Lo demandó el honor y obedecieron, lo requirió el deber y lo acataron…
Homenaje
a los que dieron su vida por España
Cuando en el mes de julio de 1887; el
primer médico Enrique Cardona Miret muere trágicamente durante la insurrección
de Ponapé, sus compañeros destinados en Cuba acuerdan llevar a cabo una
suscripción con el fin de costear una ofrenda a este heroico médico. Al
principio, se pensó dejar una lápida y depositar una corona de flores en el
lugar donde Enrique Cardona encontró la muerte. Los otros compañeros, destinados
en Filipinas, pensaron que sería mejor colocar un mausoleo en el Hospital de
Cañacao, en él figurarían los nombres de otros compañeros caídos en acto de
servicio, como era el caso del médico mayor Rómulo Valdivieso Ferrer, segundo médico Guillermo Gómez Nieto, y el también segundo médico Estanislao García Loranca,
muertos en Cavite, Mindanao y Patean; en 1872, 1882 y 1874 respectivamente. Se
había recaudado en total 2.247,50 pesetas; entre los médicos de Filipinas, Cuba
y la Península. Participan también dos farmacéuticos quienes son: Bernardino
Jaime Stoll, destinado en la farmacia del Hospital de Cañacao, con 50 pesetas,
y Francisco Andrés Serra, destinado en la farmacia del Hospital de San Carlos,
con 5 pesetas. El Mausoleo fue inaugurado en el patio de entrada del Hospital
de Cañacao, en el año de 1889. Después de la perdida de Filipinas y consiguiente
abandono del Hospital, su director accidental; Hermenegildo Tomás del Valle,
decide que hay que traer el Mausoleo a España. Cuenta para ello con el apoyo
del Inspector General de Sanidad; Félix Echauz, corriendo el Cuerpo con los
gastos de traslado y restauración, pues había sido deteriorado por motivos de
la guerra. A todo ello contribuyen todos los componentes del Cuerpo de Sanidad
y dicha restauración se llevará a cabo en Ferrol. Se aprovecha la ocasión para
introducir nuevos nombres de otros heroicos compañeros, como recordaremos: el
primer médico Andrés Castro Vargas, asesinado por los insurrectos en una calle
de Balabac, en 1897, y el segundo médico Julio Cesar Díaz Navarro, ahogado en
1898 en el naufragio del crucero Infanta María Teresa, tras el combate naval de
Santiago de Cuba. La restauración queda finalizada en el mes de diciembre de
1901, y con la aprobación del capitán general del Departamento de Ferrol, queda
emplazado en el patio de entrada del también restaurado Hospital de Marina.
Durante el año de 1933; siendo subdirector del Hospital, el entonces teniente coronel
médico Salvador Clavijo y Clavijo, ilustre historiador, conocido por todos,
quien siempre ha demostrado un gran cariño por el Cuerpo de Sanidad de la
Armada, decide llevar a cabo una segunda restauración con ampliación del
monumento.1
Cambiado de lugar, permaneció en el Hospital hasta su cierre en 1989 para pasar al nuevo Hospital Naval, quedando ubicado frente a la puerta principal. En el año 2004, el centro ha cambiado de nombre para denominarse Hospital Básico de la Defensa en Ferrol, y por impulso de su director: coronel médico del Cuerpo Militar de Sanidad Antonio Díaz Valdés, se lleva a cabo una nueva restauración para inaugurarse de nuevo tras esta, el día 27 de junio de 2004, festividad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Patrona del Cuerpo Militar de Sanidad, y cuando se cumplían 102 años de su traslado a Ferrol. Con la cesión total del Hospital al Servicio de Sanidad de Galicia, en 2007; el Mausoleo pasa al Museo Naval de Ferrol, donde se encuentra en la actualidad.
Ángel Fernández Caro; médico mayor de la Armada, en 1889, con motivo de la inauguración del monumento en el Hospital de Cañacao, escribía en el Boletín de Medicina Naval, de cuya revista era director en esta época, una hermosa recomendación, la que fue recogida por los farmacéuticos del Cuerpo de Sanidad de la Armada: Francisco de Paula Sánchez-Limón y Francisco Javier Pallarés Machuca, en el año 1996, cuyo artículo ha servido de base:
Cambiado de lugar, permaneció en el Hospital hasta su cierre en 1989 para pasar al nuevo Hospital Naval, quedando ubicado frente a la puerta principal. En el año 2004, el centro ha cambiado de nombre para denominarse Hospital Básico de la Defensa en Ferrol, y por impulso de su director: coronel médico del Cuerpo Militar de Sanidad Antonio Díaz Valdés, se lleva a cabo una nueva restauración para inaugurarse de nuevo tras esta, el día 27 de junio de 2004, festividad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Patrona del Cuerpo Militar de Sanidad, y cuando se cumplían 102 años de su traslado a Ferrol. Con la cesión total del Hospital al Servicio de Sanidad de Galicia, en 2007; el Mausoleo pasa al Museo Naval de Ferrol, donde se encuentra en la actualidad.
Ángel Fernández Caro; médico mayor de la Armada, en 1889, con motivo de la inauguración del monumento en el Hospital de Cañacao, escribía en el Boletín de Medicina Naval, de cuya revista era director en esta época, una hermosa recomendación, la que fue recogida por los farmacéuticos del Cuerpo de Sanidad de la Armada: Francisco de Paula Sánchez-Limón y Francisco Javier Pallarés Machuca, en el año 1996, cuyo artículo ha servido de base:
Compañeros
que vestís el uniforme de Sanidad de la Armada, cuando paséis por el Hospital
de San Carlos, descubríos ante una lápida, que en honor a la ciencia elevó un
día el Cuerpo a uno de sus más insignes maestros, a Don Pedro María González;
cuando visitéis el Hospital de Cañacao, postraos ante el Mausoleo que en
homenaje al heroísmo acaba de erigir este Cuerpo a los Mártires del deber,
honrándoles a ellos os honraréis a vosotros mismos.
En el Hospital de Marina de Cartagena, se dedicó una lápida en recuerdo de los médicos del Cuerpo de Sanidad de la Armada que
perdieron la vida, con los nombres de Rodríguez Palma, Valdivieso Ferrer, García
Loranca, Gómez Nieto, Cardona Miret, Martín Diez, Robles Villar, Lapesa
Collado, Castro Vargas, y Díaz Navarro. Una inscripción que dice: Honor a la memoria de los médicos de la
Armada, muertos en el cumplimiento de su deber. Esta lápida fue colocada un 19 de noviembre de 1913, con
motivo de la inauguración de una monumental escalera que conduciría al segundo
piso del Hospital, siendo sus dimensiones de 1,70 m x 1,03
m . Fue destruida en 1936 y reconstruida en 1939,
añadiéndosele en esta ocasión nuevos nombres.2
NOTAS.
1). Sánchez-Limón y Pallarés Machuca. R. G. M; Marzo 1996, pp337-343.
2). Soler Cantó; El Hospital Militar de Marina de Cartagena, pp. 36, 156: Doc. 42.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 186-189.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 186-189.
Cenotafio dedicado a los oficiales médicos del Cuerpo de Sanidad de la Armada muertos heroicamente. Museo Naval de Ferrol. Roca Nuñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del
siglo XIX, p. 187
Lápida que el antiguo Hospital de Marina de Cartagena dedicó a los oficiales médicos del Cuerpo de Sanidad de la Armada muertos en el cumplimiento del Deber. Clavijo. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada, p 403.
BIBLIOGRAFÍA.
Clavijo y Clavijo, S. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. San Fernando. Tipografía de Fernando Espín Peña, 1925
ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz
SÁNCHEZ-LIMÓN, F. PALLARÉS MACHUCA, F.J. “Historias de la mar: El Cenotafio en honor a los muertos por la Patria del Cuerpo de Sanidad de la Armada” o “El Mausoleo de Cardona”. Revista General de Marina, pp. 337-343. Marzo, 1996.
SOLER CANTÓ, J. El Hospital Militar de Marina de Cartagena. 2ª Edición. Universidad
Politécnica de Cartagena, 1999.
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