Introducción
Según la
Leyenda, el Apóstol Santiago el Mayor es degollado en Jerusalén. Sus discípulos
recogen, a escondidas, su cuerpo y lo
sacan de las tierras de Palestina. Para ello; lo embarcan en una nave que misteriosamente
había aparecido en el puerto de Jope, hoy Jaffa. Tras siete días de navegación
arriban en Finisterre, en Galicia, llegando al lugar de Iría Flavia, en la
desembocadura del rio Ulla. Entonces, el cuerpo es depositado sobre una roca, la
cual misteriosamente cede, como si fuera de cera, quedando hecho un sepulcro.
De ahí surge el nombre de Padrón porque deriva de pedrón, piedra o roca, lugar
de Iría Flavia. Un ángel guiará a los discípulos hasta la reina Lupa, o reina
Loba, llamada así por su ferocidad. Esta los envía al legado imperial en Duyo
que era enemigo de los cristianos y los discípulos son encarcelados. Pero el
ángel del Señor los libera. Otra leyenda cuenta que enviados al rey de Dugio,
después Lugo, este decide matarlos pero perece junto a sus soldados cuando
intenta cruzar un puente. La cuestión es que la reina Lupa, al conocer el
suceso, se atemoriza y concede que el cuerpo del Apóstol sea enterrado en el
monte Illicinus. Se trata de un monte de forma cónica situado en lo que es hoy
Boqueixón. No obstante, el camino no es fácil pues cuando los discípulos se
dirigen a dicho monte, conocido después como Pico Sacro, un dragón les sale al
paso, pero al pronunciarse el nombre de Jesús el dragón sucumbe. La reina Lupa
está impresionadísima y temerosísima porque parece ser que con el pretexto de
que tomaran unos bueyes para recoger los materiales de la construcción, les ha
tendido esta trampa. Pero ahora, arrepentida, ofrece su palacio como sepulcro.
Todos estos hechos van a ocurrir al principio del siglo I. Pasa el tiempo y a
principios del siglo IX es descubierto el sepulcro en la comarca de Mahía,
antigua diócesis de Iría Flavia. Este descubrimiento no es fruto de la
casualidad pues un monje llamado Pelayo había sufrido una revelación por parte
de un ángel, y contemplando una noche unas luminarias sobre un lugar del
bosque, que también habían sido observadas por unos pastores, llega a la
conclusión de que algo sobrenatural está ocurriendo. Informado el obispo
Teodomiro, manda examinar aquel sitio donde encuentran un enterramiento en un
sarcófago de mármol. El obispo, por revelación divina, declara de qué se trata
del cuerpo del Apóstol Santiago el Mayor. Además, otra leyenda habla de la
aparición de un trozo de pergamino acompañando a los restos del Apóstol.
Santiago es representado en el arte de tres formas: como apóstol, como
peregrino y como militar. Como apóstol aparecerá con barba y descalzo, vestido
con una túnica y con el rollo de la Ley en la mano. Como peregrino; con bordón
en la mano, sombrero de ala ancha y con la concha enganchada en diferentes
partes de la ropa. Pero, esta vestimenta variará según la época, y durante el
barroco se añadió la esclavina. Aparecen otras muchas representaciones, así en
Puente de la Reina se encuentra un Santiago de piel negra. E incluso hay
escenas con reyes arrodillados a sus pies. Finalmente: como militar aparecerá
montado en caballo blanco, con estandarte y espada, relacionado con la batalla
de Clavijo. En otras representaciones aparece sin montura, con una espada en la
mano, disponiéndose armar caballeros.
Desde el siglo
IX se crea una senda espiritual para rendir culto al Apóstol Santiago el Mayor,
donde acuden peregrinos de toda Europa. Pronto se precisará un apoyo logístico
que abarcará la higiene, alimentación y descanso de estos peregrinos. A ello se
unirá la necesidad de curación de aquellas enfermedades y traumatismos adquiridos
durante la ruta o bien de la agravación de las patologías existentes. Poco
después de descubrirse el sepulcro, Ramiro I decide recomponerlo y velar por la
seguridad del peregrino. Para ello cuenta con hospitales monasteriales, villas
enteras y aldeas dedicadas a la atención del caminante, donde abundan los
mesones, hospederías, hospicios y alberguerías. Se crean otros hospitales al
borde del camino o cercanos a el. En seguida se da cuenta de que el peregrino
necesita protección porque además de cansado y enfermo puede llegar maltratado
por bandidos, ladrones y picaros, a lo que hay que unir la inclemencia del
tiempo, con fuerte calor en verano, y lluvia o nieve en invierno.
Según
documentos de los siglos IX, X y XI, reconocen el lugar donde se encontró el
sepulcro con el nombre de Arcis Marmoricis, aunque también se le llama Locus Sanctus
o Lugar Santo y Locus Santi Iacobi o Lugar de Santiago. Quizás el nombre de
Compostela derive de campus stellae o campo de la estrella. Otras fuentes lo
hacen derivar de compositum tellus que significa tierra compuesta o hermosa. El
obispo Teodomiro había informado al rey Alfonso II de Asturias del hallazgo del
sepulcro y el monarca ordenó la construcción de una capilla en el lugar. Se
estableció una comunidad con el fin de cuidar los restos del Apóstol, la cual
estaba formada por monjes de Antealtares, bajo el mando del obispo de Iría. A
su alrededor se va a ir constituyendo una población muy heterogénea formada por
emigrantes procedentes de las aldeas próximas a los que se le irán uniendo
otros llegados de distintos puntos de la península y del continente. La
primitiva capilla fue seguida de una iglesia, construida en el año 899 por
orden del rey Alfonso III. En el año 997 dicha iglesia es destruida por el
fiero guerrero musulmán Almanzor, comandante del ejército del califa de
Córdoba. En el año 1075 se construye la actual catedral, bajo el reinado de
Alfonso VI y el patrocinio del obispo Diego Peláez. Detenida en varias
ocasiones, la última piedra es colocada en el año 1122, siendo consagrada en
1128.
Santiago apóstol y
Santiago peregrino. Iglesia parroquial de Santa María de Vilariño. Diócesis de
Santiago de Compostela. Provincia de La Coruña.
En la primera representación;
además de vestir túnica y llevar sombrero, sostiene el bastón largo o bordón
con su mano derecha mientras que con la izquierda parece que porta las Tablas de
la Ley. Sería una combinación de apóstol y peregrino a la vez. En la segunda:
aparece con el sombrero de ala ancha, sostiene el bordón con su mano izquierda,
lleva una túnica corta con capa y esclavina, y camina con botas. Es Santiago peregrino. Llama
además la atención; la incorporación de un ángel y un perro, como acompañantes
del Apóstol. Fotografías del autor.
Continúa.
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