree que José constuia yugos y arados, y Orígenes, san Efrén y san Juan Damasceno, se unen a esta creencia..

No obstante, en la Edad Media, san Isidoro de Sevilla, entre otros, le atribuyen ser herrero. Hemos de tener en cuenta que en un pueblo de la Palestina, como lo era Nazaret, de no más de cincuenta familias, donde escaseaba la madera y donde los muebles apenas existían, la carpintería representaría un medio de vida muy precario y de difícil subsistencia. Por estos motivos, muchos piensan que José era un trabajador de encargos eventuales, en donde podría en una ocasión reparar un tejado y otras veces arreglar un carro, o recomponer un yugo o un arado, y esta idea puede ser buena ya que se trataba de una región dedicada a la agricultura y ganadería. Lo cierto es que trabajaba humildemente para ganarse la vida.

La mayor sorpresa de este humilde hombre, no cabe la menor duda, fue cuando estando desposado con María y antes de que convivieran se entera que Ella estaba en estado. El ilustre teólogo Martín Descalzo opina como en José no se manifiesta ningún deseo de venganza. No obstante, está totalmente confuso.

La pregunta sería: ¿Creyó José en la culpabilidad de su esposa?. San Agustín, con gran realismo, dice que la juzgó adúltera. Y en esta misma línea se mantienen muchos padres de la Iglesia y algunos biógrafos.

Sin embargo, José reacciona lleno de ternura. Martín Descalzo es partidario de la idea de que José pensara que María había sido violada durante el viaje que realizó al pueblo palestino de Ayn Karim para visitar a su prima Isabel, y lo tuvo que hacer  por unos caminos llenos de vandidos y malvados.

La otra pregunta seria: ¿Pudo sospechar José que aquel embarazo viniera de Dios?. Algunos historiadores están de acuerdo con esta teoria y opinan que José envuelto en su humildad no se atreviera a vivir con el Mesías y su madre. Pero, es probable que esta hipótesis no fuera una realidad, pues no tiene suficiente apoyo que la justifique.

Algunos opinan que la primera reacción de José pudo ser la de guardar silencio, pero esta solución tampoco es fácil. San Mateo dice que José "era justo" y esto quiere decir en el sentir de los evangelios: cumplidor estricto de la ley. La ley mandaba denunciar a la mujer adúltera, a pesar de que ella no fuera culpable. Por otra parte, José no podía mantener un hijo ilegítimo en su estirpe de David.

Esta angustia debió durar varios días y Dios no terminaba de manifestarse. Martín Descalzo explica todo este entramado diciendo que el misterio se aclarará con un nuevo misterio. San Mateo en su evangelio dice que a José "en sueños se le apareció un ángel del Señor". 

José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. 

En el antiguo testamento era frecuente la acción de Dios a través del sueño. El ángel saluda a José como hijo de David y le indica que cuanto va a decirle le afecta no solo como persona sino como miembro de toda la estirpe.



BIBLIOGRAFÍA

MARTÍN DESCALZO, J.L. Vida y misterio de Jesús de Nazaret. Ediciones Sígueme. Salamanca, 1998

   

 No.E613 Natividad. 

De un original pintado por José Luis Mora Espinosa. Pintor con la Boca. 

Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie







    

lunes, 20 de diciembre de 2021

NAVIDAD 2021. MARÍA. MADRE DE JESÚS


 Sabemos, entre otras cosas, que la madre de Jesús se llamaba Miryam o María y que en hebreo significa excelsa o elegida. Era virgen y estaba desposada con un hombre llamado José. 

Siguiendo al Padre Martín Descalzo nos fijaremos en que estaba "llena de gracia" y que vivía permanentemente en la fe. 

Mujer elegida por Dios, invadida e inundada por Dios. Debió ser una niña misteriosa, donde el orar constituía su función principal, como respirar y vivir. Pero probablemente, ella no entendía con exactitud esta forma de ser y se sentiría como guiada o conducida.

Seguramente que en más de una ocasión pensó que pertenecía a la familia de David y que era la estirpe de donde saldría el Salvador. Pero no imaginaba cual sería su protagonismo en la profecía.

Ella no se opuso cuando los suyos decidieron desposarla con José, porque en la cultura del pueblo palestino no podía oponerse a la voluntad de sus padres. El saber que era José el elegido debió tranquilizarle porque conocía que era un buen muchacho, ya que en Nazaret se conocían todos. Algunos piensan que debía tener unos 13 o 14 años de edad, ya que era la edad con que solían desposarse las mujeres de aquella época, en Palestina.

José, el elegido para esposo, era un hombre justo y temeroso de Dios, y de su misma forma de vivir. Tendría la edad con la que solían desposarse los jóvenes palestinos de su tiempo, alrededor de 25 años. 

En una Palestina invadida y sometida al poder de Roma, todos esperaban el momento de la liberación y pensaban que con la llegada del Mesías, de un modo u otro, el mundo cambiaría de forma radical.

Mientras tanto; la esperanza estaba alimentada en la palabra de Dios, comprendida en las profecías y salmos. María, no cabe duda, de que conocía perfectamente las escrituras y de esta forma cuando el ángel le comunica que el Niño heredará el trono de David, su padre, y que reinará sobre la casa de Jacob, lo entiende perfectamente. Más tarde, en el Magnificat improvisará un canto con frases del antiguo testamento. 

La historia más trascendente de la humanidad comienza con un ángel y una muchacha. El ángel se llamaba Gabriel y la muchacha María. Ella con apenas 13 o 14 años, como hemos referido, mientras que el ángel no tiene edad. Los dos estarían muy desconcertados. Ella porque no acababa de entender lo que estaba ocurriendo y Él porque conocía muy bien que con sus palabras estaba abriendo el capítulo más importante de toda la Historia de la Humanidad. Esta escena ocurría en Nazaret, a 50 Km. al norte de Jerusalén.


BIBLIOGRAFÍA

MARTÍN DESCALZO, J.L. Vida y misterio de Jesús de Nazaret. Ediciones Sígueme. Salamanca, 1998



La Anunciación. De la pintura de  Leonardo da Vinci. Lámina. Propiedad del autor. 







 


  

  .        

lunes, 13 de diciembre de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

 

EDAD MODERNA

 HOSPITLALIZACIÓN EN CÁDIZ

HOSPITAL DE LA MISERICORDIA

Tenemos noticias de la existencia de este centro hospitalario en el año 1613. Estaba situado en la Plaza de la Corredera y era regentado por la Orden de San Juan de Dios, siendo la capacidad inicial de veinte camas para ir aumentando su volumen a través del tiempo.

 El historiador Horozco se refiere a éll en los siguientes términos: “Solamente ay un hospital que se intitula de la Misericordia, aquel que se ha dicho está en la plaza pública. Curánse  en el los heridos i toda suerte de enfermos de la ciudad i de las naos, con el cuidado i regalo que el enfermo puede desear i cuanto se hace en cualquier otro hospital, sustentando lo principal dello de las limosnas que se recogen… Sirven en él de pocos años a esta parte, quatro hermanos de los que siguen la hospitalidad que fundó el Santo hermano Joan de Dios en la ciudad de Granada, i con ellos un capellán que administra los Sacramentos a los enfermos, i dice misa cada día”.

HOSPITAL NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN U HOSPITAL DE MUJERES

Era el año de 1634 cuando la beata Antonia de la Cruz con sus terciarias carmelitanas, atendían a los enfermos en una casa del barrio del Pópulo. Posteriormente, un personaje ilustre, procedente de la región vizcaína, el capitán Diego de Aguirre, otorgó en su testamento una importante cantidad de dinero con la que se pudo comprar unas casas en la calle de la Carnicería del Rey, las cuales se destinaron a este fin humanitario.

Fray Jerónimo de la Concepción cuenta que con la ayuda de las limosnas de los gaditanos, en 1647, se dispuso de iglesia y hospital, quedando este bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen.

Con el tiempo el hospitalillo quedó insuficiente y fue necesario adquirir un local frente a la calle de la Cuna.

HOSPITAL DEL REY

Se sabe que en la primera mitad del siglo XVII existió un hospitalillo para atender a la Armada y Ejército, el cual estaba a cargo del Reverendo Padre Fray Pedro de Magallanes. Estaba situado en el centro de la ciudad y se había hecho pequeño por lo que el padre Magallanes había solicitado al gobernador la agregación de unas casas inmediatas al centro.

REAL HOSPITAL DE MARINA

En el año 1632, el cabildo de Cádiz toma conciencia de los enormes problemas sanitarios existentes en la ciudad, haciendo referencia a los soldados de la Armada del Mar Océano, los cuales quedan “derramados por las calles” por encontrarse los hospitales llenos.

Como hemos visto, existía un hospital para la armada y ejército, pero era del todo insuficiente. Se acordó la construcción de un nuevo centro hospitalario en un lugar llamado del “Campo Santo”, situado en la parte de Poniente y no lejos del  castillo de Santa Catalina. En este lugar habían sido enterrados las victimas de la epidemia de peste del año 1648 que habían sido unas doce mil personas. En el lugar había una ermita dedicada al Santo Ángel de la Guarda.

En el año 1669, el ayuntamiento gaditano acuerda la donación de mil ducados de vellón para las obras.

En 1679, el edificio está acabado y en esta ocasión el ayuntamiento contribuirá de nuevo, concediendo la prestación de encargarse de la ampliación del terreno para la creación de una huerta con alberca y noria, debiéndose también abrirse un pozo.

Surge una nueva epidemia en 1681 y el hospital cede algunos cuartos altos para los enfermos de la población.

Entrando el siglo XVIII se suceden varias ampliaciones y mejoras. El intendente Patiño, en las ordenanzas de mayo de 1728 se refiere a la creación de los cuerpos de Armada y entre ellos el de los cirujanos. El nuevo jefe del cuerpo es Juan Lacomba quien agrupará a los cirujanos en este centro hospitalario y comenzará una enseñanza teórico-práctica de la cirugía, ocupándose también de la medicina.

Desde 1721 el Real Hospital de Marina se había visto obligado a echar mano de los religiosos de San Juan de Dios, ante el escaso número de cirujanos de marina para cubrir los buques de las escuadras.

De 1750 a 1757 se lleva a cabo una ampliación solicitada por el nuevo jefe del cuerpo de cirujanos, Pedro Virgili.

La cabida del hospital era de 492 enfermos desde 1742 y quedaban distribuidos de la siguiente manera:

Salas de Medicina: Soledad, Encarnación, Cruz, Concepción, San Antonio, San Diego, San Elías. Un cuarto agregado.

Salas de Cirugía: Cruz, Encarnación, San Miguel, San Juan, Santiago, San José, San Francisco. Un cuarto agregado.

HOSPITAL MILITAR DE LA  ARMADA PROVISIONAL DEL CASTILLO DE SANTA CATALINA

Entre 1778 y 1779 se usó como hospital de unciarios. En épocas posteriores se volvió a utilizar para fines distintos

HOSPITAL MILITAR DE LA  ARMADA PROVISIONAL DE LA BOMBA

En 1779, con motivo de la llegada de una escuadra francesa se utilizó un hospital con este nombre situado en la zona más occidental de Cádiz.

 

BIBLIOGRAFÍA

BUSTOS RODRÍGUEZ, M. “Crónica histórica de las epidemias en Cádiz”. 

Andalucía Información, andaluciainformacion.es. 3-4-20.

CLAVIJO Y CLAVIJO, S. La trayectoria hospitalaria de la Armada española. 

Editorial Naval. Madrid, 1944.

ROCA NÚÑEZ, J.B. Los otros de Trafalgar.  

Publicaciones del Sur Editores. Sevilla, 2011.

RAMÍREZ MUÑOZ, F.J. El Hospital de la Segunda Aguada. 

Diputación de Cádiz. Cádiz, 2013.

RODRÍGUEZ, J.C. “Las epidemias de nuestra historia”. 

Diario de Cádiz. Diariodecadiz.es. 15 de marzo de 2020.

 

 


                Vista de la plaza antes de la construcción del Hospital de San Juan de Dios

Salvador Clavijo y Clavijo. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en la Marina de Guerra de España. Tipografía Artistíca. Madrid. 1950; 209. Fig. 82

Plaza de San Juan de Dios en el siglo XIX. En el ángulo izquierdo aparece la fachada del Hospital. Lámina distribuida por Unicaja.


Patio del Real Hospital de Marina. Salvador Clavijo y Clavijo. La Trayectoria hospitalaria de la Armada española. Editorial Naval. 
Madrid. 1944; 61. Fig. 9

 

 

miércoles, 8 de diciembre de 2021

INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA



 



DIOS TE SALVE MARÍA

MADRE DE DIOS. MADRE MÍA

ERES LA PATRONA DE ESPAÑA

DE SU GLORIOSA INFANTERÍA


INMACULADA CONCEPCIÓN DE MURILLO. COPIA ANÓNIMA






lunes, 6 de diciembre de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

 EDAD MODERNA

HOSPITALIZACIÓN EN EL PUERTO DE SANTA MARÍA

HOSPITAL DE SANCTI SPIRITUS Y SAN TELMO

En 1514, el presbítero Diego de Ossea u Ojeda crea un refugio para enfermos. En 1525, consultados los entierros que hubo de enfermos fallecidos en este centro se descubre que fue “hospital de mareantes”.

CASA HOSPITALARIA DE SAN JUAN DE RODAS

Aunque hay escasa referencia, pudo existir este centro de 1516 a 1537 para atender a aquellos enfermos de la cofradía creada por los integrantes de las galeras.

HOSPITAL DE GALERAS DE SAN JUAN DE DIOS

Clavijo afirma que hay referencias, aunque inciertas, de la existencia de un hospital real de galeras con destino a sus dotaciones. Estaría situado al principio en una casa particular y posteriormente pudo fundirse con el de Santa Lucía.

HOSPITAL DE SANTA LUCIA

Funcionó de 1587 a 1596 un “Ospital de Galeras” fundado por el hermano Amador de Orellana de la orden de San Juan de Dios, donde era atendido el personal de las galeras.

El hermano Orellana va a utilizar parte de la ermita de Santa Lucia para atender a toda “gente que anda en servicio del rei nuestro señor, por ser este puerto donde acuden todos, así por mar como por tierra, de los que asta aquí se an curado en el dicho ospital munchos de ellos”.

HOSPITAL DE SAN JUAN DE LETRÁN

La “Hermandad o Cofradía de la Piedad y Caridad” fue creada por las dotaciones de las galeras; generales, oficiales y marineros, en el año 1563, cuya finalidad consistía en socorrer y curar a sus enfermos. En 1569, tuvo el reconocimiento del Papa Pio V quien nombró “capellanes mayores”. La hermandad intentó crear cuatro hospitales. Se construyó la capilla de San Juan de Letrán que en 1570 obtuvo el privilegio de Basílica y en 1625, en una casa pegada se toma una cuarta parte del edificio para hospital, con la contribución de los donativos de la gente embarcada. En 1627 se concede la autorización de agrandar el edificio, creándose una nueva sala de cirugía.

Según escritos, el Hospital de San Juan de Letrán comenzó a funcionar el año 1622 y en 1630 hay testimonio de estar instalado “el hospital de la gente de guerra de las galeras en San Juan de Letrán”      

El 30 de octubre de 1650 es nombrado capellán del hospital el licenciado don Alonso de Herrera, el cual además de tener las llaves del sagrario debía vigilar la comida, las camas y limpieza, dando cuenta de ello al veedor general.

El funcionamiento del centro va a regirse por la instrucción dada el 23 de noviembre de 1653, la cual especificaba que cuando el protomédico y el cirujano pasen visitas había que tocar a campanilla de la enfermería para que acudan el capellán y el mayordomo con la finalidad de ver lo ordenado y se haga ejecutar. Deben estar presentes el enfermero y el barbero para saber lo ordenado.

Los enfermos convalecientes tenían el desayuno a las 7 horas en verano y a las 8 horas en invierno. El almuerzo era a las 10 en verano y a las 11 en invierno. La cena a las 6 en verano y a las 5 en invierno.

El mayordomo daba cuenta al capellán de las compras de carbón, leña y otros utensilios. Así mismo, el padre mayordomo se encargaba de recoger las ropas de los enfermos y las armas de los soldados que las devolverían al ser dados de alta. Debía pesar la carne de la cocina y comprobar la cantidad comprada.

Al entrar los enfermos en el hospital debían confesarse. El capellán y padre mayordomo debían estar pendientes de la llave del sagrario para que en caso de necesidad poder administrar los Santos Sacramentos.

HOSPITAL PROVISIONAL DEL CUARTEL VIEJO DEL CAMPO SANTO

En 1779, con el objeto de descongestionar la hospitalización militar de Cádiz, donde se había acumulado un gran contingente de tropas debido a la guerra con Inglaterra, el intendente Francisco Rancés trata de obtener el adecuado traslado de enfermos y heridos al Puerto de Santa María y de este modo se utilizará este hospital provisional instalado en un antiguo pabellón de artillería, capaz de albergar 400 enfermos, distribuidos en nueve salas.

HOSPITAL PROVISIONAL DEL HOSPICIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

En 1783 la escuadra francesa fondeada en la bahía de Cádiz y va a utilizar para sus enfermos y heridos este hospital provisional.


BIBLIOGRAFÍA

CLAVIJO Y CLAVIJO, S. La trayectoria hospitalaria de la Armada española. 

Editorial Naval. Madrid, 1944.

Restos del edificio del Hospital de San Juan de Letrán. Puerto de Santa María a mediados del siglo XX.

Salvador Clavijo y Clavijo. La Trayectoria Hospitalaria de la Armada española. Editorial Naval. Madrid. 1944; 39. Fig.4 

lunes, 29 de noviembre de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

 EDAD MODERNA

A mediados del siglo XVII, el Puerto de Santa María había reemplazado a Sanlúcar de Barrameda en la sede de la Capitanía General del Mar Océano y durante este siglo y el siguiente se convierte en invernadero de las galeras reales, siendo la base de importantes expediciones navales. Con la desaparición en el Puerto de la flota de galeras, por haberse trasladado al Mediterráneo, Cádiz se constituye en cabeza del Departamento Marítimo.

En 1596 la ciudad de Cádiz había sufrido el saqueo e incendio de los ingleses y a principios del siglo XVII se promueve su reconstrucción. Se asegura su defensa con la construcción de murallas, castillos y baluartes. Ello conlleva la afluencia de tropas del ejército y armada.

En 1750, José Patiño piensa en la necesidad de trasladar el Departamento a una localidad cercana, con el fin de liberar la ciudad de Cádiz de la aglomeración de la población militar que se había instalado en ella y que de este modo entorpecía el tráfico comercial de la capital. Elige al célebre oficial de la Armada Jorge Juan para realizar un estudio que muestre la mejor ubicación dentro de la bahía gaditana. En un principio se piensa en Puerto Real, pero existe el grave problema de la carencia de manantiales, quedando amenazado el aprovisionamiento de los navíos.

En 1769, el Baylío Julián de Arriaga y Ribera, secretario del Despacho de Marina, participa a los regidores de Cádiz desde Aranjuez, donde se encuentra S.M. el Rey, el traslado de los cuerpos de Marina a la Isla de León.

Cuando a comienzos del siglo XVIII aparece el navío de línea, aumentando la importancia de las flotas navales, y coincidiendo con la imperiosa necesidad de España de asegurar la supervivencia de sus colonias de ultramar, surge la idea de crear arsenales en los Departamentos marítimos y se le encarga a Patiño su desarrollo. El arsenal asegura la construcción y reparación de buques, así mismo como el suministro de pertrechos, municiones, materiales y todo tipo de género necesarios a los navíos de la Armada de S.M.

Se elige un lugar que es profundo y que además es abrigado dentro de la bahía gaditana, cruzado por numerosos caños e invulnerable tanto por mar como por tierra. Se le llamará Arsenal de la Carraca y formará un conjunto aislado al que hay que llegar por medio de embarcaciones. Había dos puertas de acceso; la “Puerta del Mar” o de San Fernando, en la que puede leerse una inscripción que dice: Tu regere imperio fluctus, Hispane memento (Acuérdate España, que tu registe el imperio de los mares). La otra puerta era la “Puerta de Tierra” o de San Carlos en la que hay una inscripción que dice: Reinando Carlos IV año de 1796. 

En el año de 1755, el cirujano mayor de la Amada Pedro Virgili había expresado al Intendente General estar “fabricando” en la Carraca un hospital provisional

Por una puerta se accedía al Almacén general. En 1771 se había construido una iglesia que fue destruida posteriormente para ser reconstruida en 1791.

En la Cacería de Ossio, frente a la bahía, se creó una gran panadería destinada al aprovisionamiento de los buques y fue arrendada una industria de víveres, la cual contaba con almacén, diez hornos, ocho naves grandes y diecinueve medianas, para la misión de almacenar pan, galletas, carnes, menestras y vinos. Además, tres grandes pozos de norias para las aguadas.

Cuando surge el problema de albergar dependencias y oficinas se acuerda que lo mejor es buscar una zona adecuada donde colocarlas. El arqitecto de cámara de S.M. Francesco Sabatini, tiene un proyecto basado en una planta pentagonal, pero surgen dificultades económicas. Se piensa, a continuación, en un paralelogramo y la nueva población llevará el nombre de San Carlos, en memoria del soberano Carlos III que había decretado su construcción.

En 1769 se han trasladado a la Isla de León las tropas de batallones de marina y posteriormente lo harán las brigadas de artillería. Los primeros, tuvieron que alojarse de forma provisional en el Castillo de la Puente hasta que en 1785 se ordenó la construcción del Cuartel de Batallones en la nueva población de San Carlos, aunque las obras no estuvieron finalizadas hasta 1803.

Con el traslado del Departamento surge la necesidad de tener próximos un observatorio y casa de astronomía y se elige para su instalación un terreno en el lugar conocido como “Pago o Cerro de Torre Alta”.

En 1762 se había centralizado la jurisdicción eclesiástica castrense y con el traslado del Departamento a la Isla de León aparece la necesidad de contar con una parroquia. Había un hogar-escuela perteneciente a la orden de San Francisco y se les propone a estos frailes el ocuparse del servicio religioso de la Armada. Debido a la falta de recursos, la iglesia tuvo que sostenerse al principio con limosnas del personal de Armada y del fondo correspondiente al sufragio de difuntos.          

BIBLIOGRAFIA

BLANCA CARLIER, J.Mª. La Marina en Cádiz. Cádiz, 1987.

ROCA NÚÑEZ, J.B. Los otros de Trafalgar. Publicaciones del Sur Editores. Sevilla, 2011.

WIKIPEDIA. "Historia de Cádiz", wikipedia.org/wiki. 2 de mayo y 3 de junio de 2021.


lunes, 22 de noviembre de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

 CÁDIZ CASTELLANA

MEDICINA CASTELLANA. LA SANIDAD MILITAR

Para un mejor entendimiento de la medicina medieval podemos recurrir al aforismo latino “ubi desinit phisicus, ibi medicus íncipit”. “donde termina el filósofo natural, comienza el médico”. Ello pondrá de manifiesto la relación existente entre la medicina y filosofía, entendida esta última como ciencia y ocupándose de los principios de la naturaleza.1

El médico medieval emplea como métodos diagnósticos la inspección del paciente y el examen de la orina. Se insiste mucho en la importancia de la dieta como tratamiento de todo tipo de enfermedad. De este modo; los caldos, los huevos, y la leche, constituirán la alimentación básica que va a reparar la salud. La farmacopea estaba compuesta principalmente por plantas que presentaban distintas propiedades, bien como laxantes, astringentes, diaforéticas, o diuréticas. Pero muchos utilizaban procedimientos mágicos como el recitar algunos versos elegidos para la preparación de los medicamentos. Hay una mezcla de botica, alquimia y astrología.  

La cirugía se empleaba en urgencias para tratar heridas, fracturas, abscesos, y situaciones dolorosas. Los procedimientos quirúrgicos eran: amputar, cortar, cauterizar y sangrar. La sangría era hecha por el minitrante o maestro sangrador o bien por el barbero. Este último estaba además capacitado para entablillar una fractura, reducir dislocación de articulaciones o bien para extraer muelas. En ocasiones, se efectuaban intervenciones más importantes como operación de cataratas, reducción de hernias o extracción de piedras de la vejiga. Llegó a suturarse heridas con el empleo de cabello humano.2

El enfermo de la Edad Media podía disponer de tres tipos de profesional sanitario: El médico universitario con formación galénica o arabista; el cirujano o barbero, carente de formación universitaria; y el curandero. En las ciudades la figura más importante era la del barbero que hacia las funciones de cirujano menor y también aplicaba cataplasmas, empleaba las plantas como medicina.

El conocimiento de la medicina se centraba básicamente en textos griegos y romanos, guardados sobre todo en los monasterios. Los hospicios con el tiempo se van transformando en los hospitales, los cuales son administrados por órdenes religiosas. Durante esta Edad Media se produce la separación de la medicina y la cirugía. Los cirujanos medievales utilizaban el vino como antiséptico y sustancias naturales como anestésicos. Es el caso de la mandrágora, opio y cicuta.3

En la sanidad militar han aparecido los llamados “hombres buenos” quienes curan y reparten el botín. Los apotecarios aparecen con Alfonso X y tienen como misión acompañar a la tropa, llevando los ungüentos y las vendas. Con Fernando III se había comenzado a emplear tiendas para heridos quienes en anteriores ocasiones eran acogidos en conventos y posadas, y las órdenes militares se van a encargar de esta labor.

La medicina militar naval había adquirido auge en el reino de Aragón. Así, Pedro III en las ordenanzas de 1267 manifiesta que los cirujanos son necesarios en tiempos de guerra y además precisa: “deben dormir en nuestras tiendas o donde Nos estemos”. Los quiere “entendidos y  prácticos” y que además embarquen con los “instrumentos propios de su oficio” y con “medicinas buenas y frescas”.

Según algunos autores; la sanidad naval de Aragón en tiempos de Jaime I y Jaime II, así como la de Castilla en tiempos de Alfonso X, fue diseñada por Arnaldo de Vilanova4 quien fue un ilustre médico y teólogo nacido en Valencia, cursando estudios de medicina en Barcelona, Montpelier y Salerno.   

Las marinas de guerra de los diferentes reinos peninsulares se habían constituido en torno a la galera porque esta aseguraba un instrumento fundamental en los combates navales y las escuadras. A semejanza de los enfrentamientos en tierra, precisaban un sistema de atención médico-quirúrgica con el fin de cubrir la asistencia a las bajas producidas en estos combates. En el reino de Aragón, en las ordenanzas redactadas por Bernardo de Cabrera en 1354 puede leerse: “El médico o cirujano, uno por galera, debe embarcar las herramientas de su oficio, y tiene salario para cuatro meses, quince libras barcelonesas”.5

En la organización sanitaria de las galeras estaba previsto que hubiera una plaza de barbero y también otra para un cirujano. Habitualmente solo estaba cubierta la primera, pero en determinadas circunstancias embarcaban ambos en compañía de un médico y de un boticario. El barbero se encargaba de rapar a navaja el pelo y las barbas de los remeros, estando auxiliados por unos ayudantes llamados “barberotes” quienes eran reclutados entre forzados y esclavos. También se encargaban del cuidado de heridos. Pero los cirujanos también ejercían el oficio de barbero. Los médicos atendían a un conjunto de galeras.

Se llegó a constituir los empleos de Protomédico, Cirujano Mayor y Boticario de las galeras. El Protomédico era el encargado de examinar a los aspirantes a médicos, cirujanos, boticarios y barberos de las galeras.6

En las partidas de Alfonso X se hace referencia a la higiene naval. De este modo en la Partida II, título XIV, aparecen los siguientes párrafos:

“… como deben ser guisados los navíos de homes et de armas et viandas…” “ Et otrosi deben traer mucha vianda, así como vizcocho, que es pan muy ligero de traer porque se cuece dos veces et dura mas que otro et non daña; et deben levar carne salada, et legumbres, et queso, que son cosas que muy poco dello gobierna mucho a los homes, et ajos et cebollas para guardallos de corrompimento del aire de la mar et de las aguas dañadas que beben…” “Otrosi deben levar agua dulce la mas que puedan…” ” …el vinagre deben otrosi levar que es cosa que le templa en sus comeres et para beber con el agua cundo hubiere gran sed…”  “…la sidra et el vino como quiera que los homes lo usan mucho, son cosas que embargan el seso, lo que non conviene en ninguna manera a los que han de guerrear sobre el mar…”7  

En las ordenanzas navales de Aragón queda claro la misión del personal de sanidad y se establece que “cuando una vez las galeras se embistan, el cirujano o barbero y sus ayudantes deben hallarse bajo cubierta para el auxilio de los heridos, con la estopa, vendas y herramientas…”8 Se habla de la necesidad de desembarcar los enfermos: “…E non puede estar en la nao en tanto esté flaco…”9

A finales del siglo XIII aparecen las cofradías de los navegantes con la misión de ayudar al marino necesitado y en especial aquellos que no pueden continuar soportando la dura vida de la mar, bien por enfermedad, edad o bien por alguna minusvalía contraída durante su profesión

No obstante, la Marina carecía de hospitales y los enfermos eran alojados en casas particulares. Siguen apareciendo cofradías de la gente de mar como la Cofradía de los Mareantes en Sevilla y toman el nombre de cofradías de la Piedad y Caridad, en las que destacan los puertos de Cádiz y Cartagena. En la Coruña aparece “El gremio de los mareantes”.10


1). Zuccolin, G. 2017.

2). Rodríguez Cabezas, A. Rodríguez Idígoras, Mª. I. 1996; 62.

3). Flores Ruiz et al. 2014; 29.

4). Foro Militar en Melilla. 2006. Campos Diez, Mª. S. 2012.

5). Gracia Rivas, M. 1995; 161.

6). Gracia Rivas, M. 1995; 157-178.

7). Clavijo y Clavijo, S. 1925; 15. Novo López, J.E. 1989; 27-28.

8). Clavijo y Clavijo, S. 1941; 23.

9). Clavijo y Clavijo, S. 1941; 23.

10). Novo López, J.E. 1989; 27-32.


BIBLOGRAFÍA

CAMPOS DIEZ, S. "Historia de la Sanidad Militar". Foro Militar de Melilla, 2006; I Universidad de Castilla-La Mancha, 2012.

CLAVIJO Y CLAVIJO, S. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. Tipografía Fernando Espín PeñaSan Fernando (Cádiz), 1925.

CLAVIJO Y CLAVIJO, S. Revista General de Marina. Suplemento, 1941.

FLORES RUIZ, M.A. MARTÍNEZ VILLAR, M.A. VALDEÓN ARÉVALO, F.J.

La Medicina a través de los tiempos. La Edad Media. Fundación Centro Médico Chiclana. Cádiz, 2014. 

GRACIA RIVAS, M. La Sanidad Naval Española. E.N.B. Barcelona, 1995.

GRACIA RIVAS, M. "La asistencia sanitaria a bordo de los buques". 

Universidad Internacional Menéndez Pelayo, 1995.

NOVO LÓPEZ. J.E. Evolución Histórica de la Medicina Naval. 

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RODRÍGUEZ CABEZAS, A. RODRÍGUEZ IDÍGORAS, Mª.I. 

Historia Ilustrada de la Medicina. Editorial Algazara. Málaga, 1996.

WIKIPEDIA. "Sanidad Militar Española". wikipedia. org/wiki. 5 de diciembre de 2011.

ZUCCOLIN, G. "Medicina Medieval". Investigación y Ciencia. 

Edizconi del Galluzzo, 2017.


 

Examen de la orina. Luis de Caralt. El Diario de la Medicina. Barcelona. 1963;86


Escuela de Traductores de Toledo. Luis de Caralt. El Diario de la Medicina. Barcelona. 1963; 88


Botica medieval. Luis de Caralt. El Diario de la Medicina. Barcelona. 1963; 96


Manuscrito medieval. Un profesor enseña a sus alumnos los aforismos hipocráticos. Medicina. La Historia de la curación. John Cule. "La Historia de la Medicina". 2002; 21


Hospital medieval. Medicina. La Historia de la curación. Ann Dally. "El desarollo de la Ciencia Médica Occidental". 2002; 49

Caballero de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. Orden de Malta o de Rodas

Luis de Caralt. El Diario de la Medicina. Barcelona. 1963; 99

lunes, 15 de noviembre de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

 CÁDIZ CASTELLANA

EJÉRCITO CASTELLANO

El monarca tenía la doble misión de dirigir y convocar al ejército, constituyéndose de este modo en su jefe supremo. Exceptuando la milicia naval, dicho ejército no era un cuerpo armado de forma permanente. Durante todo lo largo del agitado e incierto siglo XI habían surgido las escogidas guarniciones de los castillos con la principal misión de encargarse de toda la vigilancia y guardar la seguridad.

A finales de la Baja Edad Media surgen las órdenes militares con la doble condición de institución religiosa y militar, desapareciendo las milicias señoriales y se mantienen siempre los mercenarios, pero junto al reclutamiento forzoso. Durante toda esta Baja Edad Media la estructura del ejército estaba formada por tropas a caballo que pertenecían a la nobleza y también tropas a pie o de infantería correspondiente a las clases sociales inferiores. 

Los oficiales militares más relevantes eran: Almirante, creado por Fernando III, encargado de la doble misión de la defensa y de la buena expansión marítima, constituyéndose de este modo en la máxima autoridad naval mientras que el Condestable era el jefe supremo del ejército de tierra y podía actuar en sustitución del Rey. También administraba justicia y le seguía el Mariscal.

En cuanto a la deseada composición del ejército nos encontramos con los arqueros que podían disparar más de doce flechas por minuto y algunos podían ir a caballo, desmontando antes de disparar. La caballería pesada como fuerza ideal de choque y la caballería ligera en la que los jinetes llevaban menor protección, consistiendo su finalidad principal en desplazarse con agilidad sobre el territorio enemigo. Los ballesteros eran los que manejaban la ballesta. Los peones llevaban fuertes corazas sobre el torso, generalmente de cuero endurecido y podían estar reforzadas con placas de metal. Algunos, sobre todo los más combatientes, llevaban escudo de mano. Los lanceros portando una pequeña lanza.

MARINA MILITAR CASTELLANA

Debido a los repetidos ataques de la piratería que asolaba las poblaciones costeras surge la necesidad de crearse una fuerza naval. A finales del siglo XII y principios del XIII, una vez que las costas del norte habían quedado limpias de piratas, se inicia una fuerte actividad comercial en el Atlántico y se conceden fueros a las poblaciones costeras.

En el reinado de Fernando III comienzan las operaciones navales importantes. Las naves castellanas intervienen en la conquista del reino de Murcia y rendición de Cartagena en el año 1245. En la toma de Sevilla en 1248. Estas dos conquistas proporcionan a la marina de Castilla el hecho de poseer una fuerza marítima en el Mediterráneo y obtener de este modo una adecuada salida en el Atlántico a través del Guadalquivir.

Alfonso X crea el almirantazgo con atribuciones al Almirante de Castilla. Crea atarazanas o arsenales para construir, guarecer y reparar navíos. Se manda traer madera de los mejores bosques. Se crea un cuerpo de oficiales llamados cómitres y cada uno de ellos estaban obligados a embarcar cinco hombres y algunas armas. En 1254 aparece la figura del almirante. El botín se repartía entre el rey y los tripulantes. 

El Fuero de Sevilla habla de la existencia de un barrio de la mar con jueces y fiscales, así como un servicio militar de la mar. En 1272 fue creada la Orden de la Estrella u Orden de Santa María de España, dedicada a los asuntos de la mar, como defensa de las costas recién conquistadas y participación en la expansión africana. En 1280 se integra en la Orden de Santiago. Además de la lucha contra los musulmanes en el Estrecho de Gibraltar, la flota castellana proyecta acciones frente a Portugal, Inglaterra y Aragón.

En la llamada “Batalla del Estrecho” quedó asegurada la conexión entre el Mediterráneo y Atlántico que logra extender el comercio e impide el desembarco de fuerzas musulmanas de refuerzo. La marina de Alfonso XI conquista todas las plazas que controlan el Estrecho, comenzando por Gibraltar.

La flota fue aumentando. A las órdenes del almirante y cómitres estaban los tripulantes y entre ellos los naocheros o pilotos, encargados de conducir la embarcación, y los sobresalientes u hombres de armas entre los que estaban los proeles y alieres, según el lugar que ocupaban en el combate. Por debajo de ellos estaban los galeotes, remeros y soldados embarcados.

Las embarcaciones eran la galera o galea y la nave o nao. Los veleros eran naves, carracas, balleneras, pinazas y carabelas que eran propias del Atlántico. Las embarcaciones mixtas propias del Mediterráneo eran galeras y galeotas, taridas, saetías, serantes, leños y fustas.

Las armas empleadas podían ser objetos arrojadizos bien lanzados a manos como dardos, piedras y saetas o con propulsores como las ballestas. También se empleaban armas blancas como cuchillos, puñales, espadas, hachas, lanzas o ferramiles. Empleaban distintos medios: cal para cegar al enemigo, jabón para hacerle caer, fuego de alquitrán para quemar los navíos, trancas con cadenas para prenderlos. Elementos de protección: lorigas, lorigones, pespuntes, corazas, escudos, yelmos.


BIBLIOGRAFÍA

AZNAR VALLEJO, E."La guerra naval en Castilla durante la baja Edad Media". Universidad de la Laguna. 

www.reseachgate.net 19 de noviembre de 2015.

GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, P."Soldados de un ejército medieval". 

Renovatio Medievalium. 19 de septiembre de 2017.

NAUJOEL."El Ejército y su organización en la Edad Media". 

Derecho Uned.derechouned.com 19 de junio de 2019.

PIÑA RODRÍGUEZ, F.J. "La Marina de Guerra y su armamento en la Baja Edad Media: El caso de las coronas de Castilla y Aragón". Facultad de Humanidades de Albacete. Humanidades y Estudios Sociales, 2017.

lunes, 8 de noviembre de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁIZ

 CÁDIZ CASTELLANA

En el año 1262, el rey Alfonso X El Sabio que ya había realizado con anterioridad incursiones a lo largo de toda la vasta extensión de la provincia gaditana, consigue a continuación la hazaña de poder conquistar Cádiz y comienza a repoblarla con gente traída del norte de la Península, concediendo privilegios a la ciudad. Comienza un intenso comercio con África, al tiempo que el  monarca castellano solicita al Papa Urbano IV el establecimiento de la diócesis de Cádiz y sucesivos monarcas continúan otorgando privilegios.

Entre 1400 y 1440 el puerto de Cádiz se convierte en escala de las naves genovesas de gran tonelaje que realizan la travesía entre la península itálica y el Mar del Norte. La ciudad pasa a ser controlada por la familia Ponce de León hasta 1492 en que vuelve a la corona, en tiempos de los Reyes Católicos.

Se había establecido una dependencia señorial en la provincia gaditana, en donde la familia de los Guzmán, duque de Medina Sidonia, controlaban Sanlúcar de Barrameda, situada en la desembocadura del rio Guadalquivir, y sus posesiones se extendían en en el año 1470 a las villas y lugares próximos de Chiclana, Conil, Vejer y Barbate. Además, Medina Sidonia y Jimena de la Frontera. Los Ponce de León,  eran condes de Arcos y poseían Rota desde 1439. Los La Cerda, condes de Medinaceli, poseían el Puerto de Santa María, y Tarifa se encontraba vinculada a los almirantes mayores de Castilla que desde el principio del siglo XV recaía en los Enríquez y después pasó al linaje de Saavedra.


BIBLIOGRAFÍA

SÁNCHEZ SAUS, R."Dependencia Señorial y Desarrollo urbano en la Andalucía Atlántica. Cádiz y los Ponce de León en el siglo XV. Universidad de Cádiz. 2005

SPÍNOLA,C.et al. La Provincia de Cádiz Pueblo a Pueblo. 

Junta de Andalucía. Diputación de Cádiz, 1995

 WIKIPEDIA. "Historia de Cádiz". wikipedia.org./wiki 

 2 de mayo de 2021

lunes, 1 de noviembre de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

 CÁDIZ ÁRABE

MEDICINA ÁRABE. LA SANIDAD MILITAR

Podemos decir con rigor que los médicos árabes constituyeron una verdadera clave en la supervivencia y una buena progresión de la medicina antigua. Durante sus conquistas tuvieron la oportunidad de realizar contactos con las medicinas importantes como la siria, la persa y también la judía. Además; comienzan a realizar notables aportaciones tanto clínicas como terapéuticas. Son expertos en la presentación de medicamentos en diversas formas como los elixires, las píldoras, los jarabes, los linimentos, los colirios y también los emplastos. Dominaron diversas técnicas de laboratorio como la destilación, la fusión, la sublimación, la catálisis, y también la determinación de las densidades.

Emplean el alcohol y los álcalis. Surge la alquimia, origen de la química, dedicada a los medicamentos. Separan la Medicina de la Cirugía y de la Farmacia. Los ejércitos árabes durante la dinastía de los Omeya utilizaron hospitales, donde estaban separadas estas profesiones.

Para probar los conocimientos de los que aspiraban a ejercer la medicina había un examinador y más tarde se constituyó el Colegio de Sabios. En el siglo XI se introduce la figura del Mohtaseb quien es una especie de ministro de sanidad.1   

Se conoce la presencia de médicos en los ejércitos árabes y la existencia de normas de atención a heridos y enfermos en campañas. Sin embargo, al principio no existía un servicio sanitario y tan solo acompañaban al grueso de las tropas unos individuos experimentados en extracción de los dardos quienes también aplicaban ventosas. Pero se va mejorando la organización del ejército y se van a crear los servicios sanitarios. En la retaguardia ha jinetes para la recogida de heridos y enfermos.

Un médico militar destacado fue Avicena o Abu Ali Ibn Sina quien prestó sus servicios en la batalla de los Cuervos y cuenta la utilización de un carro como dispensario ambulante. Al hospital se le llama “Maristán” o “Bamaristán”, del persa “están” que quiere decir lugar y “bimar” que significa enfermo. Actúa como unidad ambulante. Las hemorragias se detienen con cauterio y se sutura las heridas con hilo de palmera.2   


1). Gómez Rodríguez, L. 2013; 92.

2). Gómez Rodríguez, L. 2013; 94.


BIBLIOGRAFÍA

GÓMEZ RODRÍGUEZ,L. Los hijos de Asclepio. Tesis Doctoral. 

Instituto Universitário "General Gutiérrez Mellado". Madrid, 2013


Instrumental de cirugía árabe. Luis de Caralt. El Diario de la Medicina. Barcelona. 1963; 76


Médico en el ejército árabe de Saladino atendiendo a un herido.

Luis de Caralt. El Diario de la Medicina. Barcelona. 1963;