CÁDIZ FENICIA Y CARTAGINESA
MEDICINA DE CARTAGO Y PUEBLOS VECINOS. LA SANIDAD MILITAR
En un principio, la medicina fenicio púnica queda englobada
dentro de las medicinas llamadas arcaicas, con empirismos y creencias
mágicas-religiosas. Divinidades de la medicina como Eshmún y Apollon, en
Cartago, estaban relacionadas con todo tipo de curaciones.
No obstante, Dioscórides nos habla de una farmacopea cartaginesa con recetas curativas a base de azafrán, mirra, nardo, pimienta blanca, aceites de oliva y de rosas, lentejas, vino, canela, sésamo, comino y miel. Se empleó la hidroterapia mediante el uso de aguas minerales medicinales, los templos estaban dotados de piscinas para estos fines.
Entre los
medicamentos de origen animal estaba la “cera púnica” que era un compuesto
hecho a base de grasa de oca y cisne y al que se le añadía ceniza y aceite de
rosas. De las cascaras de huevos de avestruz se obtenía un ungüento que según
Plinio aliviaba las quemaduras. Junto a ellos; medicamentos de origen vegetal
con empleo de apio, puerro y zanahorias. Del arbusto aligustre se obtenía un
compuesto para fabricar ungüentos y cataplasmas. Se conoció las propiedades de
diversas plantas como la adormidera, belladona o la mandrágora y se obtuvo opio
que fue fumado en pipas para tratamiento de diversas dolencias. La granada era
valorada por su riqueza en minerales y vitaminas, siendo empleada para
enfermedades estomacales porque al parecer poseia propiedades antibacterianas, astringentes y
eliminación de lombrices.
De los medicamentos de origen mineral destacaron: la mirra,
empleada para diversos fines terapéuticos, y en dermatología y oftalmología se
utilizó la sal.
La cirugía se empleó
en principio para el tratamiento de la lepra y también se implantaron prótesis
dentales. El material quirúrgico empleado también serviría para otras
finalidades cotidianas y eran utilizados instrumentos diversos como cuchillos,
pinzas, espátulas, lancetas, agujas y tijeras. Y hay que destacar una pieza con
horquillas en ambos extremos destinadas a la extracción de pólipos nasales
fundamentalmente, aunque no se puede descartar su empleo en otras actividades.
Otras prácticas quirúrgicas fueron la trepanación y circuncisión.1
Los médicos se llamaban al parecer Rufé y hubo una Escuela Médica en la Berytus helenística, actual
Beirut, que parece ser estuvo muy influenciada por Alejandría. Otro personal
sanitario mencionado en las inscripciones son los “barberos” y los “maestros del
agua”. Según Estrabón, en el siglo II a.C. Eudoxo de Cícico, navegante y
geógrafo griego, recaló en Cádiz con la intención de llegar a la India a través
de una ruta occidental y en su expedición marítima embarcó, además de
bailarinas y artesanos, diversos, médicos. Aunque solo hemos encontrado esta
descripción de la existencia de médicos embarcados en una flota de la época,
hemos de considerar que los cartagineses, a semejanza de otros pueblos
contemporáneos, llevarían médicos en sus expediciones terrestres y marítimas.
Los griegos habían inventado un instrumento llamado “Belulco”
o “Crafisco” destinado a la extracción de proyectiles y sabemos que sus tropas
llevaban médicos elegidos por el general, mientras otros acudían sin contrato y
cobraban según sus actuaciones, se llamaban “perideutas”. La sanidad se situaba
detrás de la tropa, mandada por el rey.
Está documentado que Nero, abuelo de Hipócrates, en sus
campañas marítimas llevó un hospital flotante constituido por una galera de 50
remos, la cual transportaba “medicamentos saludables”. En la batalla de Issos,
Alejandro Magno montó un hospital de campaña en la bahía de aquella ciudad, y
no olvidemos que Grecia aportó el concepto de ambulancia, el empleo de
camilleros, y bolsa de socorro o paquete de cura individual. Hemos de tener en
cuenta que la “ambulancia” era un pequeño puesto móvil que acompañaba al
ejército en campaña con el objeto de prestar los primeros auxilios. En el
ejército espartano había sirvientes llamados “upasitas” cuya misión consistía
en retirar los heridos del campo de batalla.2
Los egipcios trataban en campaña las fracturas de cráneo y
antebrazo y para la curación de heridas utilizaban el “nepente” que era un
fármaco obtenido de las plantas de la familia de las nepentáceas y lo empleaban
disuelto en vino. Los ejércitos llevaban médicos contratados y hay indicios de
la existencia de hospitales de campaña.3
Los persas utilizaban medicamentos bajo la influencia de los
médicos griegos y en campaña los ejércitos llevaban “curadores de heridas” que
se llamaban “epimeletai” que en griego significa “el que cura”. Persia como
encrucijada de caminos y de civilizaciones fue trascendental en la historia de
la asistencia sanitaria en campaña.4
1). Martín Ruiz, J.A. 2016: 107-141. Lipinski, 1990: 167.
Ruiz Cabrero, 2009: 68. Allan, 2001: 377 y 379-80. Martín Ruiz, 2016: 138.
2). Gómez Rodríguez, L. 2013: 53-62. Monserrat, S.1946.
Albarracín, A. 1984.
3). Gómez Rodríguez, L. 2013: 41-46. López Eire, A. 1991.
4). Gómez Rodríguez, L. 2013: 47-52. Monserrat, S. 1946.
BIBLIOGRAFÍA
GÓMEZ RODRÍGUEZ, L. Los hijos de Asclepio. Tesis Doctoral. Instituto Universitario
General Gutiérrez Mellado. Madrid,2013
MARTÍN RUIZ, J.A. "Aspectos de la Vida y de la Muerte en las Sociedades Fenicio-Púnicas".
XXIX Jornadas de Arqueologia Fenicio-Púnica. ELVISSA, 2014
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