Estado político de Palestina
El pueblo judío arranca del patriarca Abraham y primero se llamó pueblo de
Israel. Comprendía doce tribus nacidas de los doce hijos de Jacob o Israel.
Tomó más tarde el nombre de pueblo judío por la tribu de Judá, por ser esta la
preeminente, en cuya descendencia se encuentra el Mesías. En tiempos de
Jesucristo el pueblo judío comprendía dos grupos: Los judíos que vivían en
Palestina, formando parte de la nación, aproximadamente unos dos millones y
medio; y los judíos que vivían fuera de Palestina, formando grandes colonias
dispersas por todo el mundo, en mayor número; conocido este hecho como la
Diáspora o dispersión. No obstante, ambos grupos de judíos estaban íntimamente
unidos por sus ideales religioso y político. El Templo de Jerusalén
constituiría la meta espiritual de todos los judíos y los pertenecientes a la
Diáspora oraban siempre cara a Jerusalén y en la visita anual a esta ciudad,
durante la Pascua, quedaría sellada la unión material y moral de todo el pueblo
judío. Después de haber partido de Egipto y haber atravesado la península del
Sinaí, la tribu de Judá había ingresado en Canaán junto a las demás tribus
israelitas, y se estableció al Sur de Jerusalén. Se había vuelto la más
poderosa y de ella nacieron los importantes reyes David y Salomón. De ella
emerge la profecía de la llegada de un Mesías, perteneciente a esta tribu. El
Patriarca Judá fue el cuarto hijo de Jacob. Había nacido en Harán, tierra donde
su padre se había refugiado de su hermano Esaú. Su madre fue Lea, una de las
hijas de Labán, patriarca en la familia de Abraham y vivía en Padan Aram,
Mesopotamia. Casado con Súa, hija de un cananeo, esta le dio tres hijos. Jacob
había profetizado sobre el futuro de la tribu de Judá, diciendo que sería una
tribu poderosa y la compara con un cachorro de león. La genealogía de Mateo y
Lucas colocan a Jesús como descendiente de Judá. No obstante, había ocurrido un
importante obstáculo después de Salomón, cuando ocurre la Diáspora o
dispersión, en hebreo Galut. Había sucedido a Salomón su hijo Raboam, cuando
surgen enormes dificultades al reclamar un personaje influyente llamado
Jeroboam, hijo de Nabat, de la tribu de Efraín; el que fueran aliviados los
fuertes impuestos y trabajos pesados que tenía que soportar el pueblo. Como
consecuencia de ello se organiza una profunda división en el reino, y las diez
tribus del Norte se van con Jeroboam. Solo los israelitas del Sur que son los
de Judá reconocen a Raboam como rey, a los que se les unen la tribu de Benjamín
y los levitas. El reino del Norte toma el nombre de Israel y el del Sur el
nombre de Judá. Al haber incorporado la tribu de Judá la de Benjamín, formaran
ambas la Casa de Judá
La teocracia
No cabe la menor duda de que el régimen político del pueblo judío se
encontraba apoyado en su religión. De este modo diremos que hay una teocracia o
gobierno de Dios, donde el Creador es a su vez; Dios, rey y juez de Israel. Por
lo tanto, el pueblo judío se convierte en el pueblo de Dios por antonomasia.
Con la vocación del padre Abraham, Dios funda este pueblo, y desde entonces Dios
lo dirige. Hay momentos en que es libre y otros en que está cautivo en Egipto.
Cuando termina este cautiverio le es asignado una tierra que será la “tierra
prometida” y en ella se establecerá el pueblo de Israel, y será su nación. Se
descubre como un territorio situado entre la costa de Egipto y la orilla del
Éufrates. La promesa hecha por Dios a Abraham fue renovada a su hijo Isaac y al
hijo de este Jacob, nieto de Abraham. De
este modo, las leyes del pueblo judío serán leyes divinas, siendo su ley
fundamental el Decálogo, pero Dios mismo se encargará de añadir otras leyes;
religiosas y civiles. Desde sus comienzos hasta la llegada de Jesucristo, este
régimen teocrático va adoptando diversas formas. Al comienzo, Dios está
representado por los Patriarcas, más tarde por los Caudillos, y después por los
Jueces y Reyes, para seguirles un régimen pontifical, el cual comienza por
Esdras y va a desembocar en la dinastía de los Macabeos o Asmoneos, la cual
entronca al final con la de Herodes.
Dinastía de los Macabeos
Una vez que había sido extinguida la monarquía de Judá y había terminado la
cautividad de Babilonia, el pueblo judío comenzó a ser gobernado
transitoriamente por Pontífices, hasta que llegan las profanaciones de Antíoco
IV, rey de Siria. Este había atacado e invadido Egipto, excepto Alejandría, y
también había conquistado Chipre. Posteriormente organiza una expedición
militar a Jerusalén, a la que saquea. Según el Libro de los Macabeos promulga
varias ordenanzas de tipo religioso, como: tratar de suprimir el culto a Yavé y
prohibir el judaísmo. Mandar consumir alimentos considerados impuros por los
judíos y tratar de establecer el culto a los dioses griegos En estos momentos;
Dios realiza la restauración del régimen teocrático real. Para ello; elige a Matatías,
quien con sus hijos llamados Macabeos consiguen levantar a la población en
contra del invasor y lucha varios años contra este, logrando al final el
triunfo y la libertad del pueblo judío. En esta lucha, pasarán a la historia los
hijos de Matatías: Judas, Jonatán y Simón. La fiesta judía Janucá conmemora
este hecho. Por un plebiscito del
pueblo, queda vinculada a la familia de los Macabeos o Asmoneos la realeza y el
sumo sacerdocio. Esta dinastía durará alrededor de setenta años.
Dinastía de Herodes
Aprovechándose de las luchas de los últimos Macabeos, protagonizada por los
hermanos Hircano II y Aristóbulo II, interviene Antipas que era el gobernador
de Idumea, con la ayuda de Roma, logrando que el Imperio romano le concediera
el título de Gobernador de Judea. Hircano era hijo del Sumo Sacerdote Alejandro
Janeo y de su esposa Salomé Alejandra quien sucede en el trono a su marido,
tras la muerte de este. Entonces, nombra a su hijo Hircano Sumo Sacerdote. Al
morir su madre, Hircano se proclama rey, ayudado por los fariseos mientras que
los saduceos que se encontraban apartados del poder apoyan a su hermano
Aristóbulo, el cual logra hacerse dueño de una parte del territorio y
proclamarse rey. Idumea o Edom era una región situada al Sur de Judea y del Mar
Muerto y estaba habitada por el pueblo semita de los idumeos o edomitas. Herodes,
hijo de Antipas, lograría que el Senado de Roma le otorgara el título de Rey de
Judea. Después, elimina a los últimos descendientes de los Macabeos para que
saliera el cetro de Judá de las manos del pueblo judío. Así se cumplen las
profecías.
BIBLIOGRAFÍA
DIVISIÓN DEL REINO DE ISRAEL I-BUENA NUEVA.www.buenanueva.net/biblia
ZAHONERO VIVO, J. MARTIN PENALBA, M. A. Elementos
de Religión. Jesucristo según el
Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil. Alcoy, 1954
WIKIPEDIA.www.wikipedia.org/wiki
Reproducción del Templo de Jerusalén.
Zahonero Vivo y Martín Penalba
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