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lunes, 29 de junio de 2020

X. APUNTES SOBRE LA FIEBRE AMARILLA EN CÁDIZ Y SU PROVINCIA



El Departamento Marítimo de Cádiz en la época  de las epidemias de fiebre amarilla

Si los comienzos del siglo XIX fueron dificultosos para España, la provincia de Cádiz no resultó mejor beneficiada. A las actividades de sus pueblos, bien fueran agrícolas, ganaderas, pesqueras, industriales o comerciales, hubo que sumársele el gran movimiento militar, tanto por tierra como por mar, en una época de hostilidades continuas, primero con Inglaterra y después con Francia. Cádiz y las poblaciones de su alrededor tuvieron que sufrir, primero el desastre de Trafalgar y después la ocupación y asedio napoleónico.
Habían surgido los navíos de línea y se habían mejorados las fragatas y corbetas. Con estos avances en la flota se vio la necesidad de la creación de arsenales dedicados a la construcción y reparación naval. En 1752 se inician las obras  para la construcción del arsenal de la Carraca, vecino a la Isla, donde junto al personal militar de Marina destinado en el, trabajarán una serie de operarios civiles. Se crea una población constituida por personal militar y civil, acompañados de sus familias respectivas. El arsenal tiene iglesia, hospital y cementerio. En el arsenal de la Carraca hay también una prisión militar llamada de Cuatro Torres.
Cádiz, por su situación geográfica,  había sido durante mucho tiempo una importante base naval militar. Pero, a mediados del siglo XVIII ha aumentado enormemente el comercio marítimo, y la entrada y salida de buques de guerra, unido al constante movimiento de tropas, comienza a crear muchos problemas. José Patiño, intendente general de la Real Armada, considera necesario trasladar el Departamento Marítimo de Cádiz a una localidad cercana y por sus condiciones favorables es elegida la Isla de León. En 1768, en el reinado de Carlos III, se realizó el traslado.
La Capitanía General se había trasladado a una casa palacio de la villa, en el camino Real, llamada Micolta, pero va cambiando de sitio.
Los Batallones de Marina se habían instalado primitivamente en el castillo de San Romualdo, a la entrada de la villa.
En 1769, la Academia de Guardiamarinas se había trasladado a la Isla de León y se instaló en la"Casa de Reyna", frente a la Capitanía General, mientras que el Cuartel lo haría a una casa de la barriada del Sacramento.
  En 1776 se traslada el Observatorio de Marina y se instala en unos terrenos llamados del Pago o Caserío de Torrealta.
Hubo la necesidad de tener una parroquia y se llega a un acuerdo para contar con el Hospicio de los padres franciscanos, en 1790.
Es necesario alojar de una forma conveniente la totalidad del Departamento en una población que se llamará de San Carlos. Se elige el lugar del Monte del Duque, entre el arsenal de la Carraca y las caserías de Osio y Fadricas. Pero, solo se construyó algunos de los edificios pensados. Se iniciaron las obras en 1793. Estuvo en la nueva población militar; la capitanía general, casa del intendente, contaduría, tesorería, academia de pilotos, y cuartel de batallones. Hubo una parroquia que llevaría anexo el panteón de marinos ilustres y se construyó un convento para los franciscanos que se ocuparían de los servicios religiosos que nunca fueron ocupados por la Orden y fue destinado en 1809 a hospital militar. Durante la Guerra de la Independencia hubo también la necesidad de construir en las cercanías un cementerio para sepultura de prisioneros franceses fallecidos, pero después fueron inhumados soldados españoles y  personas fallecidas en el hospital militar, entre ellos las victimas de la fiebre amarilla.
El servicio de artillería de Marina se instaló en 1804, en el lugar conocido por “La Ardila”.



Población de San Carlos. Capitania General. Unicaja.


Asedio francés a Cádiz e Isla de León

Tras el avance del ejército francés y su entrada en Andalucía y con la caída de Córdoba, Granada y Sevilla; la Junta de la Regencia abandona esta última localidad y se refugia en Cádiz e Isla de León. Estas poblaciones son sitiadas por el primer cuerpo de Ejército francés que manda el Mariscal Claude-Víctor Perrin quien coloca 300 piezas de artillería de todo calibre en  baterías desde Rota, El Puerto de Santa María, Puerto Real y Chiclana. La línea defensiva francesa se extiende desde la Punta de Santa Catalina en el Puerto hasta Torre Bermeja en Chiclana.
El Mariscal Víctor, como suele ser conocido, coloca su Cuartel General en Chiclana. En la ermita de Santa Ana se instala el Cuartel General de Artillera. A finales de febrero de 1811, con la llegada de refuerzos, el ejército napoleónico dispone de 23.000 hombres para cubrir el sector desde Sancti Petri a Chipiona.1
Los gaditanos por su parte se preocupan en reforzar las defensas. Se establecen tres líneas defensivas. Primera línea, desde Sancti Petri a la Carraca. Segunda línea, desde la costa sur de Sancti Petri hasta el baluarte de San Carlos, en la bahía gaditana. Tercera línea, desde Torregorda hasta el sector exterior de Cádiz, donde se encontraban las baterías de la Punta de Vaca o del Romano y la de la Primera Aguada.
En el amanecer del 4 de febrero de 1810 ocurre que entra en la Isla de León lo que queda del Ejército de Extremadura, al mando del Duque de Alburquerque, compuesto por unos 10.000 hombres, entre infantería y caballería.
La Isla de León albergará numerosos regimientos, aunque muchos de ellos han quedado maltrechos.
Regimiento de Cuenca.
Regimiento de Voluntarios de la Patria.
Regimiento de Málaga.
Regimiento de España. “El Mártir”.
Regimiento de Murcia. “El leal”.
Regimiento de Irlanda. “El famoso”.
Regimiento de Campo Mayor.
Regimiento de las Órdenes Militares. “El Defensor de la Fe y de la Ley”.
Batallones de Infantería Ligera de las Navas de Tolosa y de Bailén.
Regimiento de Caballería de Alcántara. Agregado a Artillería.
Regimiento del Príncipe. Agregado a Artillería.
Regimiento de Calatrava.
Regimiento de Villaviciosa.
Regimiento de Voluntarios de España.
El Comandante General del Departamento, era el teniente general de la Armada Juan Joaquín Moreno y había formado una junta con el fin de alistar a todos los varones entre 16 y 45 años de edad, solteros, viudos o casados. Se forman cuatro compañías locales: voluntarios distinguidos, voluntarios, forzosos, y defensores de la población. El vecino Cristóbal Sánchez de la Campa se pone al frente de los “Escopeteros Salineros”. Los cirujanos locales; Mateo Boto y Ramón Martínez fueron designados para atender a los combatientes.
La Marina cuenta con dos escuadrillas de lanchas sutiles. Una de estas escuadrillas, entre Gallineras y Caño Sancti Petri, está al mando del general Juan Bautista Topete, y la otra en Punta Cantera, en Fadricas, está al mando del general Cayetano Valdés. Pudo haber 200 lanchas cañoneras.
El ejército aliado anglo-portugués, utiliza 22 viviendas de la villa durante su estancia. El Cuartel General se establece en el Convento de las Monjas, de la Compañía de María. Hay que sumarle los Batallones de Marina y hay que tener en cuenta que la Academia Militar del Ejército también se traslada a la villa el 26 de febrero de 1810, bajo la dirección de Mariano Gil de Bernabé, del Cuerpo de Artillería, y lo hace a la población militar de San Carlos, ocupando una zona del hospital, al parecer.
El asedio había comenzado el 5 de febrero de 1810 y terminó el 24 de agosto de 1812, con la retirada del ejército napoleónico. Había durado, 2 años, 6 meses y 19 días.


 Baterias en la zona del puente Zuazo. Autor.


Escopeteros salineros

 
Cadetes de la Academia Militar de Ejército
Lancha sutil


Soldado del Regimiento de España. Conocido por los "viejos verdes" por su veterania y colores en   el uniforme.
                                                     

 Voluntario Distinguido.

Imagenes distribuidas por el Ayuntamiento de San Fernando, en el Bicentenario, y J. Mª. Roda.


Reunión de las Cortes. 24 de septiembre de 1810

La gestión de la Junta Centra se había encaminado fundamentalmente a atender las necesidades de la guerra, al principio, pero cree en la conveniencia de convocar Cortes y pedir una consulta a la opinión pública acerca de las reformas más necesarias para el país. Estarían presentes los tres estamentos: Clero, nobleza y el pueblo llano, mediante sus representantes.
 El 24 de septiembre de 1810, a las 9 de la mañana se reúnen en la sala Capitular de las casas Consistoriales y a continuación se dirigen procesionalmente a la Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo y de los Desagravios. Les acompaña, a caballo, el Capitán General del Ejército, jefes y oficiales del estado mayor. Las tropas cubren la carrera, mientras que otros efectivos vigilan en puntos estratégicos de observación para garantizar la seguridad.
La comitiva, aclamada por el pueblo, llega al templo. Se oficia la Misa del Espíritu Santo, por el cardenal Luis María de Borbón, arzobispo de Toledo. El obispo de Orense Pedro Quevedo quien es presidente de la Regencia, después del Evangelio, sube al púlpito para dirigir una exhortación a los diputados. Sigue después la toma de juramento de la siguiente forma:
¿Juráis la Santa Religión Católica, Apostólica, Romana, sin admitir otra alguna en estos reinos?
¿Juráis conservar en su integridad la nación española, y no omitir medio alguno para liberarla de sus injustos opresores?
¿Juráis conservar a nuestro amado soberano el Sr. D. Fernando VII todos sus dominios, y en defecto a sus legítimos sucesores y hacer cuantos esfuerzos sean posibles para sacarlo del cautiverio y colocarlo en el trono?
¿Juráis desempeñar fiel y lealmente el encargo que la nación ha puesto a vuestro cuidado, guardando las leyes de España, sin perjuicio de alterar, moderar o variar aquellas que exigiese el bien de la nación?
Todos respondieron: Sí, juramos y fueron a tocar, de dos en dos, el libro de los Santos Evangelios.
El Presidente responde: “Si así lo hiciereis, Dios os lo premie y si no os lo demande”.2
A continuación; Himno del Espíritu Santo y solemne Te-Deum.
Después, todos juntos y en orden, se dirigen al edificio del teatro cómico. Los palcos primeros de la derecha de la presidencia quedan reservados al  Cuerpo Diplomático, y los demás serán ocupados por el público. Los Diputados ocupan en la sala sus asientos sin orden de preferencia, mientras que los vocales de la Regencia lo harán en los suyos propios.
El presidente de las Cortes pronuncia un discurso aludiendo a las circunstancias y se refiere al deplorable estado en que se encontraba la patria cuando se hicieron cargo de ella. Antes de elegir nuevo presidente y secretario se designa como interino a Benito Ramón de Hermida, diputado por Galicia, quien nombra secretario a Evaristo Pérez de Castro, diputado por Valladolid. Se hacen los primeros acuerdos:
Los diputados que componen este Congreso, y que representan la nación española, se declaran legítimamente constituidos en Cortes Generales y Extraordinarias y que reside en ellas la Soberanía Nacional.
Reconocen, proclaman y juran de nuevo por su único y legítimo Rey al Sr. D. Fernando VII de Borbón y no tiene efecto la cesión de la Corona que se dice hecha a favor de Napoleón.
Las Cortes Generales y extraordinarias se reservan el ejercicio del poder legislativo en toda su extensión.   



 Juramento de los Diputados de las Cortes. Litografia del cuadro de José Casado que se conserva en el Congreso de los Diputados en Madrid.
 Museo Histórico Municipal de Cádiz. R. Garófano y J.R. de Páramo. La Constitución Gaditana de 1812
 lustración XXII.


La Batalla de Chiclana o de la Barrosa. 5 de marzo de 1811

El sitio sobre la península de Cádiz e Isla de León por parte del ejército napoleónico no era agobiante del todo, debido a que estaba garantizado el aprovisionamiento gracias al dominio marítimo, a expensas de la poderosa flota británica. No obstante, era necesario llevar a cabo una importante acción militar que produjera una ruptura del bloqueo y contribuir con ello a desplazar de la Península al invasor. Con la marcha de parte de los efectivos de Víctor a Extremadura para reforzar aquella posición, parece ser que ha llegado el momento propicio.
Se organiza un ejército aliado y al  frente de las fuerzas españolas figura el teniente general Manuel de Lapeña, con 6.000 hombres y 7 piezas de artillería. Por parte del ejército británico, el mando recae en el teniente general Thomas Graham, escocés, con 5.100 hombres y 10 cañones. Este ejército está compuesto por unidades inglesas y portuguesas. El mando total de las fuerzas lo ejercerá Lapeña. El jefe del estado mayor del ejército expedicionario es el brigadier Luis Lacy. En la Isla de León, Punta del Boquerón, a orillas del caño de Sancti-Petri, aguarda el general José de Zayas.
Las fuerzas francesas están constituidas por el primer cuerpo de ejército del mariscal Víctor, en espera de refuerzos del cuarto ejército que manda el mariscal Sebastiani.
El ejército anglo-portugués, al mando de Graham, zarpa de Cádiz el día 21 de febrero de 1811, y por el mal tiempo no puede desembarcar en Tarifa, haciéndolo en Algeciras donde se une al batallón del coronel Browne. A continuación, marchan a Tarifa el día 24 y reciben el refuerzo de las tropas de la guarnición. El día 27, llegan las tropas de Lapeña quien había salido de Cádiz  más tarde y había logrado desembarcar en Tarifa.
Fuerzas españolas irregulares al mando del general Antonio Begines de los Ríos, desde Ronda llegan a Medina Sidonia y actúan sobre esta posición. Aunque tienen que retirarse, obligan a Víctor a desviar refuerzos. El 28 de febrero, Begines se reúne con Lapeña en Casas Viejas, se desiste en atacar Medina y se acuerda dirigirse a Vejer y Chiclana.
Zayas sale de Cádiz el 3 de marzo y cruza el pontón sobre el caño Sancti-Petri, pero las fuerzas de Víctor le obligan a replegarse.
Una división francesa, al mando del general Eugène Villatte, bloquea el campo de Vejer y dos divisiones al mando de los generales Ruffin y Leval se ocultan en los pinares de Chiclana. Los aliados han alcanzado la Loma del Puerco, al sureste de la Barrosa, el 5 de marzo. Los españoles logran la retirada de Villatte, mientras que Graham cubre la Loma.
Graham, por indicación de Lapeña, adelanta sus tropas desde la Loma a Torre Bermeja y la Loma queda guarnecida por solo cinco batallones españoles.
Víctor es informado de que la Loma está despejada y piensa ocupar las alturas con las tropas de Ruffin, mientras Leval atacará a Graham en el bosque. La caballería británica se enfrenta a los dragones franceses. El batallón de Browne toma posiciones en las ruinas de una ermita, en la cumbre de la Loma. Pero ante la presión francesa tiene que emprender la retirada y se une a Graham en el bosque. Los franceses toman la Loma y Riffin coloca una batería en las alturas.
Graham vuelve atrás para atacar la Loma del Puerco y una brigada al mando de Dilkes ataca a Riffin. Browne rodea la Loma y actúa la artillería británica, ante la gran sorpresa francesa. Los franceses, más tarde, intentan reorganizarse pero no logran formar una línea y las divisiones francesas huyen hacia la Laguna del Puerco.
Las tropas británicas perdieron 1240 soldados, incluyendo portugueses y alemanes. Las bajas españolas fueron entre 300 y 400. Los franceses perdieron 2.380 hombres.
La batalla demostró la debilidad del ejército francés y la vulnerabilidad del cerco.



 Mariscal Claude Victor Perrin. Haythornthwaite y P. Courcelle. Napoleon´s Commanders (I) p.54


Soldados británicos. Stuart Reid. Wellington´s Army in The Peninsula, p.24.



 Monumento conmemorativo de la Batalla de Chiclana en la Loma del Puerco. Autor


Álegoria a la Batalla de Chiclana en la Loma del Puerco. Autor.


La Constitución española de 1812

 La Guerra de la Independencia vino a concebir la idea de una soberanía nacional frente a una monarquía absoluta. No obstante, se hará referencia a instituciones y doctrinas tradicionales de nuestra historia. Pero, se va a apoyar en los principios de la Revolución Francesa y del pensamiento ilustrado. Este hecho hará que se produzca, en ocasiones, un enfrentamiento entre dos tesis de distintos caracteres. Unos defenderán la tesis de la restauración y otros defenderán el valor tradicional de la Constitución de Cádiz.
Las Cortes Generales se reúnen en Cádiz, en el Oratorio de San Felipe Neri, el 19 de marzo de 1812. Se trata temas de primordial importancia sobre la Soberanía de la Nación, la Monarquía Constitucional, la separación de poderes, la limitación de los poderes del rey, el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la libertad de industria, el derecho de propiedad o la fundamental abolición de los señoríos, entre otras cuestiones.
Se declara a España como estado confesional católico, prohibiendo cualquier otra confesión. El rey lo es “por la gracia de Dios y la Constitución”
Los debates constitucionales habían comenzado el 25 de agosto de 1811 y habían terminado a finales de enero de 1812. Algunos artículos fueron especialmente significativos como: “Son ciudadanos aquellos españoles que por ambas líneas traen su origen de los dominios españoles de ambos hemisferios y están avecindados en cualquier pueblo de los mismos dominios”  

1). Aragón y Quiñones, p. 48.
2). Gautier, p.6





 Proclamación de la Constitución de 1812. Cuadro de Salvador de Viniegra. Museo de las Cortes. Cádiz.
 Spínola et al. La Provincia de Cádiz.


BIBLIOGRAFÍA 

ARAGÓN FONTENLA, M. QUIÑONES GRIMALDI, P.A. La Batalla de Chiclana. Ayuntamiento de Chiclana. Cádiz, 2004.
BLANCA CARLIER, J. Mª. La Marina en Cádiz. Caja de Ahorros de Cádiz. Cádiz, 1987.
CLAVIJO Y CLAVIJO, S. La Ciudad de San Fernando. Tomo I. Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad, 1960.
CRISTELLY, J. Ligeros apuntes históricos de la Ciudad de San Fernando. Publicaciones del Sur Editores. Cádiz, 2004.
GARÓFANO, R. PÁRAMO DE, J.R. La Constitución Gaditana de 1812. Tercera Edición. Diputación de Cádiz. Cádiz, 1996.
GAUTIER Y ARRIAZA, E. Cortes Generales y Extraordinarias, 24 de septiembre de 1810. Segunda edición. Universidad de Sevilla. Facultad de Derecho. Gautier Editor. Cádiz, 1896, fama2.us.es
JUAN Y FERRAGUT, M. “Sedes y Cuarteles de la Real Compañía de Guardiamarinas”. Revista General de Marina. Madrid, 1967.
ROCA NÚÑEZ, J.B. “El Hospital Militar de San Carlos durante el asedio francés a la Villa de León en el marco de la Guerra de la Independencia española”. Bicentenario del Hospital de San Carlos. San Fernando (Cádiz). 1809-2009. Ministerio de Defensa. Madrid, 2009.

WIKIPEDIA. “Población Militar de San Carlos”. 28 de diciembre de 2019, wiikipedia.org/wiki
WIKIPEDIA. “Batalla de Chiclana”. 13 de abril de 2020, wikipedia.org/wiki
WIKIPEDIA. “Constitución española de 1812”. 16 de abril de 2020, Wikipedia.org/wiki




Alameda de Cádiz. R Garófano y J.R. de Páramo. La Constitución Gaditana de 1812. Ilustración XL.

lunes, 22 de junio de 2020

LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO

Día 27 de junio. Festividad de la Virgen del Perpetuo Socorro






Oración para pedir el final de la pandemia.






martes, 16 de junio de 2020

IX. APUNTES SOBRE LA FIEBRE AMARILLA EN CÁDIZ Y SU PROVINCIA





La fiebre amarilla en el Peñón de Gibraltar


Aunque Gibraltar por su pertenencia no puede ser encuadrada dentro de la provincia de Cádiz, tenemos que tener en cuenta de que el virus causante de la fiebre amarilla y los mosquitos vectores de la enfermedad, no respetan fronteras ni temen a los cordones sanitarios. Por eso, Gibraltar sufrió la misma suerte que las poblaciones españolas cercanas.

Tras el Tratado de Utrecht, de 1713, la plaza había pasado a Inglaterra, que procuró siempre que el territorio estuviera bien defendido. A los españoles que se habían quedado en la Roca se les unió una población muy diversa, constituida fundamentalmente por ingleses, italianos, genoveses, malteses, judíos, y norteafricanos. Debidos a las guerras de la época, con España y Francia, el recinto contó con gran número de militares del ejército y de la marina, lo cual dificultó más la lucha frente a las epidemias.


AÑO 1804


En 1804, aparece la terrible epidemia que se había extendido por toda Andalucía y en el mes de agosto habían sido cortadas todas las comunicaciones por tierra y mar con España, como medida preventiva. Desde el primero al quince de septiembre había habido fallecimientos achacables al mal. Murieron 12 vecinos de la población, entre militares y esposas de estos hubo 6 fallecimientos. Hubo 65 habitantes habituales infectados y también  se contabilizó 14 militares enfermos.

Cuando se conoció la alarma, se le ordenó a la gente permanecer en las casas. Fue contagiado el personal del Hospital Naval. Falleció el cirujano William Burd, y una mujer llamada Christine que pudiera ser su esposa. También murieron; el portero Hiram Heasley, el intendente Charloner Dent y el boticario James Christie. La esposa del intendente, Elizabeth  Dent, se recuperó afortunadamente, dando más tarde a luz un niño. En esta epidemia, según Montero, fallecieron en Gibraltar, 6.000 personas. Según The Gibraltar Chronicle; el número de fallecimientos fue de 54 oficiales, 864 soldados, 164 entre esposas e hijos de militares, y 4.864 vecinos.1 En total, arroja una cifra de 5.946 victimas. Falleció el Gobernador de la Roca, Mayor General Barnett, el 30 de octubre, a la edad de 40 años y recibió sepultura en la Capilla del Rey.






El Victory, en 1805, remolcado a Gibraltar por el Neptune tras el combate naval de Trafalgar. Clarkson F. Stanfield. Museo Nacional de la Marina de Londres. J. B. Roca. Los otros de Trafalgar, p. 363.



AÑO 1810


En 1810 aparece de nuevo la fiebre amarilla en la zona, a comienzos del mes de octubre. El Dr. Pym, inspector de hospitales, declara que dos de los cuatro transportes anclados en la bahía estaban libres de fiebre, no así el Duches of Richmond, el cual tenia dos marineros a bordo sospechosos de padecer la enfermedad. También el Whitby tenía tres soldados y seis marineros con sospecha. Los síntomas eran: dolor intenso en la parte frontal de la cabeza y a veces punzadas en la parte posterior, ojos enrojecidos, cara sonrojada y turgente. Piel muy caliente pero pulso regular, lleno y fuerte. Dos o tres días más tarde aparecen dolor de estómago y vómitos, usualmente con contenido gástrico al principio pero después marrón oscuro sucio o con materia negruzca, como lodo mezclado con agua. También con constante purga de la misma materia pero no tan acuosa como el vómito. Con violencia, el paciente es arrebatado a la vida en 24 horas.

Dos médicos que habían servido en la India, identificaron los síntomas como fiebre amarilla. Eran los doctores John Arthur y J. Kidston. El día 31 de octubre se establece un comité de Salud y se dan normas a la población para la prevención de la enfermedad. Se manda la limpieza de calles y plazas, sobre todo la Avenida Garrison. A comienzos de noviembre, la totalidad del 7º Batallón de Veteranos de la Corona se encargarán  de formar un cordón sanitario alrededor del distrito sur. Habían llegado un gran número de soldados en transportes marítimos que arribaron a la bahía, al mando del Mayor General Graham, para unirse a las tropas españolas en la lucha contra Francia, lo cual aumentaría el riesgo de incrementar la epidemia. En la tropa hubo 20 muertos.


Gibraltar. Frente Norte. Ch. Lawrance. The History of The Old Naval Hospital Gibraltar, p.61.



AÑO 1813


En 1813 aparecieron casos sospechosos de la enfermedad y en agosto la situación había empeorado. Entre el día 8 de este mes y el 17 de septiembre se produjo 33 defunciones y al final de este último mes el ejército había tenido 300 pacientes hospitalizados. La epidemia continuó hasta comienzos de diciembre, comenzando a declinar y el domingo día 12 de este mes fue un día señalado. Un día de oración y acción de gracias a Dios todo poderoso “por su misericordia para esta guarnición”, por librarnos de las calamidades con que últimamente ha sido visitado y para implorar que continúen los favores de Su Divinidad. Murieron en la epidemia, el Dr. William Waters, cirujano ayudante de la guarnición, y su esposa Eleana. Según Montero, hubo 1.300 muertos en total. Se cerró la frontera con España durante tres meses.






 Vista de Gibraltar con el Hospital Naval al fondo. Ch. Lawrence. The history of The Old Naval Hospital Gibraltar, p. 79.





AÑO 1814


En el verano de 1814 aparece de nuevo un brote y se tomaron  de nuevo las medidas que se habían regulado los años anteriores. Todas las casas donde hubo un contagio fueron fumigadas. Limpieza con cal viva y todos los objetos que no se pudieran lavar tenían que ser destruidos. Fueron prohibidos los funerales. La Capilla Real fue cerrada y no se celebraron oficios  hasta el domingo 6 de noviembre, cuando se consideró que la epidemia había acabado. Según Montero, se produjo 260 muertes. Parece ser que en esta epidemia y en las anteriores, las victimas fueron enterradas en el llamado “Cementerio de Trafalgar” que había sido abierto en 1798, en una parte del viejo cementerio de St. Jagos, situado al lado de la muralla de Carlos V. 2


Gibraltar. Enterramientos en el Cementerio de Trafalgar. Autor.





AÑO 1828


En 1828 había comenzado un nuevo brote de la enfermedad, en el mes de diciembre, y en enero de 1829 había ya un gran número de fallecidos. Gran parte de la población salió fuera de las murallas y se construyeron casas de madera y barracas, frente a las huertas. La tropa acampó en la falda del monte.

El Dr. Pym propone cuatro oficiales médicos del Garrison para constituir una Junta, a la que también asisten tres médicos enviados por el gobierno de Francia, con el fin de investigar la naturaleza de la epidemia. Se unieron varios médicos más y al final la Junta estuvo constituida por los doctores: Broadfoot, Dowe, Barry, Dix, Thirston, Bonadilla, Ardevol, Rouvier, y Mateo. Por parte de Francia, los doctores: Chervin, Louis, y Trousseau. Hubo diversas opiniones concernientes a la naturaleza de la fiebre y al tratamiento aconsejable. Se contabilizó 1.618 fallecimientos. Según Montero, fueron 1.800 los fallecidos. Al llegar el invierno, aflojó la epidemia hasta extinguirse.



Gibraltar. Vista aerea del Hospital Naval. Ch. Lawrence. The History of The Old Naval Hospital. Gibraltar, p. 129.

1). Lawrance, p. 33.

2). Roca Núñez, p. 310.


BIBLIOGRAFÍA

LAWRANCE, CH. The History of the Old Naval Hospital Gibraltar. 1741 to 1922. “Don Miles”. Southsea, Hampshire. Great Britain, 1994.
MONTERO, F.M. Historia de Gibraltar y de su Campo. Imprenta de la Revista Médica. Cádiz,
1860. Google Books.
ROCA NÚÑEZ, J.B. Los otros de Trafalgar. Publicaciones del Sur Editores. Sevilla, 2011.


   
 
Residencia del Gobernador. Antiguo convento de franciscanos en tiempos de España. Autor.