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martes, 30 de octubre de 2018

CEREMONIA DE BEATIFICACIÓN DEL PADRE TIBURCIO ARNAIZ. S.J. MÁLAGA 20 DE OCTUBRE DE 2018.


Presidente de la Ceremonia: Cardenal  Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Acompañantes:
Mons. Jesús Catalá Ibañez. Obispo de Málaga.
Mons. Renzo Fratini. Nuncio Apostólico de Su Santidad en España.
Cardenal  Fernando Sebastián Aguilar. Arzobispo Emérito de Pamplona y Tudela.
Mons. Javier Martinez. Arzobispo de Granada.
Obispos: Segorbe-Castellón, Còrdoba, Asidonia-Jérez, Cuenca, Cádiz y Ceuta, Almeria, Madrid, Valladolid, Sevilla y Jaén.
Compañia de Jesús:
Antonio España. S.J. Provincial de España.
Elias Royón. S.J. Vicario Episcopal para la vida consagrada. Archidiócesis de Madrid.
Pascual Cebollada.S.J. Postulador General de la Compañía de Jesús.
Vicente Luque. S.J. Vicepostulador de la Causa del Padre Arnaiz.
Fernando Motas. S.J. Superior de la comunidad de jesuitas del Sagrado Corazón. Málaga.
Silvia Mónica Correole. Postuladora de la Congregación para las Cusas de los Santos.
Sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas de diversas comunidades. Misioneras de las Doctrinas Rurales.
Autoridades civiles y militares.
Cofradias malagueñas.
Numerosos fieles.
Como era imposible caber en el interior del templo, hubo que habilitarse una serie de sectores en las calles de alrededor. Se instalaron pantallas. Hubo sacerdotes que se ofrecieron a administrar el sacramento de la Confesión a aquel que lo requiriese. La Comunión durante la Misa  fue administrada también por gran número de sacerdotes, a cada uno se le encargó un sector. Se dio el caso de que como el tiempo estaba lluvioso y en aquel momento cayeron unas gotas, cada sacerdote iba acompañado por una persona que le cubría con un paraguas de color blanco.
El caso fue que antes de comenzar el acto diluviaba y cuando dio comienzo la ceremonia calmó la lluvia y  aunque, al parecer, estaba previsto nuevo chaparrón, no fue así. Incluso hubo momentos de sol. Muchos nos acordamos del nuevo Beato, el queridísimo Padre Tiburcio Arnaiz.

Ceremonia.
Notificación de entrada. Leída por una misionera de las Doctrinas Rurales.
Cántico de entrada. Pueblo de Reyes. Escolania de San Estanislao de Kostka y Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga.
Acto Penitencial.
Rito de Beatificación.
Petición del obispo diocesano.
Relato de la vida del Padre Arnaiz, a cargo de la Postuladora de la Congregación para las Causas de los Santos.
Fórmula de Beatificación.
Carta Apostólica.
Canto de Aclamación.
Agradecimiento del obispo diocesano y entrega de la carta apostólica.
El público, en el interior y exterior del Templo, rompe en aplausos con gran devoción.
Cuando el coro entona el Gloria in excelsis, suenan las campanas de la Catedral y de todas las iglesias de Málaga. 
Continua la Santa Misa.
Ritos de conclusión.
 La Directora General de las Misiones de las Doctrinas Rurales pronuncia unas palabras de agradecimiento.
El obispo de Málaga dirige unas palabras a los asistentes.
Bendición.
Cántico de la Salve Regina.
Himno al Beato Padre Arnaiz.











Reproducción de una entrevista a Mons. Catalá, obispo de Málaga, días previos a la Celebración.  
Padre Tiburcio Arnaiz.
El padre Arnaiz con otros jesuitas en su época de Seminario.


Sacerdotes asistentes al Acto.

Cardenal Becciu, primero a nuestra derecha.

Mons. Catalá

Cardenal Becciu durante la Celebración.
Momento de la Celebración.
Cardenal Becciu en la conclusión de la Ceremonia.
Palabras de agradecimiento por parte de la Directora de las Misiones de las Doctrinas Rurales.


BIBLIOGRAFÍA

DIÓCESIS DE MÁLAGA. BEATIFICACIÓN RVDO. P. TIBURCIO ARNAIZ MUÑOZ S.J. Málaga, 20 de Octubre de 2018.
DIARIO SUR. diariosur.es/malaga-capital






martes, 23 de octubre de 2018

BEATO TIBURCIO ARNAIZ.

Beato Tiburcio Arnaiz Muñoz. S.J.



BIBLIOGRAFÍA.

PATRONATO DEL P. ARNAIZ. Venerable P. Tiburcio Arnaiz, S.I. Dones extraordinarios y Obras Sociales.www.padrearnaiz.net Málaga.



martes, 16 de octubre de 2018

SANIDAD DE ARMADA EN EL DEPARTAMENTO MARÍTIMO DE CÁDIZ A FINALES DEL SIGLO XIX.

Hospital de MARINA DE San Carlos.

En la ciudad de San Fernando, la antigua Isla de León; el comienzo de este centro hospitalario había tenido lugar en febrero de 1809, en plena guerra de la Independencia, habilitándose un edificio destinado a convento de franciscanos en la población naval de San Carlos. La necesidad de contar con este hospital viene determinada por el requerimiento de asistencia médica a los prisioneros franceses de la batalla de Bailén y de los pontones en la bahía gaditana, procedentes de la escuadra derrotada del almirante francés Rosilly. 
En la época a la que nos referimos, la distribución era de la siguiente forma: Puerta de entrada en el extremo del edificio contiguo al de Carlos III y Panteón de Marinos Ilustres, separado de este último por un estrecho callejón. A la derecha de un pequeño vestíbulo queda la farmacia y caminando en línea recta llegamos a un patio cuadrangular rodeado por una amplia galería; en un ala nos encontramos con la sala de San José, enfrente la Capilla de forma alargada, en la otra ala, las oficinas y una puerta de entrada a los despachos del director y jefe de servicio.Volvemos en dirección a la capilla, y pasando una puerta estrecha nos encontramos con la sala de San Alfonso, a continuación una sala para enfermeros con baños, a nuestra izquierda la sala de San Ignacio, seguida de un calabozo. Pasamos una puerta, y a nuestra derecha un amplio almacén, a izquierda la oficina y el despacho del comisario, separado de aquella por un amplio pasillo. Atravesamos una puerta que nos lleva al edificio de la Hijas de la Caridad. A la entrada, hay un ropero a la izquierda, un pasillo, y a continuación el amplio dormitorio de las hermanas. Separado por un largo pasillo queda a nuestra derecha el oratorio, comedor y cocina. En la parte posterior de este último edificio; nos encontramos con una amplia sala, llamada de Nuestra Señora del Carmen, y un almacén. 
En la parte posterior del edificio hospitalario hay una jardín, separado de el por una valla; una extensa huerta con una estancia, un gallinero y un lavadero. 
Subimos a la planta principal, por el patio, y nos encontramos con una amplia galería; a nuestra derecha la sala de San Pedro, giramos a nuestra izquierda y nos encontramos con la sala de San Rafael por cuyo interior se accede a la pequeña sala de San Antonio, giramos a nuestra izquierda y enfrente tenemos la sala de San Bernardo. Pasamos una puerta para encontrarnos con un pasillo; hemos dejado a nuestra izquierda la amplia sala de San Fernando que se va a continuar con una sala llamada de "comprobación". Continuando por el pasillo descrito, tenemos a nuestra izquierda la sala de San Vicente, a continuación la de San Agustín, después se accede a la sala de operaciones. Adosado a esta planta se construyó posteriormente un ala para hospitalización de jefes y oficiales. 
En el segundo piso quedan los gabinetes de bacteriología, radiología y electroterapia, 1 así como una sala para infecciosos. En  el último piso; la azotea. El médico de guardia, en esta época, probablemente se alojara en una sala de oficiales, y tampoco hemos encontrado el alojamiento del capellán, pero pudiera estar contiguo a la capilla. La plantilla hospitalaria estaba constituida de la siguiente manera:
1   Subinspector médico de 1ª. Director.
 1   Subinspector médico de 2ª. Jefe de servicio.
 4  Médicos mayores. Jefes de clínica.
 4  Médicos segundos. Para guardias, alternando con el destacamento de Rio de Oro.
 1 Primer practicante. 
2   Segundos practicantes.
6 Terceros practicantes.
1  Farmacéutido primero.
1 Farmacéutico segundo.
Oficiales de otros cuerpos:
1 Conisario.
1 Contador de navío, pagador.
1 Capellán primero.
                                           .                  

Enfermería del Arsenal de la Carraca

En el siglo XVIII, aparece el navío de línea, y la Marina de Guerra española se ve en la necesidad  de poseer una flota adecuada para la protección de sus colonias. El intendente Patiño proyecta la construcción de arsenales, con lo que se crea el Arsenal de la Carraca, en un sitio abrigado de la bahía gaditana. En 1755; el cirujano mayor de la Armada Pedro Virgili, está ocupado en la tarea de la construcción de un hospital provisional que ayudara al Hospital Real de Marina de Cádiz en su tarea asistencial. De este modo se ha creado un hospitalillo, como después se le llamó, que reconstruido y ampliado sirve de enfermería hasta nuestros días. La plantilla a finales del siglo XIX era la siguiente:
1  Médico mayor. Jefe de Sanidad.                                
 2  Médicos primeros. Para guardias.
 1  Practicante subayudante de 2ª.
 1  Segundo practicante.                                                                       
 2 Terceros practicantes

JEFATURA DE SANIDAD. 
1 Inspector médico. Inspector de sanidad del Departamento.

INFANTERÍA DE MARINA.
2 Médicos primeros.
2 Médicos segundos.

ACADEMIA DE INFANTERÍA DE MARINA.
1 Médico mayor.

ACADEMIA DE AMPLIACIÓN.
1 Médico mayor.

ESCUELA NAVAL.
1 Médico segundo.
1 Primer practicante.
1 Segundo practicante.

BRIGADA DE TORPEDOS.
1 Tercer practicante.

COMANDANCIA DE MARINA DE CÁDIZ Y CASA DE VIUDAS DE FRAGELA.
1 Médico mayor.

No se ha comprobado a finales de este siglo, el puesto de jefe del detall de practicantes, el cual si figura a comienzos del siglo XX.
En cuanto a los practicantes, en una plantilla de 1890 aparecen un primer y un segundo practicante para cubrir destinos en la Escuela Naval. Sin embargo, no aparecen dichos destinos en otra de 1898. En Infantería de Marina, solo aparecen practicantes en ciertos batallones en Cuba y Filipinas. Sin embargo, no aparecen en las plantillas de la época estos destinos, por lo que pudieran estar comisionados. A principios del siglo XX, si aparecen practicantes en batallones peninsulares. Es posible que hubieran practicantes asignados a la jefatura de sanidad, entre los primeros o segundos practicantes destinados en el hospital. 


NOTAS.

1). Por Real Orden del 11 de noviembre de 1897; se dispuso la instalación de equipos radiológicos en los tres hospitales navales peninsulares, pero en el Hospital de San Carlos del Departamento de Cádiz se demoró dicha instalación debido a una deficiencia del flujo eléctrico y hubo que esperar hasta principios de 1900 para que la “Eléctrica popular” de San Fernando pudiera asegurar dicha instalación. Respecto al gabinete de análisis clínicos y bacteriología; no se pudo completar hasta 1903.
García-Cubillana de la Cruz. El antiguo Hospital de San Carlos, pp. 147-149.

*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX, pp. 25-27.




Fachada del primitivo Hospital de Marina de San Carlos. Archivo del Hospital.





BIBLIOGRAFÍA.

Clavijo y Clavijo, S. La trayectoria hospitalaria de la Armada española. Editorial Naval. Madrid, 1944
Garcia-Cubillana de la Cruz, J.M. El antiguo hospital de San Carlos (1809-1981) y la ciudad de San Fernando. Publicaciones del Sur Editores, 2007.
ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.

ARCHIVO NAVAL DE SAN FERNANDO.
Estado General de la Armada. Cuerpo de Sanidad (Médicos y Farmacéuticos). Año 1898. Cuerpo de Practicantes. Años 1890 y 1898. Cuerpo Eclesiástico. Año 1898. Cuerpo Administrativo. Año 1898.







martes, 9 de octubre de 2018

SANIDAD DE ARMADA EN LA PRIMERA GUERRA DEL RIF.


España había aumentado su territorio en el norte de Marruecos, incluyendo el entorno de Ceuta y Melilla. Ello conlleva el tener que aumentar la zona defensiva, sobre todo en Melilla. En el verano de 1893; el Gobernador Militar de Melilla, Juan García Margallo, ordena comenzar las obras de un fortín militar en unos terrenos cercanos a la tumba de Sidi Guariach, considerado santo por los musulmanes de la región. Indignados los rifeños, toman las armas y un contingente de 6.000 guerreros caen sobre la ciudad de Melilla. Se inicia con ello una guerra que se le conoce como la primera guerra del Rif y dura solo unos meses. España moviliza el ejército de Andalucita y la Armada envía varias unidades navales. Al comienzo, el ejército español tiene numerosas bajas y es necesario enviar como refuerzos; tres regimientos de caballería junto a cuatro batallones de infantería. Muerto el General García Margallo, toma el mando el General Ortega quien expulsa a los rifeños de Cabrerizas.
Tras los combates de los días 26 y 27 de octubre se intensifica el envió de tropas y material desde la Península hasta Melilla. Parten buques mercantes desde Cádiz, Málaga, Sevilla y Algeciras. En Cádiz; el regimiento de infantería Pavía embarca en el Baldomero Iglesias. El Sevilla parte de Málaga con munición. El San Agustín, desde Cádiz, zarpa con fuerzas, material y municiones. Desde Sevilla, el Rabat con fuerzas y material. El Antonio López lleva municiones desde Barcelona. El buque de la Armada Legazpi transporta el batallón de cazadores de Tarifa, mientras que en la fragata Gerona va alojado parte del regimiento Álava junto a material y municiones, partiendo de Málaga. El agua se transportó en el aljibe del Sevilla que ya realizaba esta función para abastecer presidios. El Sevilla también transportó al primer  batallón del primer regimiento de Borbón, partiendo de Málaga. El San Agustín llevó al segundo batallón del regimiento Borbón y al batallón de cazadores de Cuba. En Cádiz, embarca más tarde, en el San Agustín, el regimiento de infantería de Extremadura y una compañía de zapadores. También más tarde, parte de Málaga el Sevilla con 100 soldados del Borbón, artilleros, una sección de sanidad y otra de administración militar.1
Se puso en marcha la Escuadra de operaciones en las costas del Norte de África con las siguientes unidades navales:
Acorazado Pelayo. Cruceros: Reina Regente, Alfonso XII, Reina Mercedes, Conde de Venadito, Isla de Luzón, Isla de Cuba, y Marqués de la Ensenada. Fragata Gerona. Vapor transporte Legazpi. Cazatorpedero Destructor. Cañonero-torpedero Temerario. Torpedero Habana.  
Sanidad de Armada embarcada:
Primeros médicos.
Gisleno Mateo Alonso. Acorazado Pelayo y crucero Reina Regente.
Ricardo Aranguren Coronado. Acorazado Pelayo y crucero Reina Regente.
Enrique Calvo Fortich. Crucero Alfonso XII.
Agustín Rubio Ayunta. Crucero Reina Mercedes.
José María Robles Villar. Crucero Conde de Venadito.
Hermenegildo Tomás del Valle Ortega. Crucero Isla de Luzón.
Aureliano Guerrero Sarro. Crucero Isla de Cuba.
Manuel Ambrós Miguel. Transporte Legazpi.
Segundos médicos.
Román García Belenguer. Acorazado Pelayo.
Ramón Díaz Bareas. Crucero Alfonso XII.
Primeros practicantes.
Manuel Lamas González. Acorazado Pelayo.
Luis Serrano Álvarez. Crucero Reina Regente.
Juan Redón Bermúdez. Fragata Gerona.
Segundos practicantes.
Francisco Toral Velazque. Crucero Reina Mercedes.
Andrés Aguilar Huerta. Crucero Conde de Venadito.
Luis Arco Galván. Crucero Isla de Cuba.
José Paredes Pantoja. Vapor Legazpi.
Cándido Lamas González. Crucero Marqués de la Ensenada.
Terceros practicantes.
José Martín Gómez. Acorazado Pelayo.
José Borlet Villanueva. Crucero Alfonso XII.
José Moreno Grigo. Crucero Alfonso XII.
José Martín Gómez. Fragata Gerona.
José Moreno García. Cañonero-torpedero Temerario.
El segundo practicante José Serrano Álvarez había desembarcado, poco antes de la contienda, del crucero Isla de Luzón, desconociéndose quien fue su relevo. No se ha encontrado relación de personal de sanidad embarcado en el Destructor y Habana, aunque probablemente los hubo. 
NOTAS.
1). Esquembri. Melilla marinera.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX, p.101.


Crucero Reina Regente. Revista General de Marina. Marzo de 2011, p 252.

BIBLIOGRAFÍA
ESQUEMBRI, C. “La Marina mercante en la Guerra de Margallo”.
melillamarinera.blogspot.com. 17 de diciembre de 2012 y 8 de enero de 2013.
PERTEJO-BARRENA, A. “Historia olvidada. La Guerra de Margallo”. Blospot.com. 8 de abril de 2011.
ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.
ARCHIVO GENERAL DE MARINA ÁLVARO DE BAZÁN. Hoja de servicios de Hermenegildo Tomás del Valle y Ortega. Leg.º nº 2898/150. Hoja de servicios de José María Robles y Villar. Legajos: 2898/128, 4536, 2972. Hoja de servicios de Luis Serrano y Álvarez. Legº. nº. 2898/77.
BIBLIOTECA VIRTUAL DE DEFENSA. Estado General de la Armada 1893. Tomos: I y II. Cuerpo de Sanidad y Cuerpo de Practicantes. 






martes, 2 de octubre de 2018

LA SANIDAD DE ARMADA EN LA PRIMERA GUERRA DE ÁFRICA (1859-1860).

 En África; hacía mediados del siglo XIX, los rifeños realizaban incursiones sobre las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Después de un ataque sobre las obras de construcción del fuerte de Santa Clara por parte de guerreros de la cabila de Anyera, el gobierno español que preside Leopoldo O’Donnell, pide que se lleve a cabo disculpas y reparación por parte del gobierno de Marruecos. Este hecho no se produce y España decide invadir el sultanato, al considerar que Marruecos es responsable de estas acciones. La guerra dura cuatro meses y se inicia en 1859. El ejército español desembarca en Ceuta y avanza hacía Castillejos, Tetuán y Wad-Ras, forzándose la paz. En el tratado de Wad-Ras queda claro que España es la vencedora mientras que Marruecos es perdedor y responsable del conflicto. La Armada que participa con diversas unidades navales, interviene en los combates de Rio Martin y Castillejos, y bombardea Larache y Arcila. Consultada distintas fuentes podemos hacer una relación de los médicos embarcados en las distintas unidades.
Navío Reina Isabel II.
Primer Médico. Bartolomé Gómez de Bustamante Olivares. Jefe de Sanidad de la Escuadra.
Primer Médico. Manuel Picazo Samaniego.
Segundo Médico. Arturo Fernández Benítez.
Fragata Princesa de Asturias.
Primer Médico. Antonio Yanguas Ortega.
Segundo Médico. Luis Luchi Vallejo.
Vapor Vulcano.
 Primer Médico. Fernando Dávila Bernal.
Fragata Blanca.
Primer Médico. Eugenio de Grau Figueras.
Segundo Médico. Pedro Fontana Dáries.
Vapor Alerta y Fragata Cortés.
 Primer Médico. Ramón González de la Cotera.
Segundo Médico. Francisco Romero Soto.
Vapor Isabel II.
 Primer Médico. Juan Jorge de los Ríos.
Goleta Ceres.
 Primer Médico. Antonio Censio Romero.
Goleta Edetana.
Primer Médico. Rómulo Valdivieso Ferrer.
Vapor Colón.
Segundo Médico. Ramón Martínez Suarez.
Vapor Vasco Núñez de Balboa.
 Segundo Médico. Rafael Medina Isasi.
Vapor Santa Isabel y Corbeta Villa de Bilbao.
Segundo Médico. Rafael Gras Soldevilla.
Goleta Buenaventura.
 Segundo Médico. José Tolezano Beltrán.
Urca Antillas.
Segundo Médico. José María Pérez Lora.

Hubo otras unidades navales en las que desconocemos a sus facultativos, es posible que fueran atendidas por practicantes.Algunos facultativos atendieron los servicios médicos de más de un buque y otros fueron comisionados, como es el caso del segundo médico José de Erostarbe y Bucet que procedente del Pontón Cristina en el Apostadero de guardacostas de Algeciras fue destinado al Vapor Vulcano y a la fragata Princesa de Asturias.
Junto a los numerosos heridos de los combates; hubo 13.000 afectados de cólera y 6.000 de disentería, por lo que los médicos de la Armada tuvieron que colaborar con sus compañeros del ejército en el tratamiento de esta gran cantidad de enfermos.

*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 99-101.



Bartolomé Gómez de Bustamante y Olivares. Jefe de Sanidad de la Escuadra en la Guerra de África de 1859-1860. Uriach.





BIBLIOGRAFÍA

Clavijo y Clavijo, S. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. San Fernando. Tipografía de Fernando Espín Peña, 1925
GRACIA RIVAS, M. La Sanidad Naval Española. Historia y evolución. E.N. Bazán. Barcelona, 1995.
ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.