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lunes, 27 de agosto de 2018

LA SANIDAD DE LA ARMADA EN LAS GUERRAS CARLISTAS.



Me representé a mi país, como una inmensa tierra poblada de gentes, todas fraternalmente unidos; me representé la sociedad dividida en familias, en las cuales había esposas que mantener, hijos que educar; hacienda que conservar, honra que defender…
Benito  Pérez  Galdó

En la Península; los conflictos bélicos de mediados del siglo XIX vienen marcados por las guerras carlistas y por las rebeliones cantonales. A la muerte de Fernando VII, el 29 de septiembre de 1833, la heredera al trono es su hija Isabel II quien solo tiene tres años, con lo que su madre María Cristina es nombrada regente hasta la mayoría de edad de aquella. Surge el problema dinástico entre el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro que aspira al trono, al querer abolir la ley dictaminada por su hermano; permitiendo reinar a las mujeres, y por lo tanto a la futura reina Isabel. Los partidarios de Carlos y sus descendientes serán llamados carlistas quienes son de ideas tradicionalistas mientras que los partidarios de Isabel se llamarán isabelinos, de ideas liberales. Vamos a separar varias contiendas en el periodo de tiempo que abarca desde 1833 a 1876. Así tenemos:
Primera Guerra Carlista. 1833-1840. Comienza tras la muerte de Fernando VII y termina con el Convenio de Vergara, en el que el Estado se compromete a admitir a los carlistas en el ejército y a estudiar el mantenimiento de los foros.
Segunda Guerra Carlista. 1846-1849. Comienza tras el fracaso de matrimonio entre Isabel II con Carlos Luis de Borbón, hijo de Carlos Isidro. Termina con el éxodo a Francia de los carlistas. Más tarde, habrá un decreto de amnistía para estos.1
Intentona carlista u “Orteaga”. 1860. Se realiza un complot entre el general Jaime Ortega y Olieta, capitán general de Baleares, con Carlos Luis de Borbón y su hermano Fernando, con el objeto de que suba el primero al trono. Cuenta con el apoyo del cardenal y arzobispo de Toledo: Cirilo Alameda y Brea, así como de varios jefes del Ejército. Desembarca en Ampolla y San Carlos de la Rápita pero a la altura de Creu de Coll, varios oficiales se niegan a continuar por no tener una explicación clara de la causa y estos mismos obligan a huir al pretendiente carlista. El General Ortega es capturado cerca de Calanda. En un Consejo de Guerra, se le condena a muerte por traición y es fusilado el día 18 de abril de 1860. Carlos Luis y su hermano son detenidos por la Guardia Civil, amnistiados y deportados a Francia, al negarse firmar la renuncia a los derechos dinásticos.
Tercera Guerra Carlista. 1872-1876. Con la llegada al trono de Amadeo de Saboya en 1870, se inicia un nuevo descontento por parte de los carlistas. En 1872 tiene lugar esta tercera guerra con escenario principal en Cataluña, Navarra y Vascongadas. Termina la guerra en 1876, con Alfonso XII como Rey, y con la conquista de sus tropas de Estella, capital carlista. El pretendiente huye a Francia.
La Armada junto al Ejército participa en todas estas luchas y así tenemos constancia. Ya desde la primera de las guerras, la Armada utilizó el Departamento de Ferrol como base logística; creando una escuadra de bloqueo en el Cantábrico y otra de observación en Vigo, por encontrarse este puerto cerca de Portugal, donde ocurrían acontecimientos que podrían tener repercusión en España. En un primer momento se disponía de escasas unidades navales, compuestas por las fragatas Lealtad y Perla, las goletas Mahonesa y María, y los bergantines: Guadalete, Guadiana y Manzanares. Más tarde, se incorporarán los vapores: Isabel II, Reina Soberana y Maizepa, con lo que se hará más efectivo el bloqueo, en esta primera guerra carlista.2 
Por parte de la Infantería de Marina, podemos resumir los movimientos de sus batallones, basándonos en la obra de Rivas Fabal.
Primer Batallón. Actúa en las siguientes provincias:
 Albacete: Fuente Albilla.
Guadalajara: Olmedillas.
Tercer Batallón. Sale de Cádiz y actúa en las siguientes provincias:
 Córdoba, Jaén, Ciudad Real: Almadén del Azogue, Puebla de Don Rodrigo, Fuente del Corcho y Agudo.
Cáceres: Granadilla.
Salamanca: Hinojosa.
Ávila: La Higuera.
Albacete: Casas Ibáñez, Fuensanta y Fuente Albilla.
Guadalajara: Olmedillas.
Cuarto Batallón. Sale de Ferrol y actúa en las siguientes provincias:
Navarra: Galdeano, Loyola y Zubieta.
Guipúzcoa: Pasajes, San Sebastián, San Marcos, Aguirre, Hernani, Oyarzun, Urnieta y Guetaria.
Álava: Areta.
Vizcaya: Encartaciones, Luchana,  Valmaseda y Arguisa.
Quinto Batallón. Se organiza en Molina de Aragón (Guadalajara), a expensas de la guarnición de Madrid y actuará en las siguientes provincias:
Tarragona: Cenia y Gandesa.
Teruel: Linares de Mora.
Castellón: Catí, Lucena y Morella.
Valencia: Chiva.
Sevilla.
Cuenca: Olmedillas y Pozuelo.
Albacete: Fuente Albilla.
Estos batallones llevan su apoyo logístico y su asistencia sanitaria, comprendida en ello. Durante las primeras guerras, no tenemos información de hechos notorios referentes a la sanidad. Sin embargo, ya en la tercera guerra de 1872 conocemos más datos referentes a la actuación de la sanidad de la Armada. En este periodo se ha formado la Fuerza Naval del Cantábrico, al mando del capitán de navío Victoriano Sánchez Barcaiztegui, compuesta por la corbeta Consuelo, las goletas: Ligera, Concordia y Buenaventura, y los vapores: Cádiz, Ferrolano, Guipuzcoano y Gaditano, uniéndosele el vapor Colón, donde iza la insignia el jefe de la escuadra. 
La infantería de marina tiene una actuación destacada en tierra. En Somorrostro, formando parte de la comarca de las Encartaciones, entre el invierno y primavera de 1874, tienen lugar tres grandes batallas que van a constituir uno de los episodios más trágicos de estas guerras, con numerosísimas bajas por parte de los dos bandos. Importante será el combate del Paso de Muñecas el día 28 de abril de 1874, donde se distingue el 1º batallón del 1º regimiento de Infantería de Marina que forma parte de la división del general de ejército Martínez Campos, teniendo que actuar tomando una en una todas las trincheras para llegar después a San Pedro de Galdames, situado en una hondonada del rio de su nombre.  
El 2º batallón de este regimiento, procedente de San Fernando en Cádiz, ha sido asignado al Ejército del Norte, y llega a Santander para embarcar en el vapor Ciudad de Cádiz con rumbo a Castro Urdiales. Va a intervenir en el combate de San Pedro de Abanto, gran posición defensiva, luchándose con bayoneta y de trinchera a trinchera, frente al heroico ejército carlista. Se van a apoderar del caserío de Murrieta. De esta primera compañía, sólo quedaron tres hombres.
Destaca: el médico primero Alfredo Pérez Bernechea quien a pesar de estar herido continúa asistiendo a las numerosas bajas. En Mioño se instala un hospital de campaña y se confía su dirección al médico mayor Vicente Cabello Bruller de quien tenemos referencia abundante y podemos fácilmente deducir sus grandes conocimientos, tanto científicos como logísticos. Se le une el médico segundo de la goleta Buenaventura, Juan Naveda Campo. Se crean otros hospitales en Pasajes de San Juan y San Pedro, donde son enviados los médicos siguientes: primer médico Antonio Jiménez  Guinea, segundos médicos: Antonio Noguerol Zavala, Andrés Poladura Olaya y Emilio Gómez.
En el buque insignia Colón, frente a la plaza de Motrico, el jefe de la escuadra Sánchez Barcaiztegui, resulta herido de gravedad por impacto de un proyectil, terminando con su vida. Es atendido por los segundos médicos embarcados: Enrique Cardona Miret y Daniel Piorno Servet. Recordemos el trágico final que tuvo Enrique Cardona, en fecha posterior,  en Las Carolinas.


Notas:

1). Esta segunda guerra carlista no la consideran algunos autores.
2). Cervera Pery. Ferrol, "Cobertura naval de las guerras carlistas". Cuaderno monográfico, 1996. Instituto de Historia y Cultura Naval, pp. 53-62.
3). Existe dificultad para la identificación de Emilio Gómez pues no se encuentra en los escalafones de la época. En 1878, encontramos un segundo médico llamado Álvaro Gómez López, añadido a pluma. Emilio Gómez pudo ser también, un médico supernumerario quien después no continuó.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 103-106.



Fragmentos del cuadro donde se muestra una evacuación por parte de la Sanidad del Ejército, durante la tercera guerra carlista (1875). Museo Militar de la Coruña. Fotografía del autor.

BIBLIOGRAFÍA.

Cervera Pery, J. Ferrol, “Cobertura naval de las guerras carlistas”. Jornadas de historia marítima. Cuadernos monográficos. Instituto de Historia y Cultura Naval. XV, 
Clavijo y Clavijo, S. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. San Fernando. Tipografía de Fernando Espín Peña, 1925.
Gracia Rivas, M. La Sanidad Naval española. Historia y evolución. E. N. Bazán. Barcelona, 1995.
Rivas Fabal, J. E. Historia de la Infantería de Marina Española. Editorial Naval. Madrid, 1970.
ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz).

Archivo y Biblioteca Naval de San Fernando.
 Estado General de la Armada. Cuerpo de Sanidad. Médicos. 

WIKIPEDIA."Guerras carlistas". wikipedia.org/wiki. 25 de agosto 2018.
WIKIPEDIA. "Alzamiento carlistas en San Carlos de la Rápita". wikipedia.org/wiki. 13 de febrero de 2018.






martes, 21 de agosto de 2018

EL CUERPO DE SANIDAD DE LA ARMADA RINDE HOMENAJE A SUS VICTIMAS.





Lo demandó el honor y obedecieron, lo requirió el deber y lo acataron…
Homenaje a los que dieron su vida por España

Cuando en el mes de julio de 1887; el primer médico Enrique Cardona Miret muere trágicamente durante la insurrección de Ponapé, sus compañeros destinados en Cuba acuerdan llevar a cabo una suscripción con el fin de costear una ofrenda a este heroico médico. Al principio, se pensó dejar una lápida y depositar una corona de flores en el lugar donde Enrique Cardona encontró la muerte. Los otros compañeros, destinados en Filipinas, pensaron que sería mejor colocar un mausoleo en el Hospital de Cañacao, en él figurarían los nombres de otros compañeros caídos en acto de servicio, como era el caso del médico mayor Rómulo Valdivieso Ferrer, segundo médico Guillermo Gómez Nieto, y el también segundo médico Estanislao García Loranca, muertos en Cavite, Mindanao y Patean; en 1872, 1882 y 1874 respectivamente. Se había recaudado en total 2.247,50 pesetas; entre los médicos de Filipinas, Cuba y la Península. Participan también dos farmacéuticos quienes son: Bernardino Jaime Stoll, destinado en la farmacia del Hospital de Cañacao, con 50 pesetas, y Francisco Andrés Serra, destinado en la farmacia del Hospital de San Carlos, con 5 pesetas. El Mausoleo fue inaugurado en el patio de entrada del Hospital de Cañacao, en el año de 1889. Después de la perdida de Filipinas y consiguiente abandono del Hospital, su director accidental; Hermenegildo Tomás del Valle, decide que hay que traer el Mausoleo a España. Cuenta para ello con el apoyo del Inspector General de Sanidad; Félix Echauz, corriendo el Cuerpo con los gastos de traslado y restauración, pues había sido deteriorado por motivos de la guerra. A todo ello contribuyen todos los componentes del Cuerpo de Sanidad y dicha restauración se llevará a cabo en Ferrol. Se aprovecha la ocasión para introducir nuevos nombres de otros heroicos compañeros, como recordaremos: el primer médico Andrés Castro Vargas, asesinado por los insurrectos en una calle de Balabac, en 1897, y el segundo médico Julio Cesar Díaz Navarro, ahogado en 1898 en el naufragio del crucero Infanta María Teresa, tras el combate naval de Santiago de Cuba. La restauración queda finalizada en el mes de diciembre de 1901, y con la aprobación del capitán general del Departamento de Ferrol, queda emplazado en el patio de entrada del también restaurado Hospital de Marina. Durante el año de 1933; siendo subdirector del Hospital, el entonces teniente coronel médico Salvador Clavijo y Clavijo, ilustre historiador, conocido por todos, quien siempre ha demostrado un gran cariño por el Cuerpo de Sanidad de la Armada, decide llevar a cabo una segunda restauración con ampliación del monumento.1 
Cambiado de lugar, permaneció en el Hospital hasta su cierre en 1989 para pasar al nuevo Hospital Naval, quedando ubicado frente a la puerta principal. En el año 2004, el centro ha cambiado de nombre para denominarse Hospital Básico de la Defensa en Ferrol, y por impulso de su director: coronel médico del Cuerpo Militar de Sanidad Antonio Díaz Valdés, se lleva a cabo una nueva restauración para inaugurarse de nuevo tras esta, el día 27 de junio de 2004, festividad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Patrona del Cuerpo Militar de Sanidad, y cuando se cumplían 102 años de su traslado a Ferrol. Con la cesión total del Hospital al Servicio de Sanidad de Galicia, en 2007; el Mausoleo pasa al Museo Naval de Ferrol, donde se encuentra en la actualidad. 
Ángel Fernández Caro; médico mayor de la Armada, en 1889, con motivo de la inauguración del monumento en el Hospital de Cañacao, escribía en el Boletín de Medicina Naval, de cuya revista era director en esta época, una hermosa recomendación, la que fue recogida por los farmacéuticos del Cuerpo de Sanidad de la Armada: Francisco de Paula Sánchez-Limón y Francisco Javier Pallarés Machuca, en el año 1996, cuyo artículo ha servido de base:
Compañeros que vestís el uniforme de Sanidad de la Armada, cuando paséis por el Hospital de San Carlos, descubríos ante una lápida, que en honor a la ciencia elevó un día el Cuerpo a uno de sus más insignes maestros, a Don Pedro María González; cuando visitéis el Hospital de Cañacao, postraos ante el Mausoleo que en homenaje al heroísmo acaba de erigir este Cuerpo a los Mártires del deber, honrándoles a ellos os honraréis a vosotros mismos.
En el Hospital de Marina de Cartagena, se dedicó una lápida en recuerdo de los médicos del Cuerpo de Sanidad de la Armada que perdieron la vida, con los nombres de Rodríguez Palma, Valdivieso Ferrer, García Loranca, Gómez Nieto, Cardona Miret, Martín Diez, Robles Villar, Lapesa Collado, Castro Vargas, y Díaz Navarro. Una inscripción que dice: Honor a la memoria de los médicos de la Armada, muertos en el cumplimiento de su deber. Esta lápida fue colocada un 19 de noviembre de 1913, con motivo de la inauguración de una monumental escalera que conduciría al segundo piso del Hospital, siendo sus dimensiones de 1,70 m x 1,03 m. Fue destruida en 1936 y reconstruida en 1939, añadiéndosele en esta ocasión nuevos nombres.2

NOTAS.

1). Sánchez-Limón y Pallarés Machuca. R. G. M; Marzo 1996, pp337-343.
2). Soler Cantó; El Hospital Militar de Marina de Cartagena,  pp. 36, 156: Doc. 42.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 186-189.



 Cenotafio dedicado a los oficiales médicos del Cuerpo de Sanidad de la Armada muertos heroicamente.  Museo Naval de Ferrol. Roca Nuñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del
siglo XIX, p. 187  


Lápida que el antiguo Hospital de Marina de Cartagena dedicó a los oficiales médicos del Cuerpo de Sanidad de la Armada muertos en el cumplimiento del Deber. Clavijo. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada, p 403.



BIBLIOGRAFÍA.

Clavijo y Clavijo, S. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. San Fernando. Tipografía de Fernando Espín Peña, 1925

ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz

SÁNCHEZ-LIMÓN, F. PALLARÉS MACHUCA, F.J. “Historias de la mar: El Cenotafio en honor a los muertos por la Patria del Cuerpo de Sanidad de la Armada” o “El Mausoleo de Cardona”. Revista General de Marina, pp. 337-343. Marzo, 1996.

SOLER CANTÓ, J. El Hospital Militar de Marina de Cartagena. 2ª Edición. Universidad Politécnica de Cartagena, 1999.








martes, 14 de agosto de 2018

MONUMENTO A LOS HÉROES DE CAVITE Y CUBA EN CARTAGENA.




Que no se olvide que hay algunas derrotas más gloriosas para los vencidos que otras victorias para los vencedores
Henry C. Burt

En el año 1919; con objeto de rendir homenaje a los héroes que combatieron en los combates navales de Cavite y Santiago de Cuba, se lleva a cabo una suscripción popular en la que interviene todas las clases sociales españolas y diversas ciudades del mundo, sumándose a ello el propio monarca Alfonso XIII. El escultor elegido es el asturiano Julio González-Pola y García. Se pensó al principio que la sede del monumento fuera Cádiz pero al final se eligió Cartagena, siendo inaugurado el día 9 de noviembre de 1923 con la presencia de los reyes de España: Alfonso XIII y Victoria Eugenia. 
Las imágenes esculpidas en piedra tuvieron que ser restauradas al haberse deteriorado con el tiempo, de ello se encargó el artista local Manuel Ardil Robles, siendo más tarde reemplazadas por otras figuras de bronce, hechas por Miguel Ángel Casaño. Las primitivas, de piedra, se encuentran actualmente en el Arsenal de Marina de Cartagena. En el obelisco, aparecen dos frentes contrapuestos: Representando a la Gloria; una mujer que ofrece dos coronas de flores a los mártires. El escudo de España. Una inscripción que dice: A los heroicos marinos de Cavite y Santiago de Cuba, 1898. Honor a las escuadras de Cervera y Montojo. Una lista con los nombres de los oficiales fallecidos en ambas batallas. En la base del monumento aparece un conjunto escultórico, el cual lo dividiremos en dos partes. En una de ellas vemos un buque en el que en su proa y a babor, está escrito: Infanta María Teresa. En él aparece un marinero caído, sin vida, sobre un cañón, quizás muerto en la preparación de la carga. Otro marinero yace sobre cubierta y un tercero está erguido; en su mano derecha sostiene un fusil y con su izquierda parece querer sostener a su compañero muerto. Mira hacia arriba; en una actitud, dando la impresión que refleja una mezcla de resignación, impotencia y a la vez de un orgullo desafiante ante el enemigo. Detrás, un oficial caído que agarra con su mano y con toda su fuerza la bandera del buque, la cual ha sido derribada y ahora pretende que no le sea arrebatada. En el otro grupo aparece una mujer quien representa a la Patria; el brazo izquierdo extendido con su dedo índice señalando el Cielo. Su mano derecha la apoya sobre un marinero quien también sostiene con su diestra un fusil, mirándole atentamente y con devoción de hijo. A su izquierda; un oficial agarrando con su mano el puño de su machete y en actitud de disciplina y obediencia.

Monumento a los héroes de Cavite y Cuba. Cartagena.

Detalles del Monumento.



Detalles del Monumento.
NOTAS.
*).Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX.
pp.190-193.

BIBLIOGRAFÍA.

CARTAGENA ANTIGUA. "Monumento a los Héroes de Cuba y Cavite".
cartagenaantigua.wordpress.com. 25 de abril de 2013.

ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.

WIKIPEDIA. "Héroes de Cavite".www.wikipedia.org/wiki. 28 de mayo de 2017.










sábado, 11 de agosto de 2018

CONDECORACIONES PROPIAS DE LAS CAMPAÑAS DE CUBA.


Medalla de Cuba
Fue creada el 27 de junio de 1873 por Decreto Ley. De plata acuñada. Concedida a aquellos miembros del Ejército o de la Marina con tres años de servicio en la Isla o fuesen heridos en operaciones militares. Se añadían pasadores de plata por cada año de servicio.
De forma romboidal y orlada por una corona de laureles y palma. En el anverso; en su centro aparece la imagen de la República representada por una mujer sentada, sostiene con su mano derecha una corona y con su antebrazo y mano izquierda se apoya en un escudo de España. Detrás; las columnas de Hércules y dos bolas del Mundo que representan a España y América. Al fondo se vislumbra el mar con un barco navegando. En el reverso hay una inscripción que dice: ESPAÑA AL VALIENTE EJÉRCITO QUE PELEA EN DEFENSA DE LA PATRIA 1873
En la parte superior; una corona mural de plata prolongada con una anilla a la que se une una cinta roja con una franja central negra, de un octavo del ancho total de la cinta.



Medalla de Cuba. Anverso y reverso. Salvat.


Medalla de los Voluntarios de Cuba.
Fue creada en 1 de febrero de 1899. Hecha de bronce acuñado.Concedida a todos los voluntarios de distintas categorias militares que hubieran permanecido un mìnimo de seis meses en campaña con una acción de guerra, al menos. También si hubieren sido heridos. O bien haber permanecido en el territorio durante tres meses y haber tenido en este tiempo tres hechos de armas. Podría finalmente obtenerse con dos años de servicio en la isla.
Forma circular. En el anverso los bustos del rey Alfonso XIII, de niño, y de su madre la reina regente. Ambos bustos superpuestos. La reina regente está coronada. En el margen figura una inscripción: A LOS LEALES VOLUNTARIOS DE CUBA.
En el reverso aparece el anagrama de Alfonso XIII y en los bordes la incripción: CAMPAÑA DE CUBA 1895-1898.
Una bola superior perforada para que pase una anilla que sujetará una cinta bicolor, mitad roja y mitad morada. 




Medalla de los Voluntarios de Cuba. Anverso y reverso. Salvat.




Medalla de la Campaña de Cuba
Creada por Real Orden el 1 de febrero de 1899. Fabricada con cobre dorado y bronce. Como motivo de la concesión; permanecer un mínimo de seis meses en circunstancias de operaciones militares con hechos de armas o bien tres meses con tres hechos. También;  si se era herido en acción de guerra, en este caso había acceso inmediato. En el anverso; observamos una medalla orlada por laureles y en cuyo centro aparecen los bustos de la Reina regente y Alfonso XIII de niño, superpuestos. Rodeando a las figuras, en el margen superior, se lee: CAMPAÑA DE CUBA, y en el inferior: 1896-1898
En el reverso, aunque algunos ejemplares solo muestran las marcas de acuñación del anverso, otros en el centro muestran el anagrama de Alfonso XIII, mientras que en el margen puede leerse: AL EJERCITO EN OPERACIONES 
En la parte superior, la corona real que por un botón perforado se une a una anilla por la que pasa una cinta con franjas rojas y azules del mismo ancho. Pasadores estrechos del mismo material de la medalla, sobre la cinta, uno por cada año de servicio.




Medalla de la Campaña de Cuba. Anverso y reverso.Custodia por herencia.

 Medalla de Campaña y Repatriación 1895-1899
Recompensa de la Cruz Roja a las campañas de Cuba y Filipinas. Se instauró el 26 de septiembre de 1899 por una Real Orden. Material de fabricación; bronce dorado y esmaltes. El motivo de la concesión era el haber prestado servicios de asistencia en la Cruz Roja durante la campaña de 1895-1898; en ultramar o posterior a la firma del tratado de paz. El objeto era premiar a aquellos que habían participado en la ayuda a los soldados enfermos y heridos de los ejércitos de España. Forma circular; en el anverso aparece una cruz central con cuatro brazos iguales, rodeada de dos ramos; uno de laurel y el otro de palma, como premio a los servicios humanitarios y coloniales, respectivamente. Sobre la cruz; una corona monárquica dorada. En el reverso aparece la inscripción: A LA CRUZ ROJA ESPAÑOLA CAMPAÑAS Y REPATRIACION DE 1895-1899
Una doble ranura rodea el borde. En la parte superior de la medalla, un botón sujetando a una corona de laurel esmaltada, como símbolo del valor. Sobre esta corona, un segundo botón perforado por el que pasa una anilla que le va a unir a una cinta con los colores de la Cruz Roja, compuestos por cinco franjas de igual grosor; tres de color rojo y dos de color blanco, alternando entre sí.




Medalla de Campaña y Repatriación. Anverso y reverso. Salvat. 

 NOTAS.
*). Roca Núñez et al. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 201-202.

BIBLIOGRAFÍA.

ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.
SALVAT. Condecoraciones Históricas. Cuaderno 32.