Me representé a mi país, como una inmensa tierra
poblada de gentes, todas fraternalmente unidos; me representé la sociedad
dividida en familias, en las cuales había esposas que mantener, hijos que
educar; hacienda que conservar, honra que defender…
Benito
Pérez
Galdó
En la Península; los conflictos
bélicos de mediados del siglo XIX vienen marcados por las guerras carlistas y por las rebeliones
cantonales. A la muerte de Fernando VII, el 29 de septiembre de 1833, la
heredera al trono es su hija Isabel II quien solo tiene tres años, con lo que
su madre María Cristina es nombrada regente hasta la mayoría de edad de
aquella. Surge el problema dinástico entre el hermano de Fernando VII, Carlos María
Isidro que aspira al trono, al querer abolir la ley dictaminada por su hermano;
permitiendo reinar a las mujeres, y por lo tanto a la futura reina Isabel. Los
partidarios de Carlos y sus descendientes serán llamados carlistas quienes son
de ideas tradicionalistas mientras que los partidarios de Isabel se llamarán
isabelinos, de ideas liberales. Vamos a separar varias contiendas en el periodo
de tiempo que abarca desde 1833
a 1876. Así tenemos:
Primera Guerra Carlista. 1833-1840.
Comienza tras la muerte de Fernando VII y termina con el Convenio de Vergara,
en el que el Estado se compromete a admitir a los carlistas en el ejército y a
estudiar el mantenimiento de los foros.
Segunda Guerra Carlista. 1846-1849.
Comienza tras el fracaso de matrimonio entre Isabel II con Carlos Luis de
Borbón, hijo de Carlos Isidro. Termina con el éxodo a Francia de los carlistas.
Más tarde, habrá un decreto de amnistía para estos.1
Intentona carlista u “Orteaga”. 1860.
Se realiza un complot entre el general Jaime Ortega y Olieta, capitán general
de Baleares, con Carlos Luis de Borbón y su hermano Fernando, con el objeto de que
suba el primero al trono. Cuenta con el apoyo del cardenal y arzobispo de
Toledo: Cirilo Alameda y Brea, así como de varios jefes del Ejército.
Desembarca en Ampolla y San Carlos de la Rápita pero a la altura de Creu de
Coll, varios oficiales se niegan a continuar por no tener una explicación clara
de la causa y estos mismos obligan a huir al pretendiente carlista. El General
Ortega es capturado cerca de Calanda. En un Consejo de Guerra, se le condena a
muerte por traición y es fusilado el día 18 de abril de 1860. Carlos Luis y su
hermano son detenidos por la Guardia Civil, amnistiados y deportados a Francia,
al negarse firmar la renuncia a los derechos dinásticos.
Tercera Guerra Carlista. 1872-1876.
Con la llegada al trono de Amadeo de Saboya en 1870, se inicia un nuevo
descontento por parte de los carlistas. En 1872 tiene lugar esta tercera guerra
con escenario principal en Cataluña, Navarra y Vascongadas. Termina la guerra
en 1876, con Alfonso XII como Rey, y con la conquista de sus tropas de Estella,
capital carlista. El pretendiente huye a Francia.
La Armada junto al Ejército participa
en todas estas luchas y así tenemos constancia. Ya desde la primera de las
guerras, la Armada utilizó el Departamento de Ferrol como base logística; creando
una escuadra de bloqueo en el Cantábrico y otra de observación en Vigo, por
encontrarse este puerto cerca de Portugal, donde ocurrían acontecimientos que
podrían tener repercusión en España. En un primer momento se disponía de
escasas unidades navales, compuestas por las fragatas Lealtad y Perla, las
goletas Mahonesa y María, y los bergantines: Guadalete, Guadiana y Manzanares.
Más tarde, se incorporarán los vapores: Isabel II, Reina Soberana y Maizepa, con
lo que se hará más efectivo el bloqueo, en esta primera guerra carlista.2
Por
parte de la Infantería de Marina, podemos resumir los movimientos de sus
batallones, basándonos en la obra de Rivas Fabal.
Primer Batallón. Actúa en las
siguientes provincias:
Albacete: Fuente Albilla.
Guadalajara: Olmedillas.
Tercer Batallón. Sale de Cádiz y actúa
en las siguientes provincias:
Córdoba, Jaén, Ciudad Real: Almadén del
Azogue, Puebla de Don Rodrigo, Fuente del Corcho y Agudo.
Cáceres: Granadilla.
Salamanca: Hinojosa.
Ávila: La Higuera.
Albacete: Casas Ibáñez, Fuensanta y
Fuente Albilla.
Guadalajara: Olmedillas.
Cuarto Batallón. Sale de Ferrol y actúa
en las siguientes provincias:
Navarra: Galdeano, Loyola y Zubieta.
Guipúzcoa: Pasajes, San Sebastián,
San Marcos, Aguirre, Hernani, Oyarzun, Urnieta y Guetaria.
Álava: Areta.
Vizcaya: Encartaciones, Luchana, Valmaseda y Arguisa.
Quinto Batallón. Se organiza en
Molina de Aragón (Guadalajara), a expensas de la guarnición de Madrid y actuará
en las siguientes provincias:
Tarragona: Cenia y Gandesa.
Teruel: Linares de Mora.
Castellón: Catí, Lucena y Morella.
Valencia: Chiva.
Sevilla.
Cuenca: Olmedillas y Pozuelo.
Albacete: Fuente Albilla.
Estos batallones llevan su apoyo
logístico y su asistencia sanitaria, comprendida en ello. Durante las primeras
guerras, no tenemos información de hechos notorios referentes a la sanidad. Sin
embargo, ya en la tercera guerra de 1872 conocemos más datos referentes a la
actuación de la sanidad de la Armada. En este periodo se ha formado la Fuerza Naval
del Cantábrico, al mando del capitán de navío Victoriano Sánchez Barcaiztegui,
compuesta por la corbeta Consuelo, las goletas: Ligera, Concordia y
Buenaventura, y los vapores: Cádiz, Ferrolano, Guipuzcoano y Gaditano,
uniéndosele el vapor Colón, donde iza la insignia el jefe de la escuadra.
La
infantería de marina tiene una actuación destacada en tierra. En Somorrostro,
formando parte de la comarca de las Encartaciones, entre el invierno y
primavera de 1874, tienen lugar tres grandes batallas que van a constituir uno
de los episodios más trágicos de estas guerras, con numerosísimas bajas por
parte de los dos bandos. Importante será el combate del Paso de Muñecas el día
28 de abril de 1874, donde se distingue el 1º batallón del 1º regimiento de Infantería
de Marina que forma parte de la división del general de ejército Martínez Campos, teniendo
que actuar tomando una en una todas las trincheras para llegar después a San
Pedro de Galdames, situado en una hondonada del rio de su nombre.
El 2º batallón de este regimiento, procedente
de San Fernando en Cádiz, ha sido asignado al Ejército del Norte, y llega a
Santander para embarcar en el vapor Ciudad de Cádiz con rumbo a Castro
Urdiales. Va a intervenir en el combate de San Pedro de Abanto, gran posición
defensiva, luchándose con bayoneta y de trinchera a trinchera, frente al
heroico ejército carlista. Se van a apoderar del caserío de Murrieta. De esta
primera compañía, sólo quedaron tres hombres.
Destaca: el médico primero Alfredo Pérez
Bernechea quien a pesar de estar herido continúa asistiendo a las numerosas
bajas. En Mioño se instala un hospital de campaña y se confía su dirección al
médico mayor Vicente Cabello Bruller de quien tenemos referencia abundante y
podemos fácilmente deducir sus grandes conocimientos, tanto científicos como
logísticos. Se le une el médico segundo de la goleta Buenaventura, Juan Naveda Campo.
Se crean otros hospitales en Pasajes de San Juan y San Pedro, donde son
enviados los médicos siguientes: primer médico Antonio Jiménez Guinea, segundos médicos: Antonio Noguerol
Zavala, Andrés Poladura Olaya y Emilio Gómez.3
En el buque insignia Colón,
frente a la plaza de Motrico, el jefe de la escuadra Sánchez Barcaiztegui,
resulta herido de gravedad por impacto de un proyectil, terminando con su vida.
Es atendido por los segundos médicos embarcados: Enrique Cardona Miret y Daniel
Piorno Servet. Recordemos el trágico final que tuvo Enrique Cardona, en fecha
posterior, en Las Carolinas.
Notas:
1). Esta segunda guerra carlista no la consideran algunos autores.
2). Cervera
Pery. Ferrol, "Cobertura naval de las guerras carlistas". Cuaderno monográfico,
1996. Instituto de Historia y Cultura Naval, pp. 53-62.
3). Existe
dificultad para la identificación de Emilio Gómez pues no se encuentra en los
escalafones de la época. En 1878, encontramos un segundo médico llamado Álvaro
Gómez López, añadido a pluma. Emilio Gómez pudo ser también, un médico supernumerario
quien después no continuó.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 103-106.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 103-106.
Fragmentos del cuadro donde se muestra una evacuación por parte de la Sanidad del Ejército, durante la tercera guerra carlista (1875). Museo Militar de la Coruña. Fotografía del autor.
BIBLIOGRAFÍA.
Cervera Pery, J. Ferrol, “Cobertura naval de las guerras carlistas”. Jornadas de historia marítima. Cuadernos monográficos. Instituto de Historia y Cultura Naval. XV,
Clavijo y
Clavijo, S.
Historia del Cuerpo de Sanidad de la
Armada. San Fernando. Tipografía de Fernando Espín Peña, 1925.
Gracia Rivas,
M. La Sanidad Naval española. Historia y
evolución. E. N. Bazán. Barcelona, 1995.
Rivas Fabal,
J. E. Historia de la Infantería de Marina
Española. Editorial Naval. Madrid, 1970.
ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz).Archivo y Biblioteca Naval de San Fernando.
Estado
General de la Armada. Cuerpo de Sanidad. Médicos.
WIKIPEDIA."Guerras carlistas". wikipedia.org/wiki. 25 de agosto 2018.
WIKIPEDIA. "Alzamiento carlistas en San Carlos de la Rápita". wikipedia.org/wiki. 13 de febrero de 2018.
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