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lunes, 13 de abril de 2020

PASCUA DE RESURRECCIÓN. AÑO 2020

   Resurrección de Jesús.

Solo aparece en el Evangelio de san Mateo como un ángel se dirige a las mujeres que acuden al sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús y les dice: Se que buscáis a Jesús Nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, como había dicho; no está aquí. También en los otros Evangelios se habla de que Jesucristo ha resucitado. Además hay una serie de hechos como la aparición del sepulcro vacío, observado por todos. Junto a ello, las sucesivas apariciones de Cristo demuestran el hecho de su resurrección.  
Consideramos que el cuerpo de Cristo permaneció en el sepulcro desde el día de su muerte, viernes por la tarde, hasta el domingo por la mañana. Y al amanecer de este último día, Jesucristo con propia virtud y poder, resucita triunfante y glorioso. Lo había predicho en ocasiones.
Aquella mañana de este domingo glorioso, habían acudido al sepulcro varias personas. Primero fueron la Santas Mujeres, a las que se le aparecería el ángel, y después habían acudido Simón Pedro y Juan, avisados por María Magdalena. Los discípulos vieron la loza del sepulcro removida y los lienzos que habían envuelto el Cuerpo de Jesús, esparcidos por el suelo.
Cuando Jesús salió del sepulcro se sintió un gran terremoto y el ángel había removido la piedra después de que había resucitado. Los guardianes fueron presos de un gran terror y quedaron como muertos. Los judíos quisieron sobornarles para que dijeran que se habían quedado dormidos y esta circunstancia fue aprovechada por los discípulos para llevarse el Cuerpo de su Maestro. No obstante, la verdad pronto se dio a conocer.
Mientras estuvo en el sepulcro el Cuerpo de Jesús, su Alma, unida a la Divinidad, bajó al Limbo o Seno de Abrahán a libertar las almas de los Santos Padres que esperaban su santo advenimiento. (Mc., XVI; Mt., XXVIII; Lc., XXIV; J., XX.). En el Credo se dice: Descendió a los infiernos.1

El célebre escritor y dominico francés Raymond-Leópold Bruckberger escribe: Al comienzo de esa mañana fantástica, hubo un momento, que duró varias horas, en el que cada cual se preguntó que había ocurrido realmente. Digo cada cual, amigos y enemigos, y tanto los sumos sacerdotes como los apóstoles. Durante ese largo momento, en las pocas casas de Jerusalén en que ya se sabía que la tumba de Jesús estaba abierta y vacía, hubo esa inquietud solemne que reina en un país, que sabe que en su frontera se desarrolla la batalla decisiva de la que depende su destino, y que no conoce aún resultado.2
Opina el conocido escritor y sacerdote José Luis Martín Descalzo que en los cuarenta días posteriores a este asombroso fenómeno de la Resurrección de Cristo todo iba a ser fantástico, ya que resultaba que tampoco Jesús regresaba como el vencedor total que sus discípulos hubieran deseado. Al contrario, parecía jugar con ellos y aparecía y desaparecía. A pesar de estar con ellos no realizaba aquellos viajes anteriores. De este modo, aunque en sus apariciones dejaba momentos de alegría, después todo quedaba en el aire. Creaba, de todos modos, una gran esperanza. No cabe la menor duda que Jesús no eligió regresar como un vencedor que va a arrollar a los que fueron sus enemigos.
El mismo Bruckberger manifiesta que en la nueva relación de los discípulos con su Maestro todo quedaba más claro y se entendía mejor lo que había pasado anteriormente. Los apóstoles entenderían que Jesucristo no era sólo su jefe ni un profeta mayor que los demás, sino también Dios en persona. Por eso se manifiesta santo Tomás diciendo: Señor mío  y Dios mío.

1). Zahonero Vivó y Martín Penalva, pp. 161-162.
2). Martín Descalzo, p. 1188.

BIBLIOGGRAFÍA
MARTÍN DESCALZO, J.L. Vida y misterio de Jesús de  Nazaret. Ediciones Sígueme. Salamanca, 1998.
ZAHONERO VIVÓ, J. MARTÍN PENALVA, M.A. Jesucristo según el Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil. Alcoy, 1954.



Imagen de Cristo Resucitado. Talla del escultor isleño Alfonso Berraquero. Desfile procesional de la Hermandad de la Sagrada Resurrección.
Sede parroquial en la parroquia de San José Artesano. 
San Fernando (Cádiz). Domingo de Gloria de 2019.

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