Extinguida la monarquía de Judá y terminada la cautividad de
Babilonia; el pueblo judío fue gobernado por Pontífices, hasta que fue conquistado
por Antíoco IV, rey de Siria. Matatías, padre de los macabeos, lucha durante
varios años contra el invasor y al final logra el triunfo y la libertad de su
pueblo. Por este motivo, el pueblo eleva a la familia de los macabeos o
asmoneos, a la realeza y al sumo sacerdocio. Esta dinastía dura unos sesenta
años, pero termina con la imposición de la dinastía de Herodes, aprovechándose de
las luchas internas entre los últimos macabeos.
Entonces: El herodiano Antipas, gobernador de Idumea, con la
ayuda de los romanos, logra el título de Gobernador de Judea, y su hijo Herodes
es nombrado más tarde; Rey de Judea, por decreto del Senado romano, eliminando
a los últimos macabeos. Se le conocerá como Herodes
el Grande, y durante su reinado nace Jesucristo.
A la muerte de Herodes el Grande, su hijo Arquelao hereda Judea y Samaria, pero
es depuesto por los romanos y estos dos países se agregan a la provincia romana
de Siria. Los judíos se manifiestan como un país difícil de gobernar por ser de
carácter fanático, rebelde y de intransigencia religiosa. Por este motivo, el
Presidente romano de Siria, tiene grandes dificultades para vigilarles y Roma
idea un gobernador especial, llamado: Procurador.
El Sanedrín o Gran
Consejo era el más alto tribunal del pueblo judío. Era una institución
aristocrática. En el residía el supremo magisterio doctrinal y la
administración del Estado pero en tiempos de Jesucristo era exclusivamente una
institución de carácter religioso, quedando con una sola autoridad doctrinal.
Bajo la presidencia del Sumo Sacerdote, estaba integrado por:
Príncipes de los Sacerdotes, con representantes de
veinticuatro clases sacerdotales.
Los escribas o doctores de la Ley, que eran los maestros o intérpretes
de la misma.
Los ancianos del pueblo, jefes ilustres de familias de mucho
prestigio para el gobierno.
De este modo, podemos resumir: Sesenta y dos años antes del
nacimiento de Jesús, los romanos aprovechándose de las luchas civiles entre los
asmoneos, descendientes legales de los macabeos, se apoderan de Jerusalén.
Veinticinco años más tarde, los romanos reconocen como rey de palestina a
Herodes el Grande quien somete a todas las regiones de las riberas del Jordán.
Herodes era Idumeo, pueblo semita, y para congraciarse con los judíos restauró
el templo de Jerusalén. A su muerte, dividió el reino entre sus hijos. Arquelao
heredó Samaria, Judea e Idumea. Pero, depuesto por los romanos, su reino queda convertido
en una provincia romana que termina siendo gobernada por procuradores. Mientras
tanto; a Herodes Antipas corresponde Galilea y Perea, y a Herodes Filipo, la
Iturea y otras regiones del Norte.
Bibliografía
ZAHONERO VIVO, J. MARTIN PENALVA, M. A. Elementos de Religión. Jesucristo
según el Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil.
Alcoy, 1954
WIKIPEDIA. www.wikipedia.org/wiki
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