Un aspecto de la función docente
del Cuerpo de Sanidad de la Armada la vamos a tener en el Boletín de Medicina
Naval, fundado por José de Erostarbe y Bucet en el año de 1878. Este ilustre
médico de la Armada, gaditano, fue director del Hospital de San Carlos de 1878 a 1880 y fundó el Boletín,
editado al comienzo en la ciudad de San Fernando pero en 1886 comenzó a
publicarse en Madrid. En dicho boletín se escribía sobre temas médicos
relacionados con la sanidad naval, se publicaban las memorias clínicas leídas,
disposiciones sobre el Cuerpo de Sanidad, entre otros temas de interés, y
durante su impresión en San Fernando, se añadía información meteorológica
facilitada por el Observatorio de Marina. Durante los años de 1883 a 1898; García-Cubillana
de la Cruz, ha encontrado 48 artículos sobre hospitales de marina y 55 artículos
sobre higiene y medicina preventiva. Hay una sección especial, titulada: “A los
practicantes”, haciéndose hincapié en los primeros socorros.
También entre los años 1883 y 1897,
se publicó: “Revista de Hospitales de Marina “, que incluía los partes
hospitalarios de los centros de la península y de ultramar. Surge la primera
estadística sanitaria española del médico de la Armada Vicente Cabello y
Bruller, con el título: ”Estado sanitario de los hospitales y enfermerías de
nuestra Armada durante el quinquenio de 1887 a 1881”.1 Este médico, ya en 1882 había publicado
un trabajo muy ilustrativo, titulado: “Mortalidad en los Hospitales de Marina
de España”.
En este mismo año de 1882; se había
establecido que todos los hospitales de marina dispusieran de una biblioteca
para consultas de temas médicos y de sanidad naval, y fue el propio Vicente
Cabello el que donó a la biblioteca del Hospital de San Carlos; 256 volúmenes.
En esta misma época, en la Habana surge la revista médica, titulada: “La propagación
científica” y la dirige el primer médico Juan Espada Montanol.
En Cartagena, podemos decir que la
función docente se apoya en los sólidos cimientos que proporciona la primitiva
Academia del siglo XVIII, fundada en el convento de la Merced, a la que pertenecían
la mayor parte de los médicos de la Armada junto a oficiales de la Armada y del
Ejército, altas jerarquías militares y eclesiásticas así como distinguidos
religiosos. Dicha Academia fue incrementándose a lo largo del tiempo y a pesar
de haber sufrido algunas interrupciones motivadas por las epidemias, siempre
tuvo una gran actividad. En 1881 deja de llamarse Real Academia Médico-Practica
para tomar el nombre de Academia Médico-Farmacéutica.
En el Hospital de Marina de Cartagena,
el llamamiento hecho para la donación de libros a la recién creada biblioteca,
surge el efecto deseado. El subinspector médico Ricardo Chesio y Añeses dona
192 volúmenes. En 1890 se instala en un lugar visible de dicha biblioteca, una
lápida de mármol blanco, en la que figura escrito en negro los nombres y
empleos de los donantes, así como el número de donaciones que han hecho.2
*
NOTAS.
1). García-Cubillana, pp. 115-116.
2).Soler Cantó, pp. 80, 86-87.
*). Roca Núñez et al.
Boletín de Medicina Naval en 1878, siendo su director José de Erostarbe y Bucet.
Biblioteca del Hospital Básico de la Defensa San Carlos
BIBLIOGRAFÍA.
CLAVIJO Y CLAVIJO, S. Historia
del Cuerpo de Sanidad Militar de la Armada. San Fernando. Tipografía de
Fernando Espín Peña, 1925.
GARCÍA-CUBILLANA DE LA CRUZ, J.M. El antiguo hospital de San Carlos
(1809-1981) y la ciudad de San
Fernando. Publicaciones del Sur Editores. Cádiz, 2007.
ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J.
GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J. Historia de la
Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del
siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.
SOLER CANTÓ, J. El Hospital Militar de Marina de Cartagena. 2ª Edición. Universidad
Politécnica de Cartagena, 1999.