Estado religioso de Palestina en
tiempos de Jesús
El Templo de Jerusalén
Constituía el centro del culto en tiempos de Jesucristo y era el templo
construido por Zorobabel, en el año 515 a.C., a la vuelta del cautiverio de
Babilonia, y fue consagrado por Judas Macabeo en el 165 a.C. Después había sido
agrandado y embellecido por Herodes el Grande. Nabucodonosor II, en el año 587
a.C. había destruido el primitivo templo, construido por Salomón para sustituir
el Tabernáculo que constituía el único centro de culto del pueblo judío. El
emplazamiento de ambos templos fue el mismo: la cima del monte Moría. En el
exterior; el Templo presentaba grandes atrios y vestíbulos que quedaban
defendidos por murallas y torreones, mientras que el interior presentaba dos
amplios recintos: el Santo y el Santo de los Santos. En el primero estaba el
altar de oro que era donde se quemaba el incienso, depositado en un altar, el
candelabro de los siete brazos, hechos de oro,
y la mesa de los panes de la proposición, también de oro, y algunas
vasijas de este rico metal procedentes del primitivo Templo. El Santo de los
Santos, Sanctum Sanctorum, o Kodesh Hakodashim, era una sala cuadrada, donde
solo podía entrar el Sumo Sacerdote una vez al año, en la Fiesta de la Expiación.
En este lugar santísimo, en el primer templo, se guardó el Arca de la alianza
con su contenido que comprendía las Tablas de la Ley, la medida del maná, los Urim
y Tumin que serian objetos empleados para discernir la voluntad divina, la
serpiente de bronce, y la vara de Aarón. En el segundo templo; el Sanctum
Sanctorum quedaba separado por cortinas. En el exterior, el Templo tenía un
patio con arboles y había un área para gentiles. Este Templo fue destruido por
las tropas romanas en el año 70 d.C. y actualmente queda como vestigio el Muro
de las Lamentaciones, conocido como Kotel o Muro Occidental.
Las Sinagogas
Eran una especie de templos donde los judíos se reunían los sábados, con el
objeto de escuchar la lectura y comentarios de la Ley. En ellas se guardaban
los Libros Sagrados. Estas sinagogas datan del tiempo de la cautividad de
Babilonia, pues no podían los judíos ir al Templo de Jerusalén. Entonces
fundaron estos lugares para celebrar el culto y al volver del destierro
conservaron esta costumbre. De modo, que las sinagogas eran una sustitución del
Templo de Jerusalén en cada ciudad. Hoy en día, nos encontramos con multitud de
Sinagogas en todas partes, generalmente orientadas hacía Jerusalén. Al fondo
hay un armario o tabernáculo; el arca sagrada con los royos de la Ley, y ante
el tabernáculo una lamparilla que arde constantemente, en recuerdo de la luz
perpetua que brillaba en el Templo de Jerusalén. Un candelabro de siete
lámparas recuerda la Menora del Templo, y una mesa de pupitre sobre una
plataforma hace las veces de altar, sobre la que se lee la Torá.
Sacerdotes
El sacerdocio, en Israel, comprendía tres grados. El sumo Sacerdote, los
sacerdotes y los levitas. En realidad, todos pertenecían a la tribu de Leví, en
la que los primogénitos se consagraban al Señor. El Sumo Sacerdote debía de
ser, además, de la familia de Aarón, porque este fue el primer Sumo Sacerdote.
Este cargo que había sido siempre vitalicio, durante la dominación romana era
vendido. Leví era el tercer hijo de Jacob y los levitas fueron consagrados a
Dios por medio de Moisés, para el servicio del Tabernáculo y luego para el
Templo de Jerusalén. Aarón había sido consagrado como el primer Sumo Sacerdote
de Israel y sus descendientes pertenecían a esta clase sacerdotal conocida como
Cohanim. Los levitas no tenían tierra ni heredad y su función era encargarse de
todo lo relacionado con el Templo, como: adoración, alabanza, sacrificios,
ofrendas, y otros. Vivian de las ofrendas que el pueblo presentaba en el
Templo.
Escribas
Eran personas con cierta preparación y erudición, designados bien por la
tradición o por la Ley. Ejercían el magisterio de la Ley o de los Libros
Sagrados y se les llamaba Rabbí que quiere decir maestro. A veces eran
conocidos como: Doctor de la Ley o Legisperito. Aunque al principio escriba
quería decir escribiente porque su misión era la transcripción, copia, y
conservación de los Libros Sagrados; con el tiempo se convirtieron en
comentarista de la Ley, e incluso llegaron a ser jueces de la propia Ley. No
era preciso el pertenecer a una secta determinada. No obstante, solían ser de
una de las dos sectas influyentes: fariseos y saduceos. En los días del
sacerdote Esdras, 538 a.C., comenzaron a conocerse estos escribas o soferim que
de copistas de las Escrituras terminaron convirtiéndose en celosos defensores
de la Ley, llegando a ser verdaderos maestros de la gente común. Eran
meticulosos porque omitir una sola letra podía cambiar el sentido de una
palabra, en la escritura hebrea. Se dice que muchos de ellos limpiaban
meticulosamente la pluma, antes de escribir las palabras: Elohim (Dios) o Adonai
(Señor). El hecho de escribir una palabra de memoria, sin haberla pronunciado
antes, constituía un pecado grave. También llegaron a tener autoridad judicial
para dictar sentencia en los tribunales de justicia, y en el Sanedrín.
Sectas religiosas
Había cinco principales sectas religiosas y políticas en el pueblo judío:
Saduceos. A pesar de ser
una secta religiosa eran librepensadores. A ella pertenecían la mayor parte de
los aristócratas, ricos y empleados. Negaban la inmortalidad del alma y la otra
vida pero admitían la Ley y las Tradiciones, particularmente ritos y cultos.
Presentaban admiración por las culturas griega y romana y estaban de acuerdo
con la invasión extranjera. Por ello, el pueblo les miraba con desconfianza y
muchos les odiaban. Se les conocía como los zadokitas por ser descendientes del
Sumo Sacerdote Sadoq, en tiempos de Salomón. Como Sadoq quería decir justicia o
rectitud, los saduceos tenían que ser hombres justos y rectos. Ocupaban gran
parte del Sanedrín y trabajaban para mantener la paz, mediante aceptación de
las decisiones de Roma. Muy conservadores, desde el punto de vista religioso,
consideraban que solo la palabra escrita era de Dios. Además, negaban la
intervención de Dios en la vida cotidiana, negaban la resurrección de los
muertos y cualquier vida después de la muerte, y como el alma perece no habría
ningún castigo o recompensa después de la vida terrenal. Negaban la existencia
del mundo espiritual, de ángeles y demonios.
Fariseos. Se mostraban
celosos y observadores de la Ley, por lo que constituían un partido
nacionalista judío-religioso. Contaban con el aprecio del pueblo. En tiempos de
Jesús, dirigían la vida política y religiosa del pueblo judío. Como la mayoría
de los escribas y doctores de la Ley pertenecían a esta secta, tenían una gran
influencia en el Sanedrín. Se cree que su inicio está relacionado con la
cautividad de Babilonia. En su mayoría eran hombres de negocio, pertenecientes
a la clase media, en contacto con el hombre común, y aunque representaban una
minoría en el Sanedrín, tenían una gran influencia en él, como hemos dicho, porque
tenían el apoyo de la gente. Religiosamente aceptaban la Palabra escrita como
inspirada por Dios. Concedían autoridad a la tradición oral y defendían que
esta se remontaba hasta Moisés. Sostenían que Dios controla todas las cosas
pero las decisiones tomadas por cada individuo también contribuyen al curso de
la vida. Creían en la resurrección de los muertos y en una vida posterior, con
la correspondiente recompensa o castigo. Creían en la existencia de ángeles y
demonios
Esenios. Eran como
ascetas y estaban dedicados a la oración, penitencia y trabajo. Vivian
diseminados por toda Palestina. La mayoría de ellos habitaban en la orilla
occidental del Mar Muerto y se calcula que esta secta estaba formada por unos
cuatro mil hombres. Según Filón de Alejandría y otros escritores del siglo I
d.C., los esenios compartieron sus posesiones, vivían de la agricultura y de la
artesanía, rechazaron la esclavitud. Creían en la inmortalidad del alma. El
principal grupo se oponía al matrimonio. Practicaban la oración y el estudio.
Los infractores eran separados del grupo.
Herodianos. Constituían
más un partido político que una secta religiosa. Se les conoce con este nombre
por su adhesión a la dinastía de Herodes. Se sometían de buena voluntad al
poder de Roma y sostenían que era legal el pago de tributo al Emperador. Solían
ser personas ricas y para ellos el gobierno estable proporcionaba prosperidad y
seguridad.
Zelotes Descrito por
Josefo como la “cuarta filosofía entre los judíos”. Seguían el ejemplo de Matatías,
manifestando un gran celo por la Ley de Dios, cuando Antíoco IV intentó
suprimir la religión judía. Opuestos a la dominación romana, con un gran
sentido nacionalista. En los años 66-73 d.C. tomaron parte activa en la
rebelión contra Roma, siendo reducidos en su fortaleza de Masada, cerca del Mar
Muerto.
BIBLIOGRAFÍA
DUDAS BIBLICAS. ¿QUIENES ERAN LOS ESCRIBAS?dudasbiblicas.blogspot.com
¿QUIENES ERAN LOS HERODIANOS Y LOS ZELOTES? UNCION DE LO ALTO
¿QUIENES ERAN LOS SADUCEOS Y LOS FARISEOS? GOTQUESTIONS.ORG
ZAHONERO VIVO, J. MARTIN PENALBA, M. A. Elementos
de Religión. Jesucristo según el
Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil. Alcoy, 1954
WIKIPEDIA.www.wikipedia.org/wiki
Muro de las Lamentaciones en 1992
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