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jueves, 25 de junio de 2015

La Palestina de Jesús




La constituía una estrecha franja de tierra, extendida de Norte a Sur desde la cordillera del  Líbano hasta los desiertos de Egipto y Arabia; y de Oeste a Este, desde el mar Mediterráneo hasta la otra ribera del Jordán, en las inmediaciones del desierto de Libia. La longitud seria de 240 Kilómetros y la anchura de 150. Sus límites eran: Al Norte con Siria, al Este y Sur con la Transjordania y al Oeste con el Mediterráneo. La superficie total de 30.000 Kilómetros cuadrados y la población, en tiempos de Jesucristo, serían aproximadamente de unos dos millones de habitantes. Originariamente, recibía solo el nombre de Palestina la región de los filisteos, constituida por una faja de terreno muy estrecha en la misma ribera del Mediterráneo, entre la ciudad de Gaza y el Carmelo. El nombre de Palestina deriva de la palabra Philistin o Palestin que quiere decir tierra de filisteos. El territorio de esta Palestina quedaba  dividido en dos partes por el rio Jordán. La parte de la izquierda era la Transjordania y la de la derecha la Cisjordania. La Transjordania comprendía tres provincias: Traconítide, al Norte; Decápolis al Centro, y Perea al Sur. En Transjordania, de acuerdo al recorrido de Jesús, merecen mencionarse las ciudades de Cesárea de Filipos y Betsaida Julias, ambas en la Traconítide. También las ciudades de Gerasa y Dalmanuta, en la Decápolis. La Cisjordania se dividía en tres provincias: Galilea al Norte; Samaria en el Centro, y Judeas al Sur. Por debajo de esta última se extendía la Idumea. La vida de Jesucristo se desarrollará principalmente en estas tres provincias de la Cisjordania. Ello lo vemos como en repetidas ocasiones es conocido como galileo, judío o samaritano. Por ello; dichas provincias requerirán un estudio aparte, en sucesivos capítulos.     
El rio Jordán, de 360 kilómetros de longitud, nace en las montañas del Antilíbano, en las estribaciones septentrionales del monte Hermon, atraviesa el suroeste del Líbano, y con una dirección hacia el Sur entra en Israel para desembocar en la costa norte del Mar de Galilea. Hoy, constituye frontera entre Jordania e Israel, y entre Palestina y Jordania. Jordán quiere decir el que baja. En este rio fue bautizado Jesucristo por San Juan Bautista, como queda bien reflejado en el Evangelio de San Marcos.
El Monte Carmelo tiene forma triangular, con 26 kilómetros de largo y 7 kilómetros de ancho, y una altura máxima de 550 metros. Posee numerosas cuevas que recientemente han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Jámblico, filósofo sirio del siglo IV a. C., designó al Monte Carmelo como: el más santo de todos los montes. En este lugar; el Profeta Elías demuestra que el Señor de Israel es el verdadero Dios. Inspirados en el profeta, en el siglo XII, un grupo de ermitaños fundan aquí la Orden de los Carmelitas, y propagan la devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo o Virgen del Carmen.  
Traconítide está situada, en la actualidad, al sur de Damasco, entre las montañas del Antilíbano y Batanea. Su nombre significa: región pedregosa. Forma parte de Siria y su nombre en árabe es: Lajat.
Decápolis. Derivado del nombre griego deka o diez y polis o ciudad. Era un conjunto de diez ciudades que formaban parte de los confines orientales del Imperio romano, y según Plinio el Viejo, eran: Gerasa, Escitópolis, Hippos, Gadara, Pella, Philadelphia, Capitolias, Canatha, Abila y Damasco.
Perea. Significa: el país de más allá. Formó parte del reino de Herodes el Grande, al este del río Jordán, actual Jordania. Situada entre el lago Tiberiades y el mar Muerto. El año 63 a. C. pasó a Roma. Después de una rebelión, sofocada por el ejército romano, fue dada a Herodes Antipa, tetrarca de Galilea, hasta el 39, a continuación a Herodes Agripa, de Batanea, quien reunió Galilea y Batanea hasta el 44. Después volvería a posesión directa de Roma.
Cuando murió Herodes el Grande; hubo fuertes disturbios, sus sucesores fueron perdiendo poder político y aparecieron los gobernadores romanos. Hubo momentos de gran tensión, como la Primera Revuelta Judía en el 66 d. C. No obstante, Jerusalén estuvo bajo dominio judío pero en el 68 d. C., las tropas de Vespasiano habían llegado a las puertas de la ciudad. Su hijo Tito, en el 70, llevó el asalto final, destruyendo la ciudad y arrasando el Templo. Toda la población fue obligada a salir de la ciudad, hecho conocido como la Diáspora. Se va a producir una segunda Rebelión Judía en el 131 d.C. y en el verano del 135 fue tomada Jerusalén por las legiones romanas. El emperador Adriano se encarga de la reconstrucción de la ciudad. En 324 d. C.; Palestina, bajo el emperador Constantino, forma parte del Imperio Romano de Oriente. En el siglo VII, la ciudad está debilitada por las divisiones internas de la Iglesia y la tensión constante entre judíos y cristianos. En el año 614, Jerusalén cae en manos de los persas sasánidas. Veinticuatro años más tarde, la ciudad es conquistada por los árabes. Se abre un nuevo capítulo que durará 1.300 años, interrumpido por las Cruzadas, entre 1099 y 1291. El 11 de diciembre de 1917, el general británico Allenby, en el transcurso de la Primera Guerra Mundial, ocupa la ciudad, la cual estaba en poder de los turcos otomanos. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, el 14 de mayo de 1948, está a punto de acabar el mandato británico en Palestina, y un judío nacido en Polonia y residente en Estados Unidos, cuyo nombre es David Ben Gurión, será el encargado de proclamar el nacimiento del Estado de Israel, quedando finalizada la Diáspora, la cual se había iniciado en el año 70 d. C. y había durado 1.878 años. No obstante, pronto aparecieron numerosos problemas que van a amenazar la paz en la zona ya que la población palestina quedaría a merced de la creciente expansión judía. En junio de 1967, como consecuencia de la llamada Guerra de los 6 días, Israel ocupará los Altos del Golán, la Cisjordania, con la parte oriental de Jerusalén, la Franja de Gaza y la Península del Sinaí. En 1992, tras imponerse en las elecciones los laboristas israelíes, Rabin negocia con los palestinos un acuerdo de paz, en Washington, para establecer una autonomía palestina en Gaza y Cisjordania. En 1996, el gobierno conservador de Netanyahu fomenta el asentamiento de colonos judíos en áreas palestinas, y ello provocará nuevos enfrentamientos y bloqueos de muchos de los acuerdos. Después de numerosos conflictos; el 23 de junio del 2002, Israel acuerda, crear en Cisjordania un sistema de vallas y alambradas, adoptando la forma de un muro de hormigón, prefabricado, lo cual ha sido motivo de  grandes críticas a nivel mundial.




  Palestina en tiempos de Jesucristo. Zahonero y Martín. p. 29


BIBLIOGRAFÍA
BOSCHETTI, L. SOLER, O. Geografía Universal. Israel. Vol. 6, pp. 122-137. Salvat Editores, 2001
FERNÁNDEZ, P. WAGNER, C. G. Historia de la Humanidad. Israel y Fenicia. Vol. 6. Arlanza Ediciones. Madrid, 2000
ZAHONERO VIVO, J. MARTÍN PENALBA, M. A. Jesucristo según el Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil. Alcoy, 1954
WIKIPEDIA.es.wiki.org/wiki


martes, 16 de junio de 2015

Historia de la Medicina



Abscesos del hígado o hepatitis supurativa

El médico alemán Dr. Bilz, a comienzos del siglo XX, escribía: Fuera de los casos debidos a la propagación de focos de pus del estómago, páncreas, bazo o vena porta al hígado, son consecuencia del acumulo de bacterias acarreadas por la sangre desde otras partes del cuerpo, particularmente en la puohemia, después de heridas en la cabeza, de la disentería, de la flebitis, etc. No se sabe a punto fijo porque hay hepatitis, como la de los países cálidos, con tendencia tan marcada a la supuración. Estos abscesos son únicos o múltiples, superficiales o profundos, conteniendo de 50 a 1500 gr de pus, ora blando, ora amarillento, ora rojizo como heces de vino.
Síntomas: Cuando ya se ha formado un absceso en el hígado, decrece la fiebre, disminuye el dolor, pero se notan de vez en cuando, calofríos, exacerbaciones febriles, sudores erráticos y dolor debajo del omóplato derecho. Los síntomas posteriores dependen de que el absceso se abra espontáneamente en las vías biliares, en el estomago, intestino, cavidad torácica, vena cava, lomos, ombligo o ingle. Por lo común el enfermo sucumbe al marasmo.
Tratamiento: Es igual al de la hepatitis. En cuanto se note la fluctuación característica del absceso, es menester que intervenga el operador para dar salida al pus.

Nos llama la atención la gran importancia que tiene la interpretación de los síntomas y signos de la enfermedad, en una época de escasas técnicas diagnosticas. También la mala evolución de estos procesos cuando no existían antibióticos adecuados.

BIBLIOGRAFÍA
BILZ, F.E. Fisiatría o Nuevo Sistema de Curación Natural. Edición del Autor. Leipzig. Alemania. Biblioteca propia.




miércoles, 3 de junio de 2015

Boletín Medicina Naval




En la segunda mitad del siglo XIX, el Cuerpo de Sanidad de la Armada ha visto modificada su estructura. Desaparecido el Colegio de Cirujanos de la Armada, los antiguos profesores médicos-cirujanos han dejado paso a un nuevo profesional; el licenciado en medicina y cirugía. Este se ha formado en una Universidad civil e ingresará en el Cuerpo mediante concurso-oposición. Estos facultativos van a cubrir las vacantes producidas en unidades navales y dependencias de tierra así como diversos puestos de guardia y especialidades en los hospitales navales de la península y de ultramar. Pronto la dirección del Cuerpo se da cuenta de que la buena preparación de este personal es necesaria para enfrentarse a la enorme variedad de problemas sanitarios que van a producirse en la Armada en una época colonial y de insurrecciones, donde han aparecido los buques a vapor que van a presentar un cambio radical en la forma de navegar y de habitabilidad en ellos. Pues bien; recordando aquel papel destacado que tuvo las Juntas Literarias del antiguo Colegio de Cádiz, va a organizarse una serie de actividades científicas y culturales. Surgirá la lectura de una memoria clínica sobre casos prácticos de medicina, cirugía, higiene naval y otras disciplinas de la sanidad naval. Dicha lectura correrá a cargo de un oficial médico destinado en el departamento. Se crea revistas médicas y se dispone que todos los hospitales de Marina posean una Biblioteca. Los médicos de la Armada harán donaciones de libros de su propiedad. En el Hospital de Cartagena, en un lugar visible de la Biblioteca se pone una lápida de mármol, donde figura escrito los nombres de los donantes. En San Fernando, Cádiz, en el Hospital de Marina de San Carlos se va a crear en 1878 el Boletín de Medicina Naval. Su fundador fue José de Erostarbe y Bucet, el cual dirigió el Hospital entre 1878 y 1880. En su comienzo se editó en San Fernando hasta el año 1886 que comenzó a editarse en Madrid. En este boletín se escribía sobre temas médicos relacionados con la sanidad naval, se publicaba las memorias clínicas leídas, disposiciones sobre el Cuerpo de Sanidad y otros temas de interés. Había un apartado dedicado a Practicantes. Cuando se publicó en San Fernando, se añadía una información meteorológica proporcionada por el Observatorio de Marina. García-Cubillana de la Cruz ha encontrado 48 artículos sobre hospitales de Marina y 55 artículos sobre higiene y medicina preventiva, entre los años de 1883 a 1898. Otras revistas publicadas por el Cuerpo de Sanidad de la Armada fueron: Revista de Hospitales de Marina, entre 1883 a 1897. En ella se incluía los partes hospitalarios de los hospitales de Marina de la península y ultramar. Por esta época, en la Habana surge la revista médica titulada: La propagación científica, y la dirige el primer médico Juan Espada Montanol.







 Boletín de Medicna Naval en distintas épocas de su publicación, bajo las direcciones de José de Erostarbe y de Ángel Fernández-Caro. Era costumbre agregar alguna página como la que vemos, con anuncios de medicamentos fabricados en farmacias de Marina.


BIBLIOGRAFÍA

Clavijo y Clavijo, S. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. San Fernando. Tipografía de Fernando Espín Peña, 1925

GARCÍA-CUBILLANA DE LA CRUZ, J. M. El antiguo Hospital de San Carlos (1809-1981) y la ciudad de San Fernando. Publicaciones del Sur Editores. Cádiz, 2007

REDONDO, F. J. POZUELO, A. La ciencia médica en la Armada española del siglo XIX. Aula Médica. Madrid, 2008

SOLER CANTÓ, J. El Hospital Militar de Marina de Cartagena. 2ª Edición. Universidad Politécnica de Cartagena, 1999