En 1565 Miguel López de Legazpi
conquista diversas islas del archipiélago filipino y para su gobierno crea una capitanía
general dependiente del virreinato de Nueva España, en el año 1574.
En 1784 se ha creado la
Intendencia de Manila.
En 1786 se han creado cuatro
intendencias más, en: Illocos, Camarines, Ilo Ilo, y Cebú.
Al principio se hace cargo de la
administración territorial la Armada pero después pasará dicha competencia al
Ejército. Fernando VII nombra a un gobernador que tiene la categoría de capitán
general, aunque es civil. A partir de 1822 los gobernadores van a ser
militares.
Durante la segunda mitad del
siglo XIX se van creando gobiernos y comandancias militares. Pero en 1840 ya
había tres distritos: Luzón, Mindanao y Visayas. Al frente de cada uno de ellos
figuraba un general de brigada quien mandaba sobre veinticinco gobernadores
político-militares, que eran jefes u oficiales del Ejército cuyo empleo
dependía de la extensión del territorio, y pertenecían al Arma de Infantería o Caballería.
Todos ellos eran militares distinguidos y con experiencia en ultramar. Tenían
atribuciones semejantes a los gobernadores civiles de la Península. Nombraban
los alcaldes en las poblaciones pertenecientes a su territorio. También poseían
jurisdicción sobre las tropas estacionadas en ellos.
La autoridad eclesiástica obraba
aparte y como es natural dependía de la Iglesia.
Siguiendo a Puell de la Villa podemos
informarnos de la organización del Ejército en el Archipiélago. El capitán
general estaba acompañado por un Estado Mayor con sedes en Manila, Cavite,
Zamboanga y Marianas. Comprendía cinco secciones: organización, administración,
personal, justicia, y reclutamiento. Había un segundo general subinspector para las distintas fuerzas.
Los distintos Cuerpos eran:
Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros, Guardia Civil, y Carabineros.
La Infantería comprendía la mayor
parte de las fuerzas y estaba distribuida de la siguiente forma: Regimientos; Legazpi
nº 68, Iberia nº 69, Magallanes nº 70, Mindanao nº 71, Visayas nº 72, Joló nº
73, y Manila nº 74. Los regimientos estaban mandados por tenientes coroneles y
cada uno de ellos poseía una plana mayor y seis compañías. Su distribución
cambiaria con las circunstancias. Normalmente había cuatro regimientos en la
bahía de Manila, agrupados en media brigada al mando de un coronel. Los
regimientos restantes se mantenían desplegados principalmente por las plazas
fuertes como Visayas y la isla de Mindanao, siendo en su capital Zamboanga
donde residía el jefe de la segunda brigada. Además habrá numerosos
asentamientos cuando lo exigen las circunstancias, como veremos a continuación.
La Caballería contaba con un
escuadrón de Lanceros y se encontraba en Manila.
La Artillería estaba formada por
un regimiento con dos batallones. Uno en Cavite y otro en Manila. Cada uno de
ellos contaba con cinco baterías. Había diez compañías de a pie y una de
montañas.
Ingenieros contaba con dos
comandancias facultativas y con cuatro compañías de obreros indígenas, mandadas
por oficiales de infantería. Estaban a su cargo las obras y mantenimiento de
las fortificaciones de Cavite y Manila, así como la comunicación entre ellas.
En las aldeas quedaban hombres de reserva para cubrir las necesidades.
La Guardia Civil se ocupaba del
orden público. Estaba agrupada en tres tercios y dispersa en seis distritos con
infinidad de puestos. El mantenimiento del orden público de Manila y sus
alrededores correrá a cabo de la llamada “Guardia Civil Veterana”.
Los Carabineros poseían cuatro
comandancias y doce compañías. Su misión
consistía en evitar el contrabando. Patrullaban las costas con lanchas de
vapor, falúas y botes de vela.
El apoyo a las fuerzas estaba
constituido por: Cuerpo Jurídico, Administración Militar, Sanidad, Veterinaria,
y Clero Castrense.
La Sanidad comienza a construir
hospitales y enfermerías como apoyo a la tropa. Además de su hospital principal
en Manila cuenta también con hospitalización en Cotta-Bato, Mindanao, Joló, Ilo
Ilo, Puerto Princesa, Agaña en Marianas, y otras de menor categoría como:
Bangued, Fuerte Tumbao, Tucuran, Fuerte Reina Regente, Parang-Parang, Pikit,
Bantog, Iligan, Momungang, Marahui, Ularna.
PERSONAL
El personal militar profesional
era voluntario y con el compromiso de permanecer un mínimo de seis años en el
archipiélago. Contaban con un sobresueldo. Pero a pesar de ello no había muchos
candidatos y las causas eran diversas. El clima de las islas de carácter
tropical con oscilaciones desde lo caluroso y seco, aunque con alto grado de
humedad, hasta las lluvias con precipitaciones abundantes y monzones. Se unía a
ello las terribles enfermedades, como paludismo,
cólera, disentería, o beri-beri, que ocasinaron tantas muertes, sin olvidarnos
de otra patología propia de la región y complicada para la época, como las
úlceras de Carolinas y fagedémicas, la anemia de Filipinas, fiebres hiperémica
y fluvial, o las heridas de púa. Pero había otro factor a tener en cuenta que
era la calidad de la tropa con que se contaba. El Gobierno recurrió a aumentar
un grado en el empleo para el ejército de Filipinas.
Para la tropa de ultramar se
había implantado el reenganche entre los que habían finalizado el servicio
militar y se empleaban voluntarios. Se reclutaron indígenas pero la política
tuvo que cambiar a lo largo del tiempo debido a la aparición de las
insurrecciones. Así; el regimiento de artillería de Cavite, a raíz de la
insurrección de 1872 en su cuartel, solo se nutrió de tropa peninsular.
Recordemos que en el tiroteo murió el médico mayor de la Armada Rómulo
Valdivieso Ferrer, jefe de sanidad del Arsenal de Cavite, cuando en el cumplimento
del deber se dirigía desde su domicilio a su puesto de combate de la enfermería
del Arsenal.
INSURRECCIONES Y REORGANIZACIÓN
MILITAR
Con la aparición de las
insurrecciones en las islas, la organización existente es modificada. Se crean
dos regimientos provisionales de Infantería que se llamaran Regimientos de
Filipinas nº 1 y nº 2. A parte de ello se contaba con dos compañías
disciplinarias, agrupadas en un batallón. Más tarde se reorganizan los
regimientos, se aumenta la artillería y la caballería, y se duplica la tropa.
La acción bélica aumenta por
parte de los insurrectos. Estos, impulsados por la sociedad secreta Katipunan,
han organizado un ejército comandado por el antiguo viajante de comercio Emilio
Aguinaldo Famy y por el farmacéutico y científico Antonio Luna Novicio. Al
tenerse que enfrentar al ejército tagalo, el gobierno de la nación organiza una
tropa expedicionaria constituida en principio por dos batallones de Infantería
de Marina, tres de Cazadores, y una sección de Artillería. La tropa comienza
embarcando en los vapores Cataluña y Monserrat de la Compañía Trasatlántica desde
Cádiz y Barcelona respectivamente. Llegan un total de 12.000 hombres al mando
del general Lachambre y con los efectivos del gobernador general Camilo García
de Polavieja, quien sería nombrado general jefe del Ejército de Filipinas, se
forma una división de once batallones expedicionarios y dos regimientos
indígenas que comienzan a operar sobre las principales posiciones rebeldes de
Imus, Noveleta y Cavite Viejo.
Continúan llegando tropas desde
la Península y Polavieja crea un mando divisionario en las provincias de La
Laguna, Batangas y Tayabas. Hay cuatro brigadas a cuyo frente figuran generales
de brigada, posiblemente fueran coroneles graduados de generales, en Filipinas.
Comandancia General de la
División. Al mando del general de división José Lachambre Domínguez.
Primera Brigada al mando del
general de brigada Pedro Cornell. Estaba integrada por tres batallones de Cazadores
Expedicionarios y el Regimiento de Infantería de Línea nº 74. Dos Guerrillas
Montadas o a caballo.
Segunda Brigada al mando del
general de brigada José Marina de la Vega. Se hallaba compuesta por unidades
procedentes de dos batallones de Cazadores Expedicionarios y cuatro compañías
de otros dos batallones, así como cuatro compañías del Regimiento de Infantería
de Línea nº 73. Además, una Guerrilla Montada y un batallón de Artillería de Plaza.
Tercera Brigada. Estaba al mando
del general de brigada Nicolás Jaramillo Mesa. Estaba constituida por un batallón
de Cazadores Expedicionarios y dos compañías de otro batallón. Cuatro compañías
de los regimientos de Infantería de Línea números 70 y 73. Una Guerrilla Montada.
Una sección de Artillería de Montaña. Una sección de Ingenieros. Un Parque Móvil.
Además en Taal; un Centro de Municionamiento, Hospital y Aprovisionamiento.
Brigada Independiente al mando
del general de brigada Francisco Galbis Abella. Estaba constituida por tres
batallones de Cazadores Expedicionarios y cuatro compañías de otros dos. Tres Guerrillas
Montadas. Un escuadrón de Caballería Peninsular. Una sección de Artillería de Montaña.
Una compañía de Ingenieros.
Comandancia General del centro de
Luzón al mando del general de brigada Diego de los Ríos y Nicolau. Estaba
formada por diez compañías procedentes de cuatro batallones de Cazadores
Expedicionarios. Cuatro compañías procedentes de tres regimientos de Infantería
de Línea y dos compañías procedentes del batallón de Infantería de Marina nº 4.
Una sección de Ingenieros.
Comandancia General de Manila y
Morong al mando del general de división Enrique Zappino Moreno. Estaba
integrada por un batallón de Cazadores Expedicionarios y cuatro compañías
procedentes de otro batallón. Tres compañías procedentes del regimiento de Infantería
de Línea nº 70. Tres compañías de Infantería de Marina procedentes del Batallón
nº 3. Tres compañías del regimiento de Artillería de Plaza. Un escuadrón de Caballería
del Regimiento Filipinas.
Además se habían constituidos una
serie de destacamentos: Santa Cruz de la Laguna. Calamba. Santo Domingo.
Tayabas. Línea Tanauan-Bañadero-Biñan. Línea Batangas-Calaca-Liang-Balayán-Punta
Santiago. Línea Pansipit.
A la tropa se sumaba una serie de
voluntarios alistados. Son procedentes de distintas regiones: Manila, Marbete,
Illongos del Norte y del Sur, La Isabela, La Unión, Cagayán, Albay o Abra.
Se han establecido hospitales de
campaña en Taal, Calamba y Biñang.
Cuando los rebeldes tienen que
replegarse, Lachambre expone a Polavieja la necesidad de dejar efectivos en los
territorios ocupados y se propone movilizar 25.000 hombres, pero dicha petición
es denegada por el gobierno central.
No obstante, se disuelve la
división Lachambre y las unidades que la componen se distribuyen por las
pequeñas poblaciones. Se crean núcleos en Taal, Silang, San Francisco de
Malabón e Imus. En cada uno de ellos permanecerá una batería, una sección de
ingenieros, una de transporte, así como un hospitalillo. Se amplia los centros
sanitarios y habrá atención médica y quirúrgica periférica en Zamboanga,
Parang-Parang, Iligang, Marahui, Cotta-Bato, Turucan y Fuerte Regente. Así como
numerosos destacamentos sanitarios distribuidos por el archipiélago, como es el
caso de Mindanao con: Puerto de Santa María, Lebak, Malabán, Barás, Glan,
Margosatúbig, y Lunbayanequi.
En la región de Misamis; Liagan,
Lintogod y Gingoog.
En la isla de Luzón, Nakar y en
la isla de Panay, Briones
Ya en el año 1898 se había
establecido el alistamiento de indígenas, mestizos y oriundos, bien fueran
solteros, viudos o casados. Estos últimos serian sin hijos, aunque podrían ser
padres si el matrimonio lo hubiera realizado antes del alistamiento. Los límites
de edad para todos estaban entre los 18 y 25 años. El tiempo obligatorio de
permanencia en este ejército era de ocho años. Hubo muchas deserciones y
sublevaciones entre sus componentes.
El general García de Polavieja
había ingresado en el Ejército como soldado voluntario y había alcanzado el
grado de sargento primero en Marruecos,
tras la batalla de Wad-Ras. Continua su carrera militar y con el grado de
teniente coronel participa en la Tercera Guerra Carlista. Años más tarde, con
el mando de general de brigada, participará en Cuba en la guerra de los diez
años. Se hallaba en Filipinas desde 1896 y a pesar de que parecía haber
dominado la insurrección, Polavieja como hombre de experiencia sabía que si no
se reforzaba las posiciones el porvenir no era optimista. Surgen las desavenencias
con el Gobierno de Madrid y alegando padecer paludismo pide su reemplazo. Es
sustituido el 24 de marzo de 1897 por Fernando Primo de Rivera y Sobremonte.
En este año de 1897 surgen nuevos
ataques y se reemprende las operaciones. Primo de Rivera no es partidario de
solicitar nuevos refuerzos al Gobierno y
decide reclutar indígenas entre edades de 18 y 50 años. Su cargo lo realizará
con éxito porque se impone a los tagalos y su jefe Emilio Aguinaldo se ve
obligado a firmar el Pacto de Biak-na-Bató por el que sus tropas se retiran a
las montañas y su líder se compromete a exiliarse a Hong Kong.
Se mantiene la calma hasta que
surgen los nuevos acontecimientos de 1898, cuando el día 15 de febrero de este
año se produce la voladura, de forma misteriosa, del navío acorazado de la
American Navy, Maine, cuando se encontraba fondeado en la bahía de la Habana.
Estados Unidos culpa de este accidente a los españoles y decide declarar la
guerra a España. Filipinas será atacada por mar y tierra, desembarcando
contingentes de la Marina y del Ejército americano, a los que se sumará los
ataques de las milicias tagalas. En abril de este año, Primo de Rivera es
relevado por Basilio Agustín y Dávila, y ante los acontecimientos decide
organizar una milicia filipina con nativos leales, pero las deserciones y
traiciones son frecuentes. Parece ser que antes ciertas incertidumbres, el
Gobierno decide reemplazarle por Fermín Jáudenes y Álvarez, quien al final se
verá obligado de rendir Manila a Estados Unidos.
Los héroes de Baler a su llegada a España. Paco Domingo.www.grandesbatallas.es
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