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lunes, 27 de agosto de 2018

LA SANIDAD DE LA ARMADA EN LAS GUERRAS CARLISTAS.



Me representé a mi país, como una inmensa tierra poblada de gentes, todas fraternalmente unidos; me representé la sociedad dividida en familias, en las cuales había esposas que mantener, hijos que educar; hacienda que conservar, honra que defender…
Benito  Pérez  Galdó

En la Península; los conflictos bélicos de mediados del siglo XIX vienen marcados por las guerras carlistas y por las rebeliones cantonales. A la muerte de Fernando VII, el 29 de septiembre de 1833, la heredera al trono es su hija Isabel II quien solo tiene tres años, con lo que su madre María Cristina es nombrada regente hasta la mayoría de edad de aquella. Surge el problema dinástico entre el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro que aspira al trono, al querer abolir la ley dictaminada por su hermano; permitiendo reinar a las mujeres, y por lo tanto a la futura reina Isabel. Los partidarios de Carlos y sus descendientes serán llamados carlistas quienes son de ideas tradicionalistas mientras que los partidarios de Isabel se llamarán isabelinos, de ideas liberales. Vamos a separar varias contiendas en el periodo de tiempo que abarca desde 1833 a 1876. Así tenemos:
Primera Guerra Carlista. 1833-1840. Comienza tras la muerte de Fernando VII y termina con el Convenio de Vergara, en el que el Estado se compromete a admitir a los carlistas en el ejército y a estudiar el mantenimiento de los foros.
Segunda Guerra Carlista. 1846-1849. Comienza tras el fracaso de matrimonio entre Isabel II con Carlos Luis de Borbón, hijo de Carlos Isidro. Termina con el éxodo a Francia de los carlistas. Más tarde, habrá un decreto de amnistía para estos.1
Intentona carlista u “Orteaga”. 1860. Se realiza un complot entre el general Jaime Ortega y Olieta, capitán general de Baleares, con Carlos Luis de Borbón y su hermano Fernando, con el objeto de que suba el primero al trono. Cuenta con el apoyo del cardenal y arzobispo de Toledo: Cirilo Alameda y Brea, así como de varios jefes del Ejército. Desembarca en Ampolla y San Carlos de la Rápita pero a la altura de Creu de Coll, varios oficiales se niegan a continuar por no tener una explicación clara de la causa y estos mismos obligan a huir al pretendiente carlista. El General Ortega es capturado cerca de Calanda. En un Consejo de Guerra, se le condena a muerte por traición y es fusilado el día 18 de abril de 1860. Carlos Luis y su hermano son detenidos por la Guardia Civil, amnistiados y deportados a Francia, al negarse firmar la renuncia a los derechos dinásticos.
Tercera Guerra Carlista. 1872-1876. Con la llegada al trono de Amadeo de Saboya en 1870, se inicia un nuevo descontento por parte de los carlistas. En 1872 tiene lugar esta tercera guerra con escenario principal en Cataluña, Navarra y Vascongadas. Termina la guerra en 1876, con Alfonso XII como Rey, y con la conquista de sus tropas de Estella, capital carlista. El pretendiente huye a Francia.
La Armada junto al Ejército participa en todas estas luchas y así tenemos constancia. Ya desde la primera de las guerras, la Armada utilizó el Departamento de Ferrol como base logística; creando una escuadra de bloqueo en el Cantábrico y otra de observación en Vigo, por encontrarse este puerto cerca de Portugal, donde ocurrían acontecimientos que podrían tener repercusión en España. En un primer momento se disponía de escasas unidades navales, compuestas por las fragatas Lealtad y Perla, las goletas Mahonesa y María, y los bergantines: Guadalete, Guadiana y Manzanares. Más tarde, se incorporarán los vapores: Isabel II, Reina Soberana y Maizepa, con lo que se hará más efectivo el bloqueo, en esta primera guerra carlista.2 
Por parte de la Infantería de Marina, podemos resumir los movimientos de sus batallones, basándonos en la obra de Rivas Fabal.
Primer Batallón. Actúa en las siguientes provincias:
 Albacete: Fuente Albilla.
Guadalajara: Olmedillas.
Tercer Batallón. Sale de Cádiz y actúa en las siguientes provincias:
 Córdoba, Jaén, Ciudad Real: Almadén del Azogue, Puebla de Don Rodrigo, Fuente del Corcho y Agudo.
Cáceres: Granadilla.
Salamanca: Hinojosa.
Ávila: La Higuera.
Albacete: Casas Ibáñez, Fuensanta y Fuente Albilla.
Guadalajara: Olmedillas.
Cuarto Batallón. Sale de Ferrol y actúa en las siguientes provincias:
Navarra: Galdeano, Loyola y Zubieta.
Guipúzcoa: Pasajes, San Sebastián, San Marcos, Aguirre, Hernani, Oyarzun, Urnieta y Guetaria.
Álava: Areta.
Vizcaya: Encartaciones, Luchana,  Valmaseda y Arguisa.
Quinto Batallón. Se organiza en Molina de Aragón (Guadalajara), a expensas de la guarnición de Madrid y actuará en las siguientes provincias:
Tarragona: Cenia y Gandesa.
Teruel: Linares de Mora.
Castellón: Catí, Lucena y Morella.
Valencia: Chiva.
Sevilla.
Cuenca: Olmedillas y Pozuelo.
Albacete: Fuente Albilla.
Estos batallones llevan su apoyo logístico y su asistencia sanitaria, comprendida en ello. Durante las primeras guerras, no tenemos información de hechos notorios referentes a la sanidad. Sin embargo, ya en la tercera guerra de 1872 conocemos más datos referentes a la actuación de la sanidad de la Armada. En este periodo se ha formado la Fuerza Naval del Cantábrico, al mando del capitán de navío Victoriano Sánchez Barcaiztegui, compuesta por la corbeta Consuelo, las goletas: Ligera, Concordia y Buenaventura, y los vapores: Cádiz, Ferrolano, Guipuzcoano y Gaditano, uniéndosele el vapor Colón, donde iza la insignia el jefe de la escuadra. 
La infantería de marina tiene una actuación destacada en tierra. En Somorrostro, formando parte de la comarca de las Encartaciones, entre el invierno y primavera de 1874, tienen lugar tres grandes batallas que van a constituir uno de los episodios más trágicos de estas guerras, con numerosísimas bajas por parte de los dos bandos. Importante será el combate del Paso de Muñecas el día 28 de abril de 1874, donde se distingue el 1º batallón del 1º regimiento de Infantería de Marina que forma parte de la división del general de ejército Martínez Campos, teniendo que actuar tomando una en una todas las trincheras para llegar después a San Pedro de Galdames, situado en una hondonada del rio de su nombre.  
El 2º batallón de este regimiento, procedente de San Fernando en Cádiz, ha sido asignado al Ejército del Norte, y llega a Santander para embarcar en el vapor Ciudad de Cádiz con rumbo a Castro Urdiales. Va a intervenir en el combate de San Pedro de Abanto, gran posición defensiva, luchándose con bayoneta y de trinchera a trinchera, frente al heroico ejército carlista. Se van a apoderar del caserío de Murrieta. De esta primera compañía, sólo quedaron tres hombres.
Destaca: el médico primero Alfredo Pérez Bernechea quien a pesar de estar herido continúa asistiendo a las numerosas bajas. En Mioño se instala un hospital de campaña y se confía su dirección al médico mayor Vicente Cabello Bruller de quien tenemos referencia abundante y podemos fácilmente deducir sus grandes conocimientos, tanto científicos como logísticos. Se le une el médico segundo de la goleta Buenaventura, Juan Naveda Campo. Se crean otros hospitales en Pasajes de San Juan y San Pedro, donde son enviados los médicos siguientes: primer médico Antonio Jiménez  Guinea, segundos médicos: Antonio Noguerol Zavala, Andrés Poladura Olaya y Emilio Gómez.
En el buque insignia Colón, frente a la plaza de Motrico, el jefe de la escuadra Sánchez Barcaiztegui, resulta herido de gravedad por impacto de un proyectil, terminando con su vida. Es atendido por los segundos médicos embarcados: Enrique Cardona Miret y Daniel Piorno Servet. Recordemos el trágico final que tuvo Enrique Cardona, en fecha posterior,  en Las Carolinas.


Notas:

1). Esta segunda guerra carlista no la consideran algunos autores.
2). Cervera Pery. Ferrol, "Cobertura naval de las guerras carlistas". Cuaderno monográfico, 1996. Instituto de Historia y Cultura Naval, pp. 53-62.
3). Existe dificultad para la identificación de Emilio Gómez pues no se encuentra en los escalafones de la época. En 1878, encontramos un segundo médico llamado Álvaro Gómez López, añadido a pluma. Emilio Gómez pudo ser también, un médico supernumerario quien después no continuó.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 103-106.



Fragmentos del cuadro donde se muestra una evacuación por parte de la Sanidad del Ejército, durante la tercera guerra carlista (1875). Museo Militar de la Coruña. Fotografía del autor.

BIBLIOGRAFÍA.

Cervera Pery, J. Ferrol, “Cobertura naval de las guerras carlistas”. Jornadas de historia marítima. Cuadernos monográficos. Instituto de Historia y Cultura Naval. XV, 
Clavijo y Clavijo, S. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. San Fernando. Tipografía de Fernando Espín Peña, 1925.
Gracia Rivas, M. La Sanidad Naval española. Historia y evolución. E. N. Bazán. Barcelona, 1995.
Rivas Fabal, J. E. Historia de la Infantería de Marina Española. Editorial Naval. Madrid, 1970.
ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz).

Archivo y Biblioteca Naval de San Fernando.
 Estado General de la Armada. Cuerpo de Sanidad. Médicos. 

WIKIPEDIA."Guerras carlistas". wikipedia.org/wiki. 25 de agosto 2018.
WIKIPEDIA. "Alzamiento carlistas en San Carlos de la Rápita". wikipedia.org/wiki. 13 de febrero de 2018.






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