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martes, 31 de mayo de 2016

Virgen del Carmen



 NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN. PATRONA DE LA CIUDAD DE SAN FERNANDO Y DE LA ARMADA ESPAÑOLA

Santa María del Monte Carmelo, Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, procede del Monte Carmelo cuando un grupo de ermitaños inspirados en el profeta Elías se retiran a este lugar. Después, esta devoción se extenderá por toda Europa fundándose la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo o Carmelitas y según la tradición carmelitana la Virgen se había aparecido a San Simón Stock, Superior General de la Orden, el día 16 de julio de 1251. La Virgen del Carmen entrega a San Simón sus hábitos y escapulario y promete liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan llevado este escapulario durante toda su vida, y dicha liberación se producirá el sábado siguiente a su muerte. Esta veneración recibe reconocimiento papal en 1587 y es respetada por los pontífices posteriores. La devoción a la Virgen del Carmen se extenderá por Europa y América. En España se produce un especial arraigo.
Cuando el Obispo Juan de Isla llega a Cádiz en 1678, al pasar por la Villa de la Isla de León concibe la idea de una fundación carmelitana y solicitando el correspondiente permiso del Señor de la Isla, Duque de Arcos, paga una heredad cuyo coste es de mil pesos. La condición del Duque es que el convento que se va a construir lleve el nombre de San Joaquín y Santa Teresa y el Obispo pide al Provincial de la orden carmelitana en Andalucía, Fray Antonio de la Santísima Trinidad, que apoye esta fundación. De este modo, a finales de mayo de 1680 llega a Cádiz el Padre Antonio con cinco religiosos procedentes de distintas partes de Andalucía. En noviembre de 1680 se bendijo y se inauguró la primitiva Iglesia, y la Virgen procedente de Cádiz desembarcó en el puente Zuazo, con parada en la Iglesia del Castillo y fue trasladada en procesión solemne hasta el convento. Después esta imagen es convertida en Dolorosa cuando es sustituida en 1708 por la imagen comprada en Génova por Luis de Ardila, primer Prioste de la Hermandad. Existe una leyenda, narrada por el Padre Ismael Bengoechea y recogida por Joaquín Quijano que cuenta como un buque había naufragado en el arrecife de Sancti Petri y su tripulación logró salvarse en dos palos de velero, uno de los cuales fue llevado al convento y guardado en el coro. Los náufragos ofrecieron una imagen de la Virgen del Carmen que pertenecía al buque, haciéndose cargo de ella el Hermano Mayor de la Hermandad, Luis de Ardila. No obstante, fuentes documentales recogidas en el primer libro de cabildos de 29 de julio de 1708, revelan como Luis de Ardila adquiere en Génova la Imagen, pagando por ella 577 reales y medio de vellón. Desde su llegada al convento carmelitano la Virgen del Carmen, como se le suele conocer, ha despertado una enorme devoción entre sus parroquianos, los cuales se han encomendados a Ella en numerosas ocasiones pero sobre todo en los momentos más difíciles, como: maremoto de Lisboa de 1755 y un temblor de tierras años más tarde, triunfo sobre los franceses de 1794, la fiebre amarilla de 1800, asedio francés de 1810, cólera morbo asiático de 1854, epidemia de gripe de 1918, y muchas más ocasiones generales e incontables particulares. Se había constituido la Hermandad del Carmen y el primer cabildo fue el 24 de agosto de 1698, siendo Obispo de Cádiz Fray Alonso de Talavera quien concede la licencia eclesiástica con la anuencia del Padre General de la Orden Fray Juan de la Asunción. En 1733 se consagra la nueva iglesia conventual. En 1740 la Hermandad adquiere al convento la tercera capilla de la nave de la Epístola y los cofrades van a ser enterrados en las dos bóvedas de enterramientos que esta hermandad posee en la Iglesia. En el año 1901 siendo Prioste el Coronel de Artillería Juan de Aguilar y Lozano, se eleva propuesta a la Reina Regente María Cristina de Habsburgo-Lorena para que la Virgen del Carmen sea nombrada Patrona de la Armada y esta petición es concedida por una Real Orden del 19 de abril de 1901, siendo Ministro de Marina Cristóbal Colón de la Cerda y Gante, Duque de Veragua y Subsecretario del Ministerio el General Julián García de la Vega y González-Rendón. En realidad la devoción carmelitana y marinera se remonta al siglo XVI, introducida por los PP. Carmelitas que como capellanes embarcaban en las expediciones a América, e insignes marinos experimentaron esta devoción como es el caso de Antonio Barceló de quien se dice que llevó la Virgen en su navío capitana el Rayo, en 1764 y de Juan José Navarro de Viana y Búfalo,  Marqués de la Victoria entre otros. Este último asistía a los cultos carmelitanos y presidia la Salve de los sábados. Dispuso ser enterrado en el Convento del Carmen, sin pompa alguna, efectuándose el enterramiento en la bóveda principal donde permaneció hasta su traslado al Panteón de Marinos Ilustres. Años más tarde, Alfonso XIII aceptará el nombramiento de Prioste y Protector de la Hermandad y en 1920 el Ayuntamiento de San Fernando presidido por Salvador García Suffo obtiene de Benedicto XV la declaración de la Santísima Virgen del Carmen como Patrona de la Ciudad de San Fernando. Desde 1922 se realiza función y novena organizada por los PP. Carmelitas, con asistencia del Ayuntamiento, por ser Patrona de la ciudad. En 1926 se dispone que todos los años, el 25 de julio se declare una función solemne con sacramento y sermón matutino, y por la tarde procesión con la imagen de la Virgen. La Marina de Guerra que venia celebrando otro día en la Iglesia castrense de San Francisco la festividad de su Patrona, dispone unificar el día 16 de julio, para celebrar esta festividad junto al pueblo de San Fernando, a partir de 1941, y lo hará en la Iglesia conventual del Carmen. En 1954, siendo Alcalde de la ciudad Francisco García Raez, es distinguida la santísima Virgen con el nombramiento de Alcaldesa Perpetua y Honoraria por acuerdo del pleno celebrado el 27 de octubre de este mismo año. Por petición de la Armada, Sociedad de Fomento y Defensa, Hermandad y Orden del Carmen; concede S.S. Pio XII la Coronación de la Patrona, la cual se realiza el 12 de octubre de 1951, actuando el Obispo de Cádiz y Ceuta Tomás Diez Gutiérrez,  celebrándose en la mañana de este memorable día en el atrio de la casa consistorial una solemne Misa pontifical con asistencia de autoridades civiles y militares, clero local, hermandad y comunidad carmelitana mientras que los alrededores permanecían desbordados por todos aquellos isleños que pudieron salir a la calle. Recuerdo que era muy niño y presencié aquel acontecimiento desde el balcón de una casa cercana al Ayuntamiento, donde me habían llevado mis padres porque allí vivían unos amigos suyos. Se me quedó gravada en la memoria la escena de la llegada de un antiguo camión descapotado con los niños del antiguo Hospicio de Cádiz quienes irrumpieron en la Plaza del Rey con gran júbilo, cantando un precioso Ave María. Desde tiempo inmemorial la Virgen del Carmen sale en la procesión del Corpus Christi. Para ello, la víspera de esta Fiesta del Corpus, que en anterior época era un miércoles, al celebrarse la festividad un jueves; al atardecer la Virgen era trasladada en procesión a la Iglesia Mayor Parroquial y después de formar parte de la procesión, tras dos días de estancia, el sábado siguiente regresaba al convento. A la vuelta, la procesión era presidida por el Capitán General del Departamento, después Zona Marítima, en representación del Jefe del Estado que era Prioste Honorario, siendo acompañado por la junta de Gobierno de la Hermandad y el Prior de la comunidad de Carmelitas. Largas filas de hermanos, devotas y devotos, y durante muchos años alumnos del Liceo del Sagrado Corazón, regidos por los PP. Carmelitas. El paso era escoltado por una escuadra de gastadores de Infantería de Marina y en muchas ocasiones podría verse un gran número de marineros rodeando las andas de un paso de palio conducido por ruedas. Detrás iba el Arcipreste de la ciudad y dos frailes con capa pluvial. Le seguía la corporación municipal bajo mazas, presidida por el Alcalde. Comisiones de jefes y oficiales presididos por un almirante, habitualmente el Jefe del Arsenal de la Carraca. Representaciones de entidades y corporaciones civiles. Cerrando una compañía de Infantería de Marina con banda de música. Al llegar al templo esta compañía de honores desfilaba ante su Patrona. Más tarde se hará en otro día una procesión marítimo-terrestre, como innovación, en los años sesenta. La Virgen del Carmen, además de ser Patrona de San Fernando y de la Armada, también lo es de pescadores y marineros. Se organizó dicha procesión el último día de la Velada del Carmen. A bordo de una embarcación se trasladaba una imagen de la Virgen, habitualmente no la titular, desde el muelle de arenas del puente Zuazo hasta el muelle de Gallineras, navegando por el caño de Sancti Petri. Después recorrería el barrio de Gallineras y tomando las calles del Buen Pastor, San Onofre y del Carmen, desembocaba en la calle Real para trasladarse a su templo. Después de una época de esplendor de este desfile procesional se entró en otra época de decadencia llevada a cabo por diversos factores como el estar sujeto a mareas, vientos, itinerario tortuoso y diversas circunstancias que no vamos a considerar aquí.
Estamos en la Iglesia conventual del Carmen y en su capilla del Sagrario nos encontramos con Nuestra Señora del Carmen. La primera imagen data de 1681, siendo sustituida en 1697 para ser convertida en Dolorosa, como hemos visto. Esta última imagen fue donada por una piadosa señora y procedía de las indias, para pasar después al claustro del convento al adquirirse la definitiva imagen de 1708. Es una imagen de vestir de 159 x 80 x 66 cm, de las denominadas de candelero, talladas la cabeza y manos, y el Niño en su integridad. El rostro de la Virgen es de líneas clásicas y facciones muy delicadas. Resalta la dulzura maternal y la serenidad que refleja la humildad de la Virgen. Resaltaremos también la finura de la boca y de las cejas pero sobre todo la gran hermosura de sus ojos claros. Las manos aparecen delicadas y con dedos estilados. Con la mano derecha sostiene el cetro y el escapulario carmelitano mientras que en la izquierda porta el Niño Divino. El Niño es de una extraordinaria belleza y está sentado sobre la mano de su Madre, levantando la pierna izquierda mientras que la derecha la lleva hacia atrás. Fijándonos en la postura de sus brazos, observaremos como la mano derecha señala hacia el escapulario que sostiene con la otra mano. Rostro redondeado y de expresión risueña y nos llama la atención el cabello con pequeños bucles que partiendo del centro se acumulan a ambos lados de la cabeza. A cada lado de la frente dos pequeños mechones. No sabemos quien fue el autor de esta obra extraordinaria ni a quien atribuírsele pero parece pertenecer a la escuela genovesa, siendo esta procedencia muy normal ya que gran parte de los miembros de la Hermandad, en la época de la adquisición de la Imagen son de origen genovés. Algunos de los hábitos de la Virgen son traídos de Génova. La Imagen fue restaurada en el año de la Coronación por Sebastián Santos y a finales de los años setenta Alfonso Berraquero realizó una limpieza de la policromía que le devolvió los tonos originales.
El insigne poeta isleño Gabriel González Camoyano dedicó preciosos poemas a la Virgen del Carmen y es que Don Gabriel q.e.p.d, hombre piadoso y al que recuerdo con especial cariño y respeto, fue mi profesor de Gramática y Literatura en los primeros años del bachillerato, era un gran devoto de la Virgen del Carmen siendo hermano y miembro de la junta directiva de la Hermandad. En 1947, en su “Trova a la Madre de Dios”, decía:
¡Oh Virgen morena, de los pescadores, que ganan luchando con sangre y sudores el pan de sus nidos…!




 Nuestra Señora del Carmen. Hermandad



 Junta de Gobierno de la Hermandad del Carmen en el año de la Coronación. Quijano


 BIBLIOGRAFÍA

ARANDA DONCEL, J. DORADO FERNÁNDEZ, J. El Carmen de San Fernando. Caja Sur. Padres Carmelitas Descalzos de San Fernando. Ayuntamiento de San Fernando. Córdoba, 1999
CLAVIJO Y CLAVIJO, S. La ciudad de San Fernando. Imprenta Obispo Calvo y Valero. Cádiz, 1961
MÓSIG PÉREZ, F. Historia de las Hermandades y Cofradías Isleñas. Imprenta “La Isla”. San Fernando, 2005
QUIJANO PÁRRAGA J. San Fernando. Evocación de un Siglo. Publicaciones del Sur Editores. San Fernando, 1998
WIKIPEDIA.www.wikipedia.org/wiki


       




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