La fiebre amarilla en el Peñón de Gibraltar
Aunque Gibraltar por su
pertenencia no puede ser encuadrada dentro de la provincia de Cádiz, tenemos
que tener en cuenta de que el virus causante de la fiebre amarilla y los
mosquitos vectores de la enfermedad, no respetan fronteras ni temen a los
cordones sanitarios. Por eso, Gibraltar sufrió la misma suerte que las
poblaciones españolas cercanas.
Tras el Tratado de Utrecht, de
1713, la plaza había pasado a Inglaterra, que procuró siempre que el territorio
estuviera bien defendido. A los españoles que se habían quedado en la Roca se
les unió una población muy diversa, constituida fundamentalmente por ingleses,
italianos, genoveses, malteses, judíos, y norteafricanos. Debidos a las guerras
de la época, con España y Francia, el recinto contó con gran número de
militares del ejército y de la marina, lo cual dificultó más la lucha frente a
las epidemias.
AÑO 1804
En 1804, aparece la terrible
epidemia que se había extendido por toda Andalucía y en el mes de agosto habían
sido cortadas todas las comunicaciones por tierra y mar con España, como medida
preventiva. Desde el primero al quince de septiembre había habido
fallecimientos achacables al mal. Murieron 12 vecinos de la población, entre militares
y esposas de estos hubo 6 fallecimientos. Hubo 65 habitantes habituales
infectados y también se contabilizó 14 militares
enfermos.
Cuando se conoció la alarma, se
le ordenó a la gente permanecer en las casas. Fue contagiado el personal del
Hospital Naval. Falleció el cirujano William Burd, y una mujer llamada
Christine que pudiera ser su esposa. También murieron; el portero Hiram Heasley,
el intendente Charloner Dent y el boticario James Christie. La esposa del
intendente, Elizabeth Dent, se recuperó
afortunadamente, dando más tarde a luz un niño. En esta epidemia, según
Montero, fallecieron en Gibraltar, 6.000 personas. Según The Gibraltar
Chronicle; el número de fallecimientos fue de 54 oficiales, 864 soldados, 164
entre esposas e hijos de militares, y 4.864 vecinos.1 En total, arroja una cifra de 5.946 victimas.
Falleció el Gobernador de la Roca, Mayor General Barnett, el 30 de octubre, a
la edad de 40 años y recibió sepultura en la Capilla del Rey.
AÑO 1810
En 1810 aparece de nuevo la
fiebre amarilla en la zona, a comienzos del mes de octubre. El Dr. Pym,
inspector de hospitales, declara que dos de los cuatro transportes anclados en
la bahía estaban libres de fiebre, no así el Duches of Richmond, el cual tenia dos marineros a bordo sospechosos
de padecer la enfermedad. También el Whitby
tenía tres soldados y seis marineros con sospecha. Los síntomas eran: dolor
intenso en la parte frontal de la cabeza y a veces punzadas en la parte
posterior, ojos enrojecidos, cara sonrojada y turgente. Piel muy caliente pero
pulso regular, lleno y fuerte. Dos o tres días más tarde aparecen dolor de
estómago y vómitos, usualmente con contenido gástrico al principio pero después
marrón oscuro sucio o con materia negruzca, como lodo mezclado con agua.
También con constante purga de la misma materia pero no tan acuosa como el
vómito. Con violencia, el paciente es arrebatado a la vida en 24 horas.
Dos médicos que habían servido en
la India, identificaron los síntomas como fiebre amarilla. Eran los doctores John
Arthur y J. Kidston. El día 31 de octubre se establece un comité de Salud y se
dan normas a la población para la prevención de la enfermedad. Se manda la
limpieza de calles y plazas, sobre todo la Avenida Garrison. A comienzos de
noviembre, la totalidad del 7º Batallón de Veteranos de la Corona se encargarán
de formar un cordón sanitario alrededor
del distrito sur. Habían llegado un gran número de soldados en transportes
marítimos que arribaron a la bahía, al mando del Mayor General Graham, para
unirse a las tropas españolas en la lucha contra Francia, lo cual aumentaría el
riesgo de incrementar la epidemia. En la tropa hubo 20 muertos.
AÑO 1813
En 1813 aparecieron casos
sospechosos de la enfermedad y en agosto la situación había empeorado. Entre el
día 8 de este mes y el 17 de septiembre se produjo 33 defunciones y al final de
este último mes el ejército había tenido 300 pacientes hospitalizados. La epidemia
continuó hasta comienzos de diciembre, comenzando a declinar y el domingo día
12 de este mes fue un día señalado. Un día de oración y acción de gracias a
Dios todo poderoso “por su misericordia para esta guarnición”, por librarnos de
las calamidades con que últimamente ha sido visitado y para implorar que
continúen los favores de Su Divinidad. Murieron en la epidemia, el Dr. William
Waters, cirujano ayudante de la guarnición, y su esposa Eleana. Según Montero, hubo
1.300 muertos en total. Se cerró la frontera con España durante tres meses.
Vista de Gibraltar con el Hospital Naval al fondo. Ch. Lawrence. The history of The Old Naval Hospital Gibraltar, p. 79.
AÑO 1814
En el verano de 1814 aparece de
nuevo un brote y se tomaron de nuevo las
medidas que se habían regulado los años anteriores. Todas las casas donde hubo
un contagio fueron fumigadas. Limpieza con cal viva y todos los objetos que no
se pudieran lavar tenían que ser destruidos. Fueron prohibidos los funerales.
La Capilla Real fue cerrada y no se celebraron oficios hasta el domingo 6 de noviembre, cuando se
consideró que la epidemia había acabado. Según Montero, se produjo 260 muertes.
Parece ser que en esta epidemia y en las anteriores, las victimas fueron
enterradas en el llamado “Cementerio de Trafalgar” que había sido abierto en
1798, en una parte del viejo cementerio de St. Jagos, situado al lado de la
muralla de Carlos V. 2
AÑO 1828
En 1828 había comenzado un nuevo
brote de la enfermedad, en el mes de diciembre, y en enero de 1829 había ya un
gran número de fallecidos. Gran parte de la población salió fuera de las
murallas y se construyeron casas de madera y barracas, frente a las huertas. La
tropa acampó en la falda del monte.
El Dr. Pym propone cuatro
oficiales médicos del Garrison para constituir una Junta, a la que también
asisten tres médicos enviados por el gobierno de Francia, con el fin de
investigar la naturaleza de la epidemia. Se unieron varios médicos más y al
final la Junta estuvo constituida por los doctores: Broadfoot, Dowe, Barry,
Dix, Thirston, Bonadilla, Ardevol, Rouvier, y Mateo. Por parte de Francia, los
doctores: Chervin, Louis, y Trousseau. Hubo diversas opiniones concernientes a
la naturaleza de la fiebre y al tratamiento aconsejable. Se contabilizó 1.618
fallecimientos. Según Montero, fueron 1.800 los fallecidos. Al llegar el
invierno, aflojó la epidemia hasta extinguirse.
Gibraltar. Vista aerea del Hospital Naval. Ch. Lawrence. The History of The Old Naval Hospital. Gibraltar, p. 129.
1). Lawrance, p. 33.
2). Roca Núñez, p. 310.
BIBLIOGRAFÍA
LAWRANCE, CH. The History of the Old Naval Hospital Gibraltar. 1741 to 1922. “Don Miles”. Southsea, Hampshire. Great Britain, 1994.
MONTERO, F.M. Historia de Gibraltar y de su Campo. Imprenta
de la Revista Médica. Cádiz,
1860. Google Books.
ROCA NÚÑEZ, J.B. Los otros de Trafalgar. Publicaciones del Sur Editores. Sevilla, 2011.
Residencia del Gobernador. Antiguo convento de franciscanos en tiempos de España. Autor.
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