Política de uso de cookies

lunes, 25 de diciembre de 2023

NAVIDAD 2023

 NACIMIENTO DE JESÚS


José y María se trasladan de Nazaret a Belén. La tradición, siguiendo el evangelio de San Lucas, considera que el motivo de este viaje era por causa de cumplir con un censo, ordenado por Roma. Pero, la existencia de este censo parece discutible porque el procurador Publio Sulpicio Quirino, durante cuyo mandato en Siria se había ordenado el mencionado censo, según Lucas, fué nombrado para ese cargo bastante más tarde. Por otra parte, no hay el menor rastro histórico de la existencia de ese censo coincidiendo con el nacimiento de Jesús. Además, en esta època Palestina no era aún provincia romana y se encontraba bajo el mandato de Herodes, siendo muy poco probable que se ordenara un censo desde Roma. Por último, era costumbre romana que el censo se hiciera donde se residía y no en el lugar del origen familiar, según norma judía.

San Lucas pudo confundir el motivo o no tenerlo muy claro. Piensa Martín Descalzo que tal vez no supo como explicar aquel traslado de Nazaret a Belén y pensó el motivo de un censo, cuya fecha trabucó. Tendremos en cuenta que el evangelio de San Lucas se escribe unos ochenta años después.

De todos modos, no hay inconveniente en aceptar que las causas del viaje de José y María a Belén se debiera a otras causas , como buscar un trabajo para un carpintero u otro motivo.

Siempre nos hemos imaginado un Belén nevado y con ríos plateados. Pastores que se calientan alrededor de rojas hogueras. Pero, el Belén del nacimiento de Jesús no es el de nuestro sueños, porque casi nunca nieva en Palestina y es probable que la sagrada familia nunca viera la nieve. 

El paisaje con el que se encuentran José y María es un poblado pequeño, de no más de doscientas casas, apiñadas sobre un cerro. Cuando José busca posada pensamos con que se encontraría, porque  hemos de tener en cuenta que en las posadas palestinas era muy difícil que no hubiera un sitio, pues el Khan oriental estaba formado por un patio cuadrado rodeado de muros altos. En el centro hay una cisterna y alrededor de ella aparecen amontonados burros, camellos, corderos y otras bestias. Pegados a los muros aparecen unos cobertizos en los que viven y duermen los viajeros, sin techo, y no constituyen habitaciones cerradas. 

Opina Martín Descalzo, que a este patio se asomaría José y comprobó que no había sitio, pero más bien que no había sitio adecuado para una mujer a punto de dar a luz. Un poco de silencio y de paz era lo mínimo que podía pedirse.

Tal vez, el propio dueño de la posada indicaría a José que en los alrededores pudría encontrar muchas grutas abandonadas, usadas para guardar el ganado. Allí podría encontrar refugio.

Jesús nacería en el silencio de la noche. Un parto constituía un acontecimiento importante para el pueblo palestino. Los vecinos participaban en él, ayudando a la parturienta y llevando a cabo una gran variedad de ritos religiosos e incluso supersticiones. Pero esto no ocurrió y el evangelio señala la soledad de la noche en aquellos momentos. Casi seguramente fué de noche, pues el evangelista señala que los pastores estaban velando. Lo harían con un fresco nocturno propio de un país cálido.

El Padre José Luis Martín Descalzo, teólogo, periodista y escritor, hace una serie de reflexiones:

Jesús, el Mesías, el salvador del mundo, aparece como solo un bebé y, María y José lo mirarían sin entender nada. ¿Era aquel muñeco de carne blanda lo que había anunciado el ángel y el que durante siglos había esperado su pueblo?

Rainer María Rilke, poeta y escritor checo,  se dirige a la Santísima Virgen de este modo: ¿Te lo babia imaginado más grande?, y el célebre poeta responde: Pero ¿que es ser más grande? A través de todas las medidas que Él recorre, va la magnitud de su destino. Es la inmensidad de ser Dios. El Dios que retumba en las nubes se hace benigno y viene en ti al mundo.

 Martín Descalzo continua su reflexión con una serie de preguntas y respuestas:

Jesús y María se preguntarían una y otra vez: ¿Aquel bebé era el enviado para salvar el mundo?

El Hijo esperado era la Palabra ; aquel bebé no sabía hablar.

El Mesías sería el "camino", pero este no sabía andar.

Era el creador del sol, pero tiritaba de frio y precisaba del aliento de un buey y de una mula.

Había cubierto de hierba los campos, pero estaba desnudo.

María no lo entendería. Si Dios quería descender al mundo ¿por que venir por esta puerta trasera de la pobreza?

Si viene a salvar a todos ¿por que nacía en esta inmensa soledad?

Pero, sobre todo ¿por que la habían elegido a ella, la más débil,  la menos importante de las mujeres del país?

No entendía nada, pero creía. ¿Como iba a saber ella más que Dios? ¿Quién era ella para juzgar sus designios?

No aparecen ángeles  ni luces porque Dios lo guarda para los que lo necesitan, los pastores. Termina afirmando Martín Descalzo que no hubo milagro en torno del milagro, porque ninguna luz vieron los habitantes que dormían en Belén y ningún prodigio innecesario acompañó al soberano prodigio de un Dios entre nosotros. 

Aquel bebé era Dios en persona, un Dios hecho asequible y digerible, un Dios a la medida de nuestras inteligencias. Por eso se ha dicho: Ninguna otra nación tuvo a sus dioses tan cerca.

Aunque la tradición popular se ha imaginado a José llamando de puerta en puerta a las casas de egoístas parientes que no le prestan auxilio, nada de ello dice el evangelio y hace alusión a la posada. José no tendría parientes conocidos en Belén e iría directamente con su esposa a la posada. De todos modos, nadie en ella, de los huéspedes ni el propio posadero, tuvieron la amabilidad de ofrecerle un sitio, dadas las circunstancias de aquel inminente parto.

El Papa Francisco hace la siguiente reflexión:

El misterio de la Navidad, que es luz y alegría, interpela y golpea, porque es al mismo tiempo un misterio de esperanza y de tristeza. Lleva consigo un sabor de tristeza, porque el amor no ha sido acogido, la vida es descartada. Así sucedió a José y a María, que encontraron las puertas cerradas y pusieron a Jesús en un pesebre, "porque no tenían (para ellos) sitio en la posada": Jesús nace rechazado por algunos y en la indiferencia de la mayoría. También hoy puede darse la misma indiferencia, cuando Navidad es una fiesta donde los protagonistas somos nosotros en vez de Él; cuando las luces del comercio arrinconan en la sombra la luz de Dios; cuando nos afanamos por los regalos y permanecemos insensibles ante quien está marginado. ¡Esta mundanidad nos ha secuestrado la Navidad, es necesario liberarla!

REFERENCIAS

MARTÍN DESCALZO, J.L Vida y misterio de Jesús de Nazaret. Ediciones Sígueme. Salamanca, 1989

PAPA FRANCISCO. Evangelio 2022. MARTÍNEZ PUCHE, J.A. ÁLVAREZ, J.L. DE COS, J. ORDEN DE PREDICADORES. Edibesa. Madrid, 2021.



Representación de una cueva para resguardar el ganado


Representación de un habitante de Belén


Representación de un mercado en Belén


Representación de pastores cuidando a sus ovejas


Representación de como el pueblo celebra el acontecimiento

Belén familiar. Maribel y Pedro

No hay comentarios:

Publicar un comentario