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lunes, 30 de agosto de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

EDAD MEDIA

Con la decadencia del Imperio romano la provincia de Cádiz se ve sujeta a sucesivas invasiones por parte de los bárbaros y posterior llegada de los bizantinos. En el siglo VI son expulsados estos últimos y la actual Medina Sidonia surge como capital de la provincia. Se construyen iglesias y monasterios. Cuando los visigodos se debilitan llega la invasión árabe.

Durante el siglo XIII los pueblos de la provincia comienzan a ser conquistados por las huestes castellanas cuyas tierras van a ser adjudicadas a señores que están al servicio de los reyes y la provincia va a ser repoblada por gente procedente de los reinos cristianos del norte de la Península.

En el año 1265 Cádiz ha recibido el título de ciudad y la silla episcopal. Desde 1470 queda bajo el señorío de los Ponce de León quienes reciben el título de marqueses de Cádiz. En 1492 los reyes católicos recuperan Cádiz para la corona.

El Imperio romano había entrado en crisis durante el siglo III hasta llegar a su caída y coincidiendo con esta, la provincia gaditana había entrado en un declive grande, comenzando una época oscura y la ciudad de Cádiz va a dejar de ser la capital de la provincia, al tiempo de la pérdida de su importancia comercial y estratégica. A ello se unió, sin ningún género de duda, el rápido derrumbamiento que experimentaron las redes comerciales romanas.

Cádiz va a cambiar durante esta nueva Edad su fisonomía y de la forma de haber sido una ciudad grande y abierta pasará a una ciudad pequeña y amurallada. Pero no solo aparece esta circunstancia pues hay también varios factores que todos ellos conducirán a una notable transformación en otros ámbitos.

En el apartado social y económico vamos a poder contemplar como muchos antiguos ciudadanos se encuentran en la necesidad de renunciar a sus derechos básicos para recibir la protección de los grandes terratenientes. Otros, tienen que trasladarse de la costa al interior. Surge una nueva clase de ciudadano medio libre denominado “colonus”.  

En el apartado militar hay numerosas luchas y diversas conquistas en la provincia. Después del paso y alternancia de godos y bizantinos, llega la invasión árabe que terminará con la conquista de la región por parte de las huestes castellanas.


 BIBLIOGRAFÍA

 SPÍNOLA,C.et al. La Provincia de Cádiz Pueblo a Pueblo. 

 Junta de Andalucía. Diputación de Cádiz, 1995

WIKIPEDIA. "Historia de Cádiz". wikipedia.org./wiki



lunes, 23 de agosto de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

 CÁDIZ ROMANA

 MEDICINA ROMANA. LA SANIDAD MILITAR

En la primitiva Roma, las divinidades de las enfermedades eran; Mefitis, diosa de las aguas sulfúricas curativas. Lucina, diosa del nacimiento de los niños. Febris era la diosa que evitaba la fiebre. La medicina era al comienzo tradicional, pero con la conquista de Grecia aparecerá una influencia de la medicina griega. Galeno en el siglo II d. C. hereda las ideas de Hipócrates y considera la enfermedad como una alteración de los humores corporales: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. En la “discrasia” con la alteración de la proporción armónica de estos cuatro humores habrá que administrar un medicamento que se oponga al humor predominante y para expulsar el humor excesivo se emplearán evacuantes, vomitivos, purgantes y diuréticos. Para mejorar la calidad de los humores se empleaban aperitivos, tónicos y calmantes. Para restituir el calor perdido se empleaban vísceras de animales recién sacrificados.

Surgen los polifármacos, apoyado en la teoría de que si los órganos del cuerpo se asocian para enfermar también deben asociarse los medicamentos para curar. Surgen las figuras de Celso quien recopila las ideas de los médicos griegos y Dioscórides, médico militar, mientras viajaba con las unidades recogía plantas medicinales.

Los romanos eran partidarios de curar las enfermedades “cito, tuto et iocundo” que quiere decir: rápidamente, con seguridad y sin dolor. Empleaban las cataplasmas y los emolientes. Como astringentes utilizaban el vino, vinagre, agua fría, alumbre y el oxicrato que era una mezcla de vinagre y agua, la cual tenía la propiedad de calmar la sed, templar el calor corporal, disminuir el sudor, facilitar la secreción de orina y prevenir enfermedades.

La cirugía empleaba gran cantidad de instrumentos, casi todos de bronce y algunos de acero. Como hilos de sutura se empleaba la “cuerda de tripa” o el hilo de lino. Como anestésico la “mandrágora”, macerada en vino y administrada por vía oral antes de cauterizaciones e intervenciones. También se administraba mediante enemas o inhalaciones. El futuro cirujano romano hace sus prácticas en gladiadores heridos y cadáveres de criminales ejecutados. Las operaciones más frecuentes serán las extracciones de proyectiles, cauterizaciones, inmovilizaciones mediante preparados hechos con mezclas de cera y harina, amputaciones, trepanaciones y sangrías. Dichas sangrías eran hechas con sanguijuelas o con ventosas.

Durante las campañas militares, en los primeros tiempos los soldados se curaban entre ellos con apósitos medicamentosos que llevaban en el equipo y también existían curanderos combatientes, ungüenteros y esclavos sanitarios. Con el tiempo se va creando un Cuerpo de Sanidad, constituido por aficionados a la cirugía quienes acompañaban voluntariamente a los ejércitos. No obstante, los emperadores empezaron a darse cuenta de que morían más soldados por falta de cuidados que en la batalla y este hecho condujo a la creación de una organización sanitaria militar. Las unidades se dotaron de médicos militares y de auxiliares médicos y a cada legión se le asignó un hospital ambulante. Los médicos militares comenzaron a tratar las heridas denominadas “glandes” producidas por proyectiles de plomo en forma de bellotas y que eran lanzados por hondas. Estas heridas eran muy temidas. Otras heridas importantes eran las producidas por espadas y hachas que en los casos más graves llevaban a una importante pérdida de sangre y el herido entraba en shock y sobrevenía la muerte.1

 Se utilizaron hospitales en tiendas de campañas e instalados cerca de la línea de combate, en sitios resguardados. Quedaban depositados en ellos heridos y enfermos, en lechos fabricados con hojas secas o bien en unos sacos de paja, permaneciendo en ellos para ser evacuados posteriormente. En cada campamento se instaló un “veterinarium” para tratamiento del ganado. Para transporte de heridos se utilizó el “ferculum rusticum” que era una camilla formada por dos ramas de árboles atravesadas por otras más cortas. Los heridos leves eran curados y devueltos al campo de batalla mientras los más graves serán evacuados a las ambulancias, donde reciben tratamiento y son clasificados. Los heridos muy graves y no transportables son mandados a las tiendas de “aegri contubernales” que quiere decir de compañeros enfermos. De los que son transportables, unos serán recuperables y así si esta recuperación se espera que sea rápida son enviados al “Valetudinarium” de la legión, mientras que los que se considera que no son recuperables o que esta será lenta son enviados al “Valetudinarium” de los campamentos fijos o se quedarán en la retaguardia, en villas o ciudades y alojados en casa particulares. Los transportes se harán en carros militares llamados “carpentas”.

Augusto ofreció a los profesionales de la medicina que estuvieran dispuestos a unirse a su ejército el estatus de “équite” y los derechos de ciudadanía completa. Estos ciudadanos ocupaban un estatus social intermedio entre patricios y plebeyos. También recibían beneficios monetarios y tierras al llegar la edad del retiro, quedando también exentos de pagar algunos impuestos. Eran preferidos los médicos que estuvieran de acuerdo con el punto de vista griego de la práctica empírica de la medicina. El ejército llevó a crear escuelas para formar sus médicos y muchos de ellos publicaron tratados. 

La sanidad militar romana solo permitía en el ejército reclutas sanos. Daba gran importancia a la higiene; usando constantemente las cloacas y alcantarillas, suministro de agua limpia y segura, dieta saludable y variada, uso de aceites para protección solar, repelentes de insectos, y cremación de los cadáveres en las afueras de los campamentos, entre otras medidas. Se hacían inspecciones médicas periódicas. El soldado debía observar una higiene personal con limpieza propia de su ropa y equipaje.

En el plano asistencial se logra suministrar los primeros auxilios a los heridos en el campo de batalla. Había un jefe del servicio médico llamado “Praefectus castrorum” que quiere decir el prefecto del campo y era el tercer oficial de la legión, mientras que el “Medicus primus” era el oficial médico. Hubo distintas especialidades: Medicina interna, Oftalmología, Cirugía, Traumatología, y otras. Los cirujanos gozaban de una alta consideración. Los “Medici ordinarii” eran los enfermeros ayudantes mientras que el “Capsarii” era el encargado de preparar y transportar la bolsa del médico o “capsa”, donde se guardaba el instrumental quirúrgico, y los ungüentos.

Después de aplicar los primeros auxilios en el campo de batalla, los heridos más graves eran conducidos en una especie de ambulancias al hospital de campaña. Los médicos romanos empleaban la clasificación de los heridos y determinaban cuáles de ellos debían ser evacuados. Se considera que el cuerpo médico militar romano conseguía salvar la vida del 70% de los heridos que llegaban al hospital.

Cada legión, unidad de caballería o cualquier unidad militar, disponían de un equipo médico y los facultativos eran destinados de una unidad a otra según las necesidades. El cirujano militar Aulo Cornelio Celso fue autor del tratado “De Medicina “donde se recoge la práctica médica romana y que más tarde fue libro de cabecera de los médicos del Renacimiento europeo.

Los médicos romanos practicaban la disección de cadáveres de gladiadores y ejecutados, con lo que aportaron grandes conocimientos anatómicos. Utilizaron el torniquete para cohibir las hemorragias y suturaban las arterias con grapas. Hacían amputaciones de miembros y eran partidarios de hacer el corte en tejido sano, empleando una lima para lisar el hueso antes de cerrar la herida. Un médico famoso fue Arquígenes quien fue el primero en utilizar la ligadura de los vasos sanguíneos en las amputaciones. De origen griego, había nacido en Apamea, Siria, y se estableció en Roma en tiempos de Domiciano.   

Cuando Augusto dispone de una importante flota imperial, observamos que algunas embarcaciones llevan nombres significativos como los trirremes “Asclepius” y “Aesculapius” y una liburna con este mismo nombre. Podrían tratarse de buques hospitales, aunque según Gracia Rivas es algo aventurado aceptar de pleno esta hipótesis. Se conoce que hay un servicio sanitario embarcado para atender a los remeros, soldados, marineros y oficiales. De esta forma, se dispuso que en cada trirreme hubiere un médico por cada 200 hombres. El médico embarcado tenía la consideración de “duplicarii” y estaba capacitado para tratar heridas y atender otras dolencias.

En ocasiones, embarcaban especialistas como los “ocularius” que aplicaban fundamentalmente colirios. Fue muy importante la observación de la higiene a bordo y se implantó la norma de bañarse dos veces al día. Utilizar vestidos de lana para resguardarse de la humedad, prohibición de consumir bebidas alcohólicas, dieta especial para el verano, no inhalar aire viciado procedente de la sentina. Selección de alimentos constitutivos de la ración alimenticia y empleaban el “panis nauticus” que pudiera ser una especie de bizcocho. Para prevenir el mareo empleaban una mezcla de ajenjo, mirto, aceite y vinagre que se colocaba en la nariz, según método de Apuleio.2

Los médicos militares romanos utilizaban frente al dolor gran variedad de sustancias y drogas como el opio, beleño que contenía escopolamina, raíz de mandrágora que llevaba atropina, y otras. El instrumental de cirugía llegó a ser muy diverso. Utilizaban los Mochliskos que eran una especie de palanca para colocar el hueso en su sitio antes de entablillar. El Spathumele tenía una parte ancha destinada a mezclar sustancias y otra parte estrecha para aplicarla a las heridas. El Ferrum candens para cauterización de estas. La Ostagra era una pinza que se empleaba para extraer trozos de huesos en las fracturas con hundimiento del cráneo. Los Hamus eran escalpelos de diferentes tamaños. El Fibulae era una especie de clavo quirúrgico que también se empleaba en el cierre de heridas.

El siguiente paso del médico-cirujano romano era el de prevenir infecciones y Celso describe los síntomas de la infección: enrojecimiento, hinchazón, fiebre y dolor. Esterilizaban el instrumental quirúrgico mediante el agua hervida. Las heridas se lavaban con acetum, vino a punto de convertirse en vinagre y con barbaru que era un potente compuesto de hierbas antisépticas. Se limpiaba la materia extraña para prevenir el tétanos y la gangrena. Se cambiaba los vendajes con regularidad y se utilizaban vendas de lino, levemente mojadas en miel.

La convalecencia se pasaba al principio en tiendas dentro del campamento, pero cuando este pasó de la situación de provisional a la de permanente se construyó el llamado “Valetudinarium “que era el hospital militar, el cual quedaba a cargo de un oficial médico llamado “Opciones Valetudinari”, el cual dependía del “Praefectus Castrorum” de cada legión.

Tenemos la descripción de un hospital militar romano. A la entrada nos encontramos con un gran vestíbulo con grandes ventanales que servía para la labor de recepción y clasificación de todos los enfermos y heridos. A continuación, perfectamente iluminada, nos encontramos con la sala de operaciones y al lado una habitación para la esterilización del material quirúrgico. En el lado este estaban las cocinas y la despensa. En el lado oeste se encontraban los baños, vestidores y lavaderos.

A lo largo de todo un ancho pasillo nos vamos a encontrar con las habitaciones de convalecientes y todas estas habitaciones tenian la particularidad de poder estar separadas de las otras estancias del hospital para tranquilidad de los pacientes y evitar contagios.

El techo también estaba diseñado para proporcionar siempre una ventilación suficiente y fresca. Cuando era necesario el empleo de calefacción, esta dependía de un sistema subterráneo.3

Cada hospital estaba preparado para albergar un 5% de la legión y es probable que en el establecimiento pudieran ser ingresados militares de otras unidades del ejército y también de la marina.

 

  1). Gómez Rodríguez, L. 2013: 63-76. 

  2). Gracia Rivas, M. 1995: 157-178. 

  3). Angelillo, 2013: 1ª y 2ª partes


BIBLIOGRAFÍA

ANGELILLO. BLOG.  "Sanidad Militar en el Ejército romano". 

1ª y 2ª partes. 18 y 26 de abril de 2013

GÓMEZ RODRÍGUEZ, L. Los hijos de Asclepio. Tesis Doctoral. 

Instituto Universitário "General Gutierrez Mellado". Madrid, 2013

GRACIA RIVAS, M. La Sanidad Naval Española. 

E.N.Bazán. Barcelona, 1995

WIKIPEDIA. "Medicina en la antigua Roma". 

wikipedia.org/wiki. 11 de enero de 2021 

El arte de los vendjes. Galeno. El arte de la Medicina. Luis de Caralt.

Barcelona. 1963; 56



Decoración de una copa de beber agua con relatos de historias acuáticas. El arte de la Medicina. Luis de Caralt. Barcelona. 1963; 63

Puente romano en San Fernando, conocido como Puente Zuazo. Su construcción se atribuye a Lucio Cornelio Balbo en el 14 a.C. Foto de 1895. 

Joaquín Quijano. San Fernando. Evocación de un Siglo.

Publicaciones del Sur Editores. San Fernando. 1998; 18 


 

lunes, 16 de agosto de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

 CÁDIZ ROMANA

EJÉRCITO ROMANO

El mando supremo dependia del rey o emperador. Los cargos se repartían de la siguiente forma:

Tribunos militares. Eran los oficiales de las legiones que no tenían un mando definido, pero podían mandar una legión. Había seis por cada legión.

Centuriones. Había sesenta en cada legión, al mando de cada una de los sesentas centurias. El principal de ellos era el centurión primus pilus, primipilus o centurión jefe. Era el centurión de la primera centuria; un hombre experimentado en todos los aspectos de la milicia y participaba en los consejos de guerra, y.el segundo era el centurión de la segunda centuria. El centurión era elegido por el tribuno entre los veteranos más capaces y valientes.Tenían contacto directo con la tropa, encargándose de mantener la disciplina y el entrenamiento. No provenían de la clase social alta y excepcionalmente podían alcanzar el grado de general.  

Praefectus. Los prefectos estaban al mando de la caballería y tropas auxiliares.

Praefectus castrorum. Cuando la legión se establecía en un campamento fijo.

Optius. Eran los ayudantes para tareas administrativas. Mandaban pequeñas fuerzas. Podían ascender a centurión.

Signifer. Era el portaestandarte.

Tesserarius. El tesorero.

Tribunus laticlavius. Era un joven  senador que ejercia como subjefe de la legión.

Oficial superior.

General de la legión. Cargo reservado a la nobleza. No obstante, en tiempos del Imperio podía ser otorgado a cualquier tribuno como premio a sus méritos militares.

Al servicio militar durante la monarquía estaba llamado cualquier ciudadano romano con edad comprendida entre los 17 y 46 años, los cuales eran seleccionados en el Capitolio.

Durante la república, acudieron varones procedentes de otros pueblos de la península itálica. Había soldados voluntarios durante un periodo de tiempo de diecisiete años. Al final de esta era se introdujeron soldados extranjeros procedentes de territorios invadidos. En el periodo del Imperio, los soldados prestaban servicio durante veinte años y al jubilarse percibían una parcela de tierra.

El ejército romano adoptaba la forma de una falange armada a modo del antiguo estilo dorio. Portaban escudo, casco, coselete de cuero con láminas metálicas, giebas y lanza pesada. El contingente estaba formado entre tres mil a cuatro mil quinientos hombres, formados en ocho filas. Las seis primeras estaban formadas por los hoplitas o infantería pesada y las dos últimas eran de los vélites o infantería ligera. Practicaban el choque directo.

La caballería ligera o équites. era poco numerosa, pero al final del Imperio fue aumentando su protagonismo. Estaba constituida por jinetes expertos que solían atacar por los flancos y por la retaguardia para sorprender al enemigo. El ejército romano era mixto en cuanto a clases sociales se refiere pues estaba constituido por patricios y plebeyos, con un cuerpo de reserva para la defensa de la ciudad.

Había dos centurias de ingenieros, dos de músicos y una de los llamados accensi uelati. Los ingenieros construían puentes y parapetos, también fabricaban y reparaban armas. Los músicos transmitían órdenes en medio de la lucha y levantaban la moral de los soldados. Los accesi uelati eran soldados pobres, escasamente armados pues a veces solo portaban un mazo de madera, pero daban consistencia interna a la falange, sustituyendo las bajas. Otras veces la misión consistía en hostigar al enemigo antes del enfrentamiento.

Más tarde; los soldados fueron divididos por edades y quedó constituida tres divisiones: hastati, princeps y triarii. Desapareció la falange y la legión quedó dividida en estas tres divisiones ordenadas en profundidad. Los hastati eran los más jóvenes e iban en cabeza. Los princeps u hombres de edad mediana iban en segunda línea mientras que los triarii que eran los más veteranos quedaban en la retaguardia.

Se le daba gran importancia a la alimentación del soldado y Polibio nos cuenta que recibían trigo, distribuidos en granos, mientras que la cebada se administraba en tiempos de escacez o bien como castigo. Comían tocino, pero también carne fresca. Al principio, solo podían beber posca que era una mezcla de vinagre con agua, pero durante el Imperio fue autorizada una ración diaria de vino. Se consumía sal y aceite. Las comidas se hacían en horario fijo, previo toque de trompeta. Por la mañana se consumían alimentos frios en el prandium mientras que la cena era más abundante. En los días de combate se comía temprano para poder estar bien preparados. Los militares romanos eran condecorados por sus hazañas, pero también podían ser castigados por indiscisciplina.

FLOTA ROMANA

 La primera flota importante estaba constituida por quinquirremes y trirremes, la cual operaba cerca del estrecho de Mesina, entre Sicilia y Calabria. Comenzó a utilizarse el corvus que era un tablón de madera con un garfio para enganchar las naves enemigas y los soldados de infantería de marina la utilizaban como pasarela con el fin de asaltar la nave adversaria. A comienzos de la segunda guerra púnica (218 a.C.) Roma ejercía la hegemonía naval en el Mediterráneo occidental. Roma llegó a tener las siguientes flotas:

Classis Misenensis. Con base en Miseno, controlaba gran parte del Mediterráneo occidental. Se trasladó a Constantinopla con el emperador Constantino.  

Classis Ravenantis. Con base en Rávena, controlaba el Mediterráneo oriental.

Classis Britannica. Situada en Portus Itius, actual Bononia, en la Galia, controlaba el Canal de la Mancha. Después pasó a Rutupiae o Richborough en Britania.

Classis Germánica. En Castra Vetera, Germanía, controlaba el Rin y el Mar del norte.

Classis Pannonica. En Aquincum, Pannonia y después Budapest.    

Classis Moesica. Contolaba el curso inferior del rio Danubio y sus afluentes, el Mar de Azov y después el Pontus Euxinos o Mar Negro, y llevaba el control hasta la península de Crimea.

Classis Pontica. Su base estuvo en Trapezus o Ponto. Controlaba el Mar Negro meridional.

Classis Alexandrina. La base estuvo en Alejandría, provincia romana de Aegyptus. Controlaba parte del Mediterráneo occidental.

Classis Mauretania. Controlaba las costas africanas del mar Mediterráneo occidental y el sur de Hispania. Patrullaba lo que se creía la Columnas de Hércules y tenía su base en Cesárea.

Classis Aquitanica. Posiblemente fuera una flota de circunstancias bélicas puntuales. Participó en el golfo de Vizcaya en la invasión de Cantabria.

Classis Libyca. Patrullaba las costas de Libia.

El tipo de naves lo comprendían los Hexarremes, Quinquerremes, Cuatrirremes, Trirremes y Liburnas.

 Cada flota tenía un jefe que a su vez tenía el mando de la tropa embarcada. Era el “Prefecto de la flota” o “Praefectus Classis”. Cada navío iba mandado por un capitán llamado “Magister navis” y llevaba un piloto o “Gubernator”. El “Decurión” era el encargado de organizar el equipamiento de las naves de la flota. En los puertos militares estaban los encargados de la administración y se llamaban los gestores de la flota o “Quaestores Classici”.

Los remeros o “remiges” eran esclavos. Los marineros o “nautaes” eran reclutados entre los proletarios y los “libertos” o aliados marítimos, también llamados “socii navales”. Los soldados de infantería de marina eran los “classiarii “, destinados a combates en cubierta y podían ser extranjeros y libertos, y en ocasiones esclavos.

Las naves de guerra en general recibían el nombre de “naves longae” o naves largas, con el fin de diferenciarles de las naves comerciales que eran más redondas, con menos eslora, más pesadas, llamadas “oneraria naves”. Todas portaban velas, pero su principal fuerza motriz era a base de remos y en función de estos podrían ser:

Birremes: Dos hileras de remos.

Trirremes: Tres hileras de remos.

Cuatrirremes: Cuatro hileras de remos.

Quinquerremes: Cinco hileras de remos.

Hexarremes: Seis hileras de remos.

Todas tenían poco calado y poco tonelaje. Un quinquerreme llevaba de dotación 300 remeros, un número determinado de marineros y 120 soldados de infantería de marina. Los romanos consideraban tres tipos de navegación:

Navegación de cabotaje: A vista de la costa.

Navegación de gran cabotaje: Como la anterior, pero sin etapas.

Navegación de altura.

El espolón de proa constituía el arma principal o bien se empleaba la táctica de acercarse al costado de la nave enemiga con la finalidad de abordarla. Se empleaba el corvus o pasarela, sujeto al mástil principal de la nave y se dejaba caer sobre la embarcación adversaria.

Cunando se utilizaba el espolón o “rostrum”, se embestía la embarcación enemiga y al abrirse una vía de agua esta podía hundirse. Otra maniobra consistía en hundir la línea de remos para dejar al barco enemigo sin capacidad de maniobrar. Se utilizaban los garfios que eran palos de grandes dimensiones con una especie de gancho en la cabeza y permitía atrapar barcos. Agripa inventó el “harpax” que era una viga de madera de unos dos metros de largo, protegida con placas de hierro, y en el otro extremo unas fuertes amarras. Se lanzaba sobre la cubierta de la nave adversaria con la ayuda de una pieza de artillería, funcionando como si fuera un proyectil. Quedaba enclavado en el otro barco y se recogía con un torno, atrayendo el otro buque. 

Se construyeron altos castillos en proa y popa con el fin de disponer de una plataforma de amparo con la que poder atacar la tripulación de la nave enemiga.

Un papel importante en los combates navales correspondía a los “Milites Classici” o infantería de marina. Fue una fuerza de élite. Cuando tras la batalla de Actium o Accio, el 2 de septiembre del 31 a.C., Octavio Augusto consciente de la importancia que tiene el poseer el dominio del mar, encarga a Marco Vipsanio Agripa la organización de una nueva flota imperial; como consecuencia de ello surge un nuevo cuerpo militar, el de esta infantería de marina romana, entrenadas con el mismo protocolo de las legiones romanas y con la obligación de saber nadar. Dependían del jefe de la Flota y del “Sub-Praefectus” o lugarteniente. Tenían un comandante o “Praepositi” y en lo administrativo dependían del intendente, el “Dietarius” que también se encargaba de la alimentación. El contacto directo con la tropa lo ejercían los “centuriones classis”.

Estos milites classici tenían el rango de soldados de primera clase, dependían directamente del emperador, y además integraban la “Legio Classi”. Llevaban el peso del combate en los abordajes, estando especialmente entrenados para trepar por los cascos de las naves, sus aparejos y mástiles.

Llevaban un uniforme específico con cascos amplios y cubrenucas. Otras veces, llevaban sombreros de ala ancha. No llevaban armadura, para permitir una buena movilidad y poder nadar en caso de caer al mar. Portaban el “gladio” o espada corta, escudo y lanza corta.

BIBLIOGRAFÍA

DUARTE SÁNCHEZ, A.D.El Ejército romano. 2ª Edic. Ebook. Murcia, 2004

RODRÍGUEZ, P.J. " Los Classici Milites (Infantes de Marina)". Aula de Estudios Clásicos Grecolatinos, 2021. www.estudiogeneralde humanidades.es

REVISTA DE HISTORIA."Milites Classici, infanteria de marina romana". 

revistadehistoria.es. Slideshare, 2016

WIKIPEDIA. 

"Armada romana". wikipedia.org/wiki. 30 de octubre de 2019

"Unidades del Ejército romano". 21 de agosto de 2020

                     

lunes, 9 de agosto de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ


 CÁDIZ ROMANA

Los gaditanos, aprovechando las guerras entre cartagineses y romanos y con el fin de liberarse del yugo militar de Cartago, firmaron con Roma un acuerdo y se convirtieron en ciudad aliada, en 206 a.C. Con esta alianza se incrementó el comercio marítimo y refiere Estrabón que los moradores de Cádiz vivían más en el mar que en la tierra. Cádiz comienza a prestar grandes servicios a Roma y agradecido Lucio Cornelio Sila, concede el derecho de ciudadanos de Roma a una serie de gaditanos. Más tarde, la marina gaditana auxiliará a Julio Cesar en sus conflictos bélicos vecinos y en el año 705 desde la fundación de Roma todos los gaditanos pasaran a ser ciudadanos romanos y la ciudad pasará a llamarse Julia Gaditana. Afirma Adolfo de Castro que Cádiz fue municipio y no colonia romana. 

La conquista de Hispania se había iniciado en el año 218 a.C. y la península Ibérica quedaría bajo el dominio de la civilización romana hasta el siglo III d.C.con casi seiscientos años de duración. Roma se aprovechó de los recursos económicos del pais, siendo la agricultura su principal fuente de riqueza, sobre todo el trigo, la vid, olivo, fruta y cereales. La ganaderia con caballos, cabras y ovejas, también representó una muy importante ayuda. Y también  junto a ellos, la explotación de metales y minerales. 

Además, los romanos crearon una excelente red de comunicación mediante la construcción de calzadas que asegurarian importantes rutas comerciales. Dejaron un muy apreciado legado artistico, arquitectónico y monumental. 

La conquista romana se había iniciado con el importante desembarco de los  Escipiones en el puerto de Ampurias y posteriormente el ejército romano continuó su avance a lo largo del litoral mediterráneo para seguir hacia Cartago Nova y Andalucia, en poder de los cartagineses hasta el año 209 a.C.

Se puede decir con toda seguridad  que la política militar de Roma para Hispania tiene dos hechos fundamentales: Reorganizar los territorios conquistados con la finalidad de obtener una explotación sistémica de nuevos recursos. y también conseguir unas fronteras más sólidas con la expulsión de los cartagineses.

BIBLIOGRAFÍA

BASSA, A. PLANET, J.A. ROSADO,F. Historia de España. 

Ediciones Nauta. Barcelona, 2003. 

DE CASTRO Y ROSSI, A. Historia de Cádiz y su provincia. 

SPÍNOLA, C. et al. La Provincia de Cádiz Pueblo a Pueblo. 

Junta de Andalucita. Diputación de Cádiz y entidades colaboradoras. Cádiz, 1995

 

 


lunes, 2 de agosto de 2021

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ


CÁDIZ FENICIA Y CARTAGINESA

 MEDICINA DE CARTAGO Y PUEBLOS VECINOS. LA SANIDAD MILITAR

En un principio, la medicina fenicio púnica queda englobada dentro de las medicinas llamadas arcaicas, con empirismos y creencias mágicas-religiosas. Divinidades de la medicina como Eshmún y Apollon, en Cartago, estaban relacionadas con todo tipo de curaciones.

No obstante, Dioscórides nos habla de una farmacopea cartaginesa con recetas curativas a base de azafrán, mirra, nardo, pimienta blanca, aceites de oliva y de rosas, lentejas, vino, canela, sésamo, comino y miel. Se empleó la hidroterapia mediante el uso de aguas minerales medicinales, los templos estaban dotados de piscinas para estos fines.

Entre los medicamentos de origen animal estaba la “cera púnica” que era un compuesto hecho a base de grasa de oca y cisne y al que se le añadía ceniza y aceite de rosas. De las cascaras de huevos de avestruz se obtenía un ungüento que según Plinio aliviaba las quemaduras. Junto a ellos; medicamentos de origen vegetal con empleo de apio, puerro y zanahorias. Del arbusto aligustre se obtenía un compuesto para fabricar ungüentos y cataplasmas. Se conoció las propiedades de diversas plantas como la adormidera, belladona o la mandrágora y se obtuvo opio que fue fumado en pipas para tratamiento de diversas dolencias. La granada era valorada por su riqueza en minerales y vitaminas, siendo empleada para enfermedades estomacales porque al parecer poseia propiedades antibacterianas, astringentes y eliminación de lombrices.

De los medicamentos de origen mineral destacaron: la mirra, empleada para diversos fines terapéuticos, y en dermatología y oftalmología se utilizó la sal.

La cirugía se empleó en principio para el tratamiento de la lepra y también se implantaron prótesis dentales. El material quirúrgico empleado también serviría para otras finalidades cotidianas y eran utilizados instrumentos diversos como cuchillos, pinzas, espátulas, lancetas, agujas y tijeras. Y hay que destacar una pieza con horquillas en ambos extremos destinadas a la extracción de pólipos nasales fundamentalmente, aunque no se puede descartar su empleo en otras actividades. Otras prácticas quirúrgicas fueron la trepanación y circuncisión.1

Los médicos se llamaban al parecer Rufé y hubo una Escuela Médica en la Berytus helenística, actual Beirut, que parece ser estuvo muy influenciada por Alejandría. Otro personal sanitario mencionado en las inscripciones son los “barberos” y los “maestros del agua”. Según Estrabón, en el siglo II a.C. Eudoxo de Cícico, navegante y geógrafo griego, recaló en Cádiz con la intención de llegar a la India a través de una ruta occidental y en su expedición marítima embarcó, además de bailarinas y artesanos, diversos, médicos. Aunque solo hemos encontrado esta descripción de la existencia de médicos embarcados en una flota de la época, hemos de considerar que los cartagineses, a semejanza de otros pueblos contemporáneos, llevarían médicos en sus expediciones terrestres y marítimas.

Los griegos habían inventado un instrumento llamado “Belulco” o “Crafisco” destinado a la extracción de proyectiles y sabemos que sus tropas llevaban médicos elegidos por el general, mientras otros acudían sin contrato y cobraban según sus actuaciones, se llamaban “perideutas”. La sanidad se situaba detrás de la tropa, mandada por el rey.

Está documentado que Nero, abuelo de Hipócrates, en sus campañas marítimas llevó un hospital flotante constituido por una galera de 50 remos, la cual transportaba “medicamentos saludables”. En la batalla de Issos, Alejandro Magno montó un hospital de campaña en la bahía de aquella ciudad, y no olvidemos que Grecia aportó el concepto de ambulancia, el empleo de camilleros, y bolsa de socorro o paquete de cura individual. Hemos de tener en cuenta que la “ambulancia” era un pequeño puesto móvil que acompañaba al ejército en campaña con el objeto de prestar los primeros auxilios. En el ejército espartano había sirvientes llamados “upasitas” cuya misión consistía en retirar los heridos del campo de batalla.2

Los egipcios trataban en campaña las fracturas de cráneo y antebrazo y para la curación de heridas utilizaban el “nepente” que era un fármaco obtenido de las plantas de la familia de las nepentáceas y lo empleaban disuelto en vino. Los ejércitos llevaban médicos contratados y hay indicios de la existencia de hospitales de campaña.3

Los persas utilizaban medicamentos bajo la influencia de los médicos griegos y en campaña los ejércitos llevaban “curadores de heridas” que se llamaban “epimeletai” que en griego significa “el que cura”. Persia como encrucijada de caminos y de civilizaciones fue trascendental en la historia de la asistencia sanitaria en campaña.4


1). Martín Ruiz, J.A. 2016: 107-141. Lipinski, 1990: 167. Ruiz Cabrero, 2009: 68. Allan, 2001: 377 y 379-80. Martín Ruiz, 2016: 138.

2). Gómez Rodríguez, L. 2013: 53-62. Monserrat, S.1946. Albarracín, A. 1984.

3). Gómez Rodríguez, L. 2013: 41-46. López Eire, A. 1991.

4). Gómez Rodríguez, L. 2013: 47-52. Monserrat, S. 1946.


BIBLIOGRAFÍA

GÓMEZ RODRÍGUEZ, L. Los hijos de Asclepio. Tesis Doctoral. Instituto Universitario 

General Gutiérrez Mellado. Madrid,2013 

MARTÍN RUIZ, J.A. "Aspectos de la Vida y de la Muerte en las Sociedades Fenicio-Púnicas".

XXIX Jornadas de Arqueologia Fenicio-Púnica. ELVISSA, 2014


Ejército cartaginés. Pinterest

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Castillo de Sancti Petri sobre las ruinas del Templo de Hércules-Melkart. Autor.