Patricio
Javier Montojo Pasarón nace el día 9 de septiembre de 1839, en la ciudad de
Ferrol (La Coruña).
1852.
Ingresa como Aspirante en el Colegio Naval Militar de San Carlos, en la ciudad
de San Fernando (Cádiz).
1855.
Es Guardiamarina de segunda clase.
1858.
Es Guardiamarina de primera clase. 1859. Asciende al empleo de Alférez de Navío.
1860.
Es destinado a Filipinas y está a las órdenes de Casto Méndez Núñez quien manda
la goleta Constancia y cuyo segundo comandante es José Malcampo Monge.
Participa en el asalto a la costa de Pagalungán, en Mindanao. Asciende a
Teniente de Navío y navega por los mares de China y Cochinchina, durante la
campaña franco-española que finalizará en 1863.
1866.
Embarca en la fragata de hélice Almansa, buque insignia del entonces brigadier
Casto Méndez Núñez, y participa en la batalla del Callao.
1868.
Es nombrado secretario del vicealmirante Casto Méndez Núñez y después
secretario del Almirantazgo.
1873.
Asciende al empleo de Capitán de Fragata. Toma el mando de un buque en el
Apostadero de la Habana.
1876.
Pasa destinado al Apostadero de Rio de la Plata y toma el mando de otros
buques, aquí destacados.
1884. Asciende al empleo de Capitán de Navío y
pasa de nuevo a Filipinas.
1892.
Asciende a Capitán de Navío de primera clase. Es nombrado Comandante General de
Puerto Rico.
1896. Asciende a Contralmirante. Es nombrado
Comandante General del Apostadero de Filipinas.
Tiene
el mando de la Escuadra española de Filipinas en el infortunado combate, para
España, de Cavite. Por la pérdida de la Escuadra y del Archipiélago se
enfrentará a un Consejo de Guerra, donde el dictamen será de culpabilidad. La
sentencia será ratificada por el Consejo Supremo de Guerra y Marina. Como
consecuencia de ello, sufrirá la separación del servicio activo.
Después de los combates; Montojo
es llamado a Madrid para responder a los cargos que le hará el Consejo Supremo.
El viaje lo efectúa en el vapor francés Laos, llegando a Barcelona para
trasladarse posteriormente a Madrid. Después de hacer las presentaciones
oficiales, acude a Palacio para saludar a la Reina, quien le dispensó un
afectuoso recibimiento. Pero, pronto corren los rumores de que el contralmirante
Montojo podría ir a prisión preventiva, pues habían ingresado en prisiones
militares; el general Jáudenes, último gobernador general de Filipinas, y el
general Toral, quien firmó la capitulación de Santiago de Cuba, mientras que un
sector de la prensa de Madrid, insistía en la necesidad de activar los procesos
contra los generales de la Armada y del Ejército, quienes habían fracasado en la
guerra frente a Estados Unidos. Entonces; enterado Montojo de que su compañero
Cervera pretendía defenderse de los ataques que había recibido con motivo del
combate desgraciado de Santiago de Cuba, integrándose en el Senado como
candidato por Albacete, pensó que su deber sería intentar lo mismo, y como se
encontraba en posesión de la Cruz de María Cristina con más de dos años de
antigüedad, creía reunir las condiciones para ser senador; y estando vacante
Málaga, podría solicitarlo. Pero se le comunica que según la ley no reúne las
condiciones requeridas porque la creación de la Cruz de María Cristina era de
fecha posterior y no servía para el ascenso al empleo inmediato, que le hubiera
abierto las puertas del Senado. El Tribunal decidió llevar a cabo: auto de
prisión para Montojo y Enrique Sostoa, capitán de navío de primera clase,
comandante general del Arsenal de Cavite, quien izó la bandera blanca mientras
Montojo se había dirigido a Manila. Ambos ingresan en la prisión de San
Francisco. Montojo recibía un gran
número de visitas de amigos; compañeros de la Armada, del Ejército, y
jerarquías eclesiásticas, quienes le apoyaban y animaban. El capitán de navío
Víctor María Concas y Palau, quien en Santiago de Cuba estuvo al mando del
crucero Infanta María Teresa, se ofreció a Montojo para llevar a cabo su
defensa. La acusación del fiscal se basaba en que Montojo después de haber
pasado por el convento de San Telmo para curarse una herida que había sufrido
en el combate naval de Cavite, se dirigiera a Manila, dejando abandonado el Arsenal,
mientras que la conducta de Sostoa estaría justificada. El fiscal consideraba
circunstancias atenuantes como la no intención de causar mal grande y tenía en
cuenta el heroico comportamiento que había demostrado en el combate de Cavite.
No obstante, propone la pena de reclusión militar perpetua. El defensor,
capitán de navío Concas, insistía en que Montojo se ausentó del Arsenal cuando
ya había cesado el fuego enemigo, y por otra parte estaba demostrado que no se
podía hacer la menor defensa. Hacía hincapié en la precaria situación de las
fuerzas navales y militares de Filipinas, y que precisamente el almirante
Montojo lo había manifestado con anterioridad, de forma clara, así como las
numerosísimas vicisitudes que había sufrido la Escuadra a su mando. Un hecho
importante para Concas era que el Almirante cuando salió del Arsenal no entregó
el mando y no se alejó de la zona de combate, pues acudió a Manila donde tenía
su puesto como vocal de la Junta de Autoridades, existiendo graves resoluciones
que tomar. Por otra parte, en el momento en que abandona el Arsenal, no había
indicios que se produjera un ataque. El Almirante era General en Jefe de las
fuerzas pertenecientes a la Armada; de mar y tierra, y de todo el Archipiélago,
por lo tanto no tenía un sitio determinado y escogería el lugar donde creyera
que su presencia era de utilidad al servicio. El Consejo Supremo de Guerra y
Marina pronuncia sentencia condenatoria y el Almirante Montojo fue encarcelado
unos seis meses, lo que suponía separación del servicio, y al ser oficial
general, el pase a la situación de reserva y sin oportunidad de poder solicitar
un destino.
Gran parte de la prensa nacional
e internacional mostró el desacuerdo con la sentencia y se hacía preguntas:
¿Cómo podía haber abandonado su
puesto frente al enemigo el que momentos antes; desafiaba, impávido, la muerte?
Los mismos fiscales habían dicho
que el Arsenal estaba indefenso.
¿Cambiaba algo la situación con
la presencia de Montojo?
Indiscutiblemente; el Almirante
no tenía un puesto determinado y podría estar donde juzgase más conveniente.
Patricio Montojo Pasarón
falleció en Madrid, el 30 de septiembre de 1917. Según algunas fuentes, sus
restos mortales descansan en el cementerio parisino de Montparnasse.
Estaba en posesión de numerosas
condecoraciones, de las que figuran:
Caballero con Cruz y Placa de la
Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Comendador de número de la Real
Orden Americana de Isabel la Católica.
Caballero de la Legión de Honor
de Francia.
Cruz
al Mérito Naval de segunda clase con distintivo Blanco.
Medalla
del Callao.
Medalla
de Cuba.
Cruz
de María Cristina.
Benemérito
de la Patria. Otorgada por Costa Rica.
En
el combate naval de Cavite participaron, como oficiales de la Armada, sus hijos
Eugenio y Patricio.
Patricio
Montojo fue también escritor y nos dejó algunas obras, como:
Ensayo
crítico acerca de las primeras tierras descubiertas por Colón.
Manual
náutico enciclopédico.
Los
dos Almirantes. Traducido del inglés, del autor F. Cooper.
Física
terrestre. Traducida de la obra del jesuita astrónomo, Padre Antonio Secchi.
Escribió
varios artículos, en: Diario de Manila. Diario de Cádiz. Revista General de
Marina. Otros.
Patricio Javier Montojo Pasarón. Wikipedia.18 junio 2017. 18:55
NOTAS.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 168-170.
BIBLIOGRAFÍA
BRUFAO
GARCÍA, P. “Los errores de la Historia. El Consejo de Guerra al Almirante D.
Patricio Montojo”. Sociedad Española de Estudios de la Comunicación
Iberoamericana. SEECI 2000, Nº 3, Junio 1998, pp. 39-44.seeci.net/revista
C. P. Ante la opinión. Ante la Historia. El
Almirante Montojo. Librería de Fernando Fe. Madrid,
1900.www.cervantesvirtual.com
ROCA
NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J.
Historia
de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad
del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz),
2015.
TODO
AVANTE.www.todoavante.es, 4 de mayo de 2017, 07:59.
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