Doctor Cortezo y Prieto
Fue médico y
político que vivió entre 1850 y 1933 durante distintos regímenes políticos.
Conoció los reinados de Isabel II, Amadeo de Saboya, Alfonso XII y Alfonso XII.
Las primera y segunda Repúblicas. Cuando llega el año 1868, España se ve
lanzada a una nueva aventura. Al ser destronada Isabel II aparece un afán renovador
por parte de un importante sector de la sociedad. Aparece una nueva generación
de políticos; unos de carácter republicano, como: Emilio Castelar y Francisco
Pi i Margall. Otros de ideas conservadoras como Antonio Cánovas del Castillo o
de carácter liberal como Práxedes Mateo Sagasta. A la Constitución de 1868, le
sigue la Carta Magna del 69, donde se proclama la Soberanía nacional,
considerando la monarquía como forma de gobierno. Habrá una Constitución pero
España es ahora una monarquía sin rey. Es necesario buscar un sustituto a
Isabel II que sea católico y acepte las reglas de la democracia. Se elige al
Duque de Aosta, hijo del rey de Italia, Víctor Manuel II. Más tarde, es
asesinado el general Prim y surgen enormes problemas: impaciencia de las clases
populares, campesinos sin tierras, malestar en el ejército, guerras coloniales
en Cuba, guerra carlista en el norte. Durante la primera República se intenta
hacer una República Federal que llevará a los levantamientos cantonales, sobre
todo en Cartagena y Cádiz. En 1873 ocurre el golpe militar del general Pavía
que terminará con los cantones y en 1874 se proclama Alfonso XII, rey de
España. Después vendrá el reinado de Alfonso XIII y la segunda República.
Carlos María
Cortezo y Prieto de Orche nace en Madrid el 1 de agosto de 1850, en la Calle de
Relatores, en el seno de una familia acomodada de clase media. Cursó la
enseñanza secundaria en el Instituto San Isidro de la capital. Comienza los estudios
de medicina en 1866, en el Real Colegio de San Carlos. En 1870 obtiene el
título de Licenciado en Medicina y meses más tarde el de Doctor. Viaja a Paris
para trabajar con François-Sigmond Jaccoud en fisiopatología. También es amante
de la histopatología y llegó a ser miembro de la Sociedad Histológica española
que fundara Aureliano Maestre de San Juan. En 1873; ingresa en el Cuerpo de la Beneficencia
General del Estado con el número 1 y ocupa una plaza de médico de guardia en el
Hospital de la Princesa. Tras participar en oposiciones a la Cátedra de Patología
y Clínica Médicas de la Universidad de Barcelona; en 1876 obtiene la Cátedra de
Fisiología de la Facultad de Medicina de Granada, toma posesión de ella y
renuncia para volver a Madrid, donde va a realizar su actividad docente en el
Hospital de la Princesa, donde con el tiempo llegaría a ser decano de los
médicos, y en el de San Carlos. En 1878 funda con Méndez Álvaro la Sociedad
Española de Higiene. Habiendo ingresado en la política como diputado por
Sahagún, en el partido conservador; ocupa los puestos de diputado, senador,
vicepresidente del Consejo de Diputados, director General de Sanidad, Ministro de Instrucción Publica y Presidente
del Consejo de Estado. Entre 1899 y 1902 es cuando ocupa la Dirección General
de Sanidad, realizando una gran labor que culminó con la aparición de la
Higiene Publica española. Intervino en la creación del Instituto Central de Bacteriología
e Higiene, precursor del Alfonso XIII, elaboró
el Reglamento de Sanidad Exterior y la Instrucción General de Sanidad. En 1914
es elegido Presidente de la Academia de Medicina y es reelegido en seis
ocasiones, permaneciendo durante 14 años en la presidencia. Tuvo algunos
problemas en la Dirección General de Sanidad, a la que hace desaparecer en 1892
para restablecerla en 1899. La vuelve hacer desaparecer de 1902 a 1922. En la
opinión del profesor Rico-Avello, se debió estas decisiones a presiones
políticas. En 1904 crea Ia Instrucción General de Sanidad pero por ser Real
Decreto plantea serias dificultades. Carlos María Cortezo fue también un digno
representante de la sanidad española. Así, en 1892 había sido delegado español
en la Conferencia Sanitaria Internacional de Venecia. Fue Presidente del Real
Colegio de Sanidad. Presidió una Delegación para la lucha contra la epidemia de
tifus exantemático, y Cortezo defiende el papel que tiene el piojo en el
contagio y difusión de la enfermedad. En 1903 asiste a la Conferencia Sanitaria
Internacional de Paris. Allí interviene sobre este tema pero tiene algunos
perjuicios y se muestra escéptico a los avances de la etiología bacteriana. Se
opone a las vacunaciones anticoléricas y antitíficas de Ferrán. No obstante, en
1904 crea la vacunación obligatoria contra la varicela. En 1909 es elegido
presidente del Consejo de Protección a la infancia. En 1917 ha alcanzado una
gran popularidad. Es nombrado Presidente de la Unión Médica. Llegan malos tiempos con la aparición de ideas
revolucionarias y amenazas de huelgas. Cortezo aparece como símbolo de los
médicos conservadores. Ha presentado la dimisión ante la Unión y crea la Ley de
Epidemias y el Colegio de Huérfanos
de Médicos Príncipe de Asturias. Obligará a los médicos a colegiarse. En
1918 es invitado a ocupar un sillón vacante en la Real Academia de la Lengua.
El discurso de entrada versará sobre Literatura
satírica en relación con la Medicina. Para el acto vestirá el uniforme
académico, renunciando al de ministro de la corona. En 1929 es director de la
Real Academia de Medicina. Fallece en Madrid, el 24 de agosto de 1933. Estaba en posesión de numerosas
condecoraciones:
Cruz de la Beneficencia. Por su labor en el Hospital de la Princesa.
Cruz de Isabel la Católica. Por su gestión como Director General de Sanidad.
Cruz de Alfonso XII. Por
su labor en la organización del Congreso Internacional de Prensa Médica.
Collar de Carlos III. Se
le concedió en mayo de 1920, coincidiendo con las bodas de oro de la profesión.
Después le fue concedido el Toisón de
Oro.
La Diputación
de Madrid lo nombró: Hijo Predilecto. El
Ayuntamiento de la capital le puso su nombre a la calle donde nació, al tiempo
que erigió un monumento en el parque del Retiro.
Colaboró con
sus artículos en algunos periódicos, como: Siglo Médico, donde se firmaba con
los seudónimos de Decio Carlan y de
Prieto. A los 75 años de edad, pese a estar ciego, dirige una emisión
radiofónica llamada Consejos Higiénicos. Difunde
actividades académicos a través de “Radio Ibérica”. Realizó más de 100 publicaciones,
entre las que destacan: Lecciones de Terapéutica,
en 1874. Patología Clínica y Médica, en
1880, la cual quedó incompleta. Curas
clorogenas, en 1881; basada en el tratamiento de las heridas con
hipocloritos de acción lenta, técnica que se impondría durante la Primera
Guerra Mundial. Pasos de un solitario,
en 1923. Cajal, en 1924.
Fue un
defensor del idioma esperanto,
llegando a ser presidente de la Asociación española de Esperanto
BIBLIOGRAFÍA
ACADEMICOS.www.ranm.es
GARCÍA DE
CORTAZÁN, F. et al. Memoria de España.
Santillana Ediciones Generales. Madrid, 2004
MCNBIOGRAFÍAS.www.mcnbiografias.com
RICO-AVELLO,
C. “C. M. Cortezo y Prieto”. Homenaje al médico español. 2ª Edición
WIKIPEDIA.es.wiki.org/wiki