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miércoles, 18 de noviembre de 2020
ASISTENCIA A ENFERMOS Y HERIDOS EN LA PRIMERA GUERRA DE ÁFRICA
ASISTENCIA MÉDICA EN LA PRIMERA GUERRADE ÁFRICA (1859-1860)
Juan B. Roca Núñez. Publicado en la Revista General de Marina en octubre de 2020. (Modificado)
Durante la época
del reinado de Isabel II y gobernando la Unión Liberal, a cuyo frente estaba
Leopoldo O´Donnell, España estaba preocupada en consolidar sus posiciones en el
Norte de África. Cuando surge la necesidad de ampliar las fronteras, surgirán
conflictos con el vecino sultanato de Marruecos.
El tratado de
Larache de 1845 contemplaba la ampliación del perímetro de la ciudad de Ceuta,
y en el año 1859, haciendo uso de dicho tratado, comienzan las obras de
fortificación en el exterior de la ciudad con la construcción de un fuerte que
se va a llamar de Santa Clara. Se producen ataques sucesivos los días 11 y 24
de agosto de dicho año por parte de guerreros de las kabilas de Anghera y Benzú,
finalizando con el ultraje del escudo de
España. El gobierno español pide a Marruecos una reparación pero este país no
se muestra muy diligente en cumplir la demanda. Se inicia un ultimátum que
expira el 15 de octubre. El día 24 siguiente, el cónsul general en Tánger, Juan
Blanco del Valle, notifica al sultán la ruptura de hostilidades. España prepara
a su Ejército y su Armada, al tiempo que se realiza el bloqueo de los puertos
de Tánger, Tetuán y Larache.
El general en
jefe del Ejército será el teniente general Leopoldo O´Donnell y Joris, y estará
formado por tres cuerpos, una división de reserva y una división de caballería.
La escuadra estará al mando del jefe de escuadra Segundo Díaz de Herrera y
Mella quien iza su insignia en el navío Reina Doña Isabel II. Le acompañan; 3
fragatas, 2 corbetas, 4 goletas, 11 vapores de ruedas, 3 faluchos, 20
cañoneras, 40 chalanas, 9 vapores de transporte de tropas y pertrechos y 3
urcas. Más tarde; se les unirán un navío, una fragata y un bergantín. Por parte de la Infantería de
Marina se desplazará el 6º batallón, con
acuartelamiento en Cartagena.
Sanidad de la Armada.
La Armada había
distribuido a sus médicos y practicantes por las distintas unidades navales, en
número de uno o dos facultativos por unidad, dependiendo de la categoría del
buque. El jefe de sanidad es el primer médico Bartolomé Gómez de Bustamante y
Olivares, embarcado en el navío Reina Dª Isabel II. Algunas embarcaciones
menores son atendidas por practicantes. En algunas ocasiones; algunos médicos
tuvieron que trasbordar a otros buques para atender sus enfermerías, mientras
que otros llegaron comisionados, procedentes de distintos destinos.
Relación del
personal médico embarcado en la Escuadra de operaciones:
PRIMEROS MÉDICOS.
Bartolomé Gómez de Bustamante y Olivares. Jefe de
Sanidad. Navío Reina Dª Isabel II.
Antonio Yanguas Ortega. Fragata Princesa de Asturias.
Fernando Dávila Bernal. Vapor Vulcano.
Eugenio de Grau Figueras. Fragata Blanca.
Manuel Picazo Samaniego. Navío Reina Dª Isabel II.
Ramón González de la Cotera. Vapor Alerta y Fragata
Cortés.
Bartolomé Palou Flores. ¿Infantería de Marina?
Juan Jorge de los Ríos. Vapor Isabel II.
SEGUNDOS MÉDICOS.
Antonio Cencio Romero. Goleta Ceres.
Rómulo Valdivieso Ferrer. Goleta Edetana.
José de Erostarbe Bucet. Fragata Princesa de Asturias y
Vapor Alerta.
Antonio Fernández Benítez. Navío Reina Dª Isabel II.
Ramón Martínez Suarez. Vapor Colón.
Luis Luchi Vallejo. Fragata Princesa de Asturias.
Rafael Medina Isasi. Vapor Vasco Núñez de Balboa.
Rafael Gras Soldevilla. Vapor Santa Isabel y Corbeta
Villa de Bilbao.
Pedro Fontana Daries. Fragata Blanca.
José Tolezano Beltrán. Goleta Buena Ventura.
Juan Pérez García. Urca Antillas.
Enrique Romero. Fragata Cortés.1
Sanidad del Ejército.
Dirigida por el inspector
médico León Anel Sin, estaba organizada de la siguiente forma: servicio de
campamento, servicio de hospitales de socorro y sangre, y servicio en el campo
de batalla. En el campo de batalla había ambulancias de batallón, de brigada y de
división, para el traslado de los heridos a los hospitales de sangre y socorro,
los cuales por lo general estaban instalados en casas abandonadas. Las
evacuaciones se hacían en buques hospitales con traslado a Ceuta o a la
Península.2
Sanidad Militar de Marruecos.
La Sanidad
Militar de Marruecos era rama de la Sanidad Pública y actuaba tanto en la
guerra como en la paz. El sultanato trató de potencializarla creando en el año
1827 la Escuela de Medicina Militar y poco después la Escuela de Cirugía
Militar. En 1838 se inicia una Escuela de Cirugía de la Armada.3
Según narración
del segundo ayudante médico Nicasio Landa, destinado en el cuartel general del
primer cuerpo de ejército, conocemos algunas características de esta sanidad. Los
médicos se llamaban tubibb y conoció nueve médicos; seis de Fez y tres de
Tánger. Extraían balas y hacían amputaciones. Había algunos tubibb de la clase
de soldados. Muchos heridos eran evacuados a hombros.
Antonio Población es segundo ayudante médico, destinado en la primera división del tercer cuerpo de ejército, y refiere que el personal de sanidad marroquí trataba las heridas con cauterizaciones y que empleaban para la evacuación de heridos una especie de parihuelas con pies altos y barandillas elevadas, que también servirían para el transporte de cadáveres.
Campo de operaciones.
1859.
Septiembre. En los ataques de las tribus rebeldes el ejército español tiene 15
heridos y algunos de ellos por arma blanca.
Octubre. El
Ejército envía 200 oficiales médicos para distribuirlos por distintas unidades
y hospitales de la retaguardia. Comienza el traslado de tropas.
Noviembre. Días
de lluvia, viento y niebla. El día 19 se ocupa el Serrallo. El 25 se produce en
el lugar una batalla, donde hay 89 muertos y 336 heridos. En el reducto de
Isabel II se instala un hospital de sangre. Los heridos son evacuados a Ceuta y
desde esta ciudad a Málaga, en buque-hospital. El día 21 aparecen los primeros
casos de cólera.
Diciembre. El
cólera hace estragos y muchas compañías quedan diezmadas. El día 9 tiene lugar
la batalla de Sierra Bullones, habiendo 80 muertos y 300 heridos. El 29, varios
buques de la flota bombardean los fuertes de la desembocadura del Rio Martín.
1860. Enero. El
día 1 tiene lugar la batalla de los Castillejos. Hubo 150 muertos y 650
heridos. El vapor Barcelona, habilitado como buque hospital y fondeado en la
bahía, recibe las bajas para su traslado a Cádiz. El día 2, un disparo de salva
de la fragata Princesa de Asturias penetra por una tronera de la corbeta Villa
de Bilbao, habiendo 1 muerto y 6 heridos. El 6, una flota encabezada por el
navío Reina Dª Isabel II bombardea las fortalezas de Tetuán. Después de esta
acción el jefe de la Escuadra, Segundo Díaz de Herrera es relevado por el de su
mismo empleo, José María de Bustillo y Gómez de Barreda. Del 7 al 9, se
desencadena un fuerte temporal. La flota tiene que resguardarse en Ceuta y
Algeciras. Se corta el apoyo logístico y faltan alimentos para combatientes y
ganado. Es el llamado “campamento del hambre”. El día 11 naufraga el vapor
Santa Isabel, salvándose la tripulación, excepto 1 marinero que quedó aplastado
por un cañón. El 14 tiene lugar la batalla de Cabo Negro, con 25 muertos y 393
heridos. El 15 se conoce que la goleta Santa Rosalía ha embarrancado en la
costa cercana a Cabo Negro, pereciendo 3 hombres de su dotación. El 17, en el
vapor Barcelona los heridos entran en fase de supuración y hay que levantar los
apósitos, haciéndose dos curas diarias. El 18, el Barcelona parte rumbo a
Málaga. El 31, tiene lugar la batalla de Torre de Jeleli o Guad- el -Jelú, con
80 muertos y 500 heridos. Los heridos son evacuados en el vapor Torino.
Febrero. Días 4
y 5; tiene lugar la batalla de Tetuán y el día 6 el ejército español toma la
ciudad. Se calcula las bajas en 1.115 hombres (200 muertos y 915 heridos). En
la fragata Blanca son atendidos 7 soldados heridos, falleciendo uno de ellos. El
día 25 la flota bombardea Larache y el 26 Arcila. A continuación pone rumbo a
Salé y Rabat, pero el mal tiempo lo impide y se dirige a Algeciras. En las
operaciones hubo 1 muerto, 8 heridos y 3 contusos.4
Marzo. El día
11, el vapor de la Armada San Francisco de Borja llega con el 6º batallón de
Infantería de Marina al mando del teniente coronel Agustín Burgos Llamas, desembarcando
en las playas de Rio Martín, con el fin de trasladarse a Tetuán e integrarse en
la segunda división de reserva que manda el mariscal de campo Diego de los Ríos
Rubio.5 El día 12 tiene
lugar la batalla de Samsa donde hay 22
muertos y 300 heridos. El 23 ocurre la batalla de Gualdrás, Uad Ras o Wad-Ras. Pese
a la intensidad del combate solo hay 140 muertos. En cambio se producen 1200
heridos que son evacuados a los hospitales provisionales de Tetuán. El 25 se
firma un armisticio. El príncipe Muley-el-Abbas, hermano del sultán Muley
Mohammed, acepta las condiciones del gobierno de España.
Abril. El día 1
se observa un recrudecimiento del cólera, pero el 13 comienza a ceder la
epidemia. El día 26 se firma el tratado de Paz, llamado de Wad-Ras, y firmado
en Tetuán. El 27 comienza la repatriación de la fuerza expedicionaria española.
6a. 6b
Bajas sufridas
Hay diversas
relaciones respecto a las bajas sufridas. Parece ser que el número de muertos
en total, en los combates y a consecuencia de heridas, pudo ser de 1.152. Los heridos,
muchos coinciden en la cifra de 4.994. Afectados por el cólera 13.000 y por
disentería 6.000 que ocasionaron 2.254 y 500 muertos respectivamente.7
Las patologías médicas más frecuentes fueron el cólera y la
disentería. La primera se inició en Levante y fue llevado por las tropas de
aquella procedencia, comenzando a propagarse con la llegada del Ejército de Reserva.
Los primeros casos aparecen los días 21 y 22 de noviembre de 1859, entre la
tropa acantonada en el Serrallo. Las otras patologías médicas, además de la
disentería, estaban constituidas por diversos cuadros clínicos correspondientes
a fiebres gástricas o tifoideas, fiebres catarrales y hemoptisis sin
especificar causas. Menos frecuentes fueron; la ceguera nocturna por
avitaminosis A, paludismo, y algún accidente climatológico por algún día de
repentino calor. Hubo un caso de viruela.8
Evacuación de enfermos y heridos. Buques de
apoyo logístico. Buques hospitales.
Además de
disponer de los buques transportes de la Armada, el Gobierno de la Nación a
través del Ministerio de Guerra tuvo que fletar buques mercantes de distintas
compañías españolas y extranjeras, para transportar tropas, víveres, armamento,
municiones y demás pertrechos. También sirvieron para llevar enfermos, heridos,
y convalecientes. Algunos de ellos quedaron habilitados como buque hospital.
Buques hospitales.
Vapores
mercantes: Cid (hasta 300 camas). Barcelona (200 camas). Cataluña (300 camas).
Torino (500 camas). Ville de Lyon (600 camas). El servicio facultativo de cada
buque estaba formado por uno o dos oficiales médicos del ejército, acompañados
por un farmacéutico o practicante de farmacia y cinco practicantes de medicina.
Varios enfermeros y sanitarios de procedencia distinta.9
Buques que ocasionalmente condujeron heridos,
enfermos, y convalecientes.
Vapores
mercantes: Wifredo, Tharsis, Pelayo, Duero, Alicante, Teodosio, Rápido,
Provence, Bretagne, Helvetie, Bizantin, Conde de Cavour.
Vapor de la Armada: Conde de Regla.
Buques que ocasionalmente pudieron conducir
heridos, enfermos, y convalecientes.
Vapores mercantes:
Madrid, Ebro, Barcino, Rita, Menorca, Marsella, América, Emperador, Negrito, Tajo,
Pensamiento, Víctor Manuel, Jovellanos, Bilbao, Chevalier, Rose, Belzunce,
Marie Stuard, Seínel, Panhope, Brasil, Jean Matheu, Avenir, Abbatoucie, Jean
Millneu.
Vapores de la Armada:
San Quintín, San Francisco de Borja, Marqués de la Victoria, General Álava,
Patiño, Velasco, San Antonio, Ferrol.
Urcas de la
Armada: Marigalante, Niña, Antilla.
En estos casos,
el personal facultativo sería el de la Compañía Naviera y en la Armada el de su
sanidad.
Hospitales en África.
CEUTA.
Hospitales militares provisionales para heridos del Revellín, Casino y Las Heras.
Hospitales para
coléricos de los Reyes, San Francisco, Jesús y María, San Manuel, El Reloj,
Cuartel de Artillería, Catedral, La Trinidad
y Contraguardias.
Hospitales para
convalecientes en Barracones y Bergantín Destino.10
TETUÁN.
Hospitales militares provisionales en el edificio de la Aduana, una mezquita,
un almacén para coléricos, y el Consulado de Inglaterra.11
MELILLA. Contaba
con el Hospital del Rey, en lo que hoy es Melilla la Vieja. Hay noticias de que
el 20 de febrero de 1860, el vapor francés Helvetie llevó heridos a la ciudad.
Hospitales en la Península.
MÁLAGA. Hospital
de Santa Ana en el barrio de La Merced. Hospital Militar de la Victoria.
Hospital de San Julián, regentado por la Hermandad de la Santa Caridad. En
abril de 1860, con la llegada del Batallón Provincial de Málaga, que había
combatido en la guerra; se presentan en los hospitales anteriores varios casos
sospechosos de cólera. Cunde el pánico entre la población y se organizan actos
religiosos. Se instalan hospitales provisionales en el Cuartel de Caballería de
la Calle del Refino, Cuartel de Capuchinos, Santo Domingo y Los Ángeles.12
CAMPO DE
GIBRALTAR.
SAN ROQUE.
“Hospital Provincial de Barcelona para los heridos en África. 1859”. Donado por
la provincia de Barcelona. Cuenta al principio con 200 camas de hierro. Se
aprovechó las instalaciones del cuartel de Barracones, en extramuros. Fue
inaugurado el 14 de febrero de 1860, siendo bendecido por el obispo de
Gibraltar Juan Bautista Scadella, con asistencia de autoridades civiles y
militares. Bajo la dirección de José de Esteva Vidal destacó el facultativo
Bernardo Castell Brunet, y llegaron diez religiosas carmelitas procedentes de
Vic para labor de enfermería. 13
Otros centros
fueron la Posada del Toro y la Plaza de Toros, Casa de la Caridad y el Pósito
(granero).
JIMENA DE LA
FRONTERA. Convento de Nuestra Señora de los Ángeles y el Pósito.
ALGECIRAS.
Cuartel de Carabineros de las Barcas, Casa de la señora Oliva y Cortijo de
Carballo. El Hospital Militar en la calle Imperial y el Municipal, cerca del
puerto, pronto se harían insuficientes.
LOS BARRIOS.
Casa de la Carnicería.14
TARIFA. Dispuso
esta ciudad de 25 camas para enfermos y heridos. Posiblemente en el Hospital de
San Bartolomé de la Beneficencia. La parte alta siempre estuvo reservada para
los soldados de la guarnición.15
BAHÍA DE CÁDIZ.
CÁDIZ. Disponía
del Hospital Militar y el de San Juan de Dios. No obstante, en el antiguo Cuartel
de San Fernando se abrió un hospital de sangre donado por el Casino Gaditano.
Desde el 26 de enero al 11 de mayo de 1860 ingresaron en este centro 505
militares.16
SAN FERNANDO.
Hospital de Marina de San Carlos, donde se destinó una sala para heridos de
guerra a cargo del primer médico Juan José Biondi Guillén. Hubo 4
fallecimientos durante el periodo de hospitalizaciones.17
Hospital de San
José. Fueron atendidos militares del Ejército. De enero a marzo de 1860
ingresaron 141 soldados. Se registró 5 fallecimientos.18
PUERTO DE SANTA
MARÍA. Hospital Militar de Sangre, provisional. Situado en un edificio
particular. El Ayuntamiento solicitó su cese a finales de Mayo de 1860, por
haber finalizado la guerra.
Hospital General
Municipal de San Juan de Dios. Compartió pacientes con el Hospital Militar.
El día 4 de
agosto de 1860, el Ayuntamiento acuerda levantar un mausoleo en el cementerio
de la ciudad en memoria de los militares fallecidos en el Hospital Militar de
Sangre.
OTRAS
POBLACIONES.
SANLÚCAR DE
BARRAMEDA. En diciembre de 1859, el Ayuntamiento aprobó dotar al Hospital de la
Misericordia, en el edificio de la antigua iglesia-convento de San Diego, de
100 camas para heridos de la guerra de África. La enfermería, al año siguiente,
va a ser atendida por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul. El 8 de
enero de 1860, el vapor Rápido llegó al puerto de Bonanza con enfermos y
heridos que fueron trasladados por vecinos de la población, en camillas e
incluso a hombros, al centro hospitalario.
JEREZ DE LA
FRONTERA. Hospital General de Santa Isabel de Hungría. Como en Sanlúcar, la
enfermería la atendían las Hijas de la Caridad. En el mes de febrero de 1860,
se observa un incremento de militares hospitalizados; 121 en total, de los que
57 son heridos, quedando una sala reservada para ellos. Jerez tenía una buena
comunicación ferroviaria con El Puerto de Santa
María, El Trocadero en Puerto Real y Cádiz.
SEVILLA. Contaba
con el Hospital Militar en el antiguo Cuartel de San Fernando.
HUELVA.
Probablemente se habilitara el Cuartel de la Merced y/o el Hospital de la
Caridad.
ALICANTE. Probablemente
se utilizara el Hospital Militar del Rey y tampoco podemos descartar el de San
Juan de Dios que desde 1849 pertenecía al Ayuntamiento. Hay comunicaciones de
que Alicante fue puesto de socorro para soldados y marineros.
Breve epílogo.
Según Nicasio
Landa; al organizarse los hospitales flotantes y los barcos hospitales se pensó
que su personal facultativo fuese del Cuerpo de Sanidad de la Armada y aunque
este Cuerpo se brindó para cubrir el servicio, no se llevó a cabo quizás porque
surgieron ciertas dificultades.19.
En las distintas unidades navales se instalaron las enfermerías de
combate según las Ordenanzas. En ocasiones, como en el caso de la fragata
Blanca, fueron atendidos militares del ejército en las enfermerías de los
buques. El segundo médico de Armada José de Erostarbe y Bucet intervino
activamente en la asistencia a los enfermos de cólera de la ciudad de
Algeciras, durante el contagio que sufrió esta población, siendo recompensado
con la Cruz de distinción de epidemias. Es posible que este hecho se produjera
en otros facultativos de la Armada y del Ejército. En la asistencia a heridos y
enfermos de esta guerra hubo una gran ayuda por parte del estamento civil.
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HISTÓTICO DE EL PUERTO DE SANTA MARÍA. Beneficencia;
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