Sebastián Chaves Ruiz, “Chano”,
nace en San Fernando (Cádiz) el día 18 de septiembre de 1872, a las tres de la
tarde. Sus padres son Sebastián Chaves Canto, natural de Chiclana de la
Frontera, y María Dolores Ruiz Domínguez, natural de San Fernando.
El día 22 de dicho mes es
bautizado en la Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo y de los
Desagravios, por el sacerdote coadjutor de ella José María López Almagro. Se le
imponen los nombres de Sebastián, Tomás e Ignacio, actuando de padrinos sus
abuelos paternos Mariano Chaves y Juana Canto. Actúan de testigos sus tíos
Manuel y Juan Chaves.
En el año 1889, próximo a cumplir
los 17 años de edad, vive en la calle Gravina nº 24, con sus padres y tres
hermanas más pequeñas que el; Victoria, Magdalena, y Eloísa.
Desde joven comienza a profesar
afición por el mundo del toreo y según relato familiar comienza a tentar toros,
cuando estos se desplazan por los caminos isleños hacía la plaza de toros de
Cádiz. En 1897 comienza como novillero, toreando por las plazas de la provincia
de Cádiz.
Emprende la aventura de viajar al
Nuevo Mundo, a donde llega siendo muy joven. Después de torear como novillero en
Lima y México, toma la alternativa como matador en este último país, el día 4
de enero de 1907. Su padrino es el célebre matador Vicente Pastor y se torean
toros de Rafael Barbosa, ganadería de San Diego de los Padres. “Chano” viste en
esta ocasión de grana y oro.
Vuelta a España y alternativa en Cádiz.
Más tarde, renunciará a esta
alternativa para doctorarse en España y en Cádiz, pues el es gaditano. Primero
actuará en diversas novilladas, en Cádiz y San Fernando. El día 7 de julio de
1908 actúa en la plaza de toros de su ciudad natal, en una novillada de cuatro
novillos de Felipe Salas, como único espada. La revista “Sol y Sombra” destaca
por pluma de su escritor “Taleguilla”, su excelente capeo con quites espectaculares.1
El domingo 16 de agosto de este
1908, va a tomar la alternativa como matador en la Plaza de Cádiz, con toros de
Fernando Parladé. Actúa como padrino el conocido matador mexicano Vicente
Segura, y le acompaña también el torero de la escuela sevillana Antonio Moreno,
“Moreno de Alcalá”.
El acto va a constituir un gran
acontecimiento con abundante desplazamiento de personal. Hubo un tren mixto que
transportó un gran número de viajeros que durante horas anteriores a la corrida
inundaron varias de las calles de la capital gaditana, especialmente Calle Nueva,
de la Aduana, y Plaza de Isabel II. Se sumaron los pasajeros en transito del
vapor correo Montevideo y miembros de
la dotación del buque de guerra alemán Charlotte.
Son las cuatro y media de la
tarde y comienza la fiesta con más lleno en sombra que en sol. La Presidencia
la ocupa Ildefonso Fuentes, acompañado por José García de Cossio y Luis de la
Torre, mientras que el torí lo preside Lucas de Serdio, acompañado por Armando
García Bouller y López Martinez. El médico de la Plaza es el Dr. Armelín.
“Chano” viste de azul y oro
mientras que Vicente Segura lo hace de lila y oro.
Primer toro.
El primer toro de la tarde se
llama Hurón. Es de color negro y
tiene marcado el nº 35. Es de muchos pies. Lo recibe “Chano” que le da varios
lances, escuchando palmas. Toma una vara con poco deseo, aguanta otra de mala
gana y busca la salida. Después, otra vara. Permanece al quite “Moreno de
Alcalá”, recogiendo el bicho “Chano” quien lancea con voluntad y termina por
tocar la testuz. Escucha palmas.
Actúan los banderilleros “Galeita”
y Cecilio Lobato que son aplaudidos por sus acertadas faenas. Aparece Vicente
Segura, con estoque, muleta, y montera en mano. Suena un alegre pasodoble y el
torero mexicano entrega los atributos a “Chano” quien en estos momentos
adquiere la categoría de matador.
El torero isleño brinda a la
presidencia y comienza la faena con unos pases desde cerca y con la izquierda.
Otros dos para sacar al toro de las tablas, un metisaca, más pases, y se
dispone a matar. Propina media estocada en lo alto que obliga a Hurón a hincar
la cabeza en la arena. Recibe palmas y sombreros.
Segundo toro.
El segundo toro está marcado con
el número 1. De nombre Madamito,
colorao, chorrasco, ojo de perdiz y gacho. Se acerca un picador y el bicho sale
de raya, buscando la salida. Se escuchan pitos. Aguanta una vara de refilón y
el picador se atreve a llegar hasta el centro de la plaza. Le da otro pinchazo,
de igual manera. A continuación, toma tres varas. Tiene dos tumbos y mata un jamelgo.
Segura y “Chano” hacen buenos quites. Este último llega a tocar el hocico del
bicho. Una vez cambiada la suerte, actúan los banderilleros. Roda coloca dos
buenos pares de banderillas. Pero, en el primero es derribado al suelo,
resultando ileso. A continuación; el “Niño de la Audiencia” prende otros dos
pares. Ambos escuchan palmas.
Es el turno de “Moreno de Alcalá”.
El diestro pronuncia un breve brindis. De prisa y corriendo llega hasta la cara
del astado, con la valentía característica de este torero. Da varios pases con
la izquierda y escucha algunos oles. Enseguida cita a recibir, aunque el animal
no está en las debidas condiciones. Pero; el diestro que al parecer tiene mucha
prisa, no le da la necesaria salida. Como consecuencia de ello, es alcanzado por
las piernas y derribado al suelo. La caída es aparatosa. A continuación; da
media estocada, y aunque no ha resultado muy buena, se aplaude la buena
voluntad y la valentía de este torero, el cual se ha roto el calzón y tiene que
continuar la faena tapándose con una muleta. Da dos pases más y termina con un
pinchazo. Otros dos pases y entra a matar en corto y por derecho,
proporcionando una buena estocada hasta la misma cruz, y en todo lo alto.
Recibe ovación, prendas, y las dos orejas.
Tercer toro.
Se llama Mexicano. Lleva el número 27 y es de color negro. Es el turno de
Vicente Segura. El matador lancea bien y con mucho arte, como es habitual en
el. Recibe abundantes palmas. El cornúpeto aguanta cuatro varas. No experimenta
ningún tumbo, pero tampoco causa baja alguna entre los caballos. No obstante,
llega un momento en que los picadores están en peligro y Segura y “Chano”
tienen que acudir, volviendo el estrenado matador a tocar al astado en la
testuz y en los pitones, recibiendo gran ovación. Es el turno de los
banderilleros. Galea prende un buen par de banderillas, de frente. “Pulga” lo
hace con otro y sale perseguido por el bicho. El público retiene la respiración
porque es casi alcanzado. Repuesto del susto, repite con otro par, algo caído.
Galea hace una faena inteligente para continuar colocando otro par.
En estos momentos; “Moreno de
Alcalá”, reaparece en el ruedo, vestido con un traje de monosabio y con una
mano vendada. Lo ha curado el Dr. Armelín, de una luxación en mano derecha y de
un leve puntazo cerca del muslo. El público lo saluda con grandes aplausos.
Vicente Segura, mandando
despejar, comienza la faena dando dos pases con la izquierda, de pitón a rabo.
Recibe palmas, y a continuación repite con tres pases, dados con elegancia y
desde muy cerca. Sigue con otros dos, con los pies clavados en el suelo. En
toda su faena muestra grandes destellos de serenidad, inteligencia, y profundo
arte. Pero como abusa de la muleta se va hacer el resto del toreo algo pesado.
A la hora de matar da un pinchazo en lo alto. Da la sensación de que el matador
no acierta a sujetar a su enemigo y este, a pesar de que en dos ocasiones se ve
con el estoque cerca del morrillo, no embiste. El público aplaude al diestro.
A continuación; Otros pases desde
lejos, menos lúcidos, y una estocada tendida, contraria y baja. Intenta el
descabello y surge una colada. Otro intento y el matador mexicano es derribado
al suelo por el toro que saltó por encima de el. El torero, afortunadamente,
resulta ileso. Repite con otro intento, fuera de ocasión porque el astado está
mirando hacia arriba. Da un metisaca y escucha algunos pitos, alternados con
palmas. Otros dos intentos de descabello. El público comienza a impacientarse y
pide al presidente que de el primer aviso, pero Don Ildefonso se muestra
indulgente. Segura, muletea de lejos mientras que su rival intenta taparse y
defenderse en las tablas. De nuevo, intenta descabellarlo y como no acierta se
tira a matar, resultando una estocada caída. Escucha pitos. A continuación,
otros tres intentos de descabello y el toro que ha corrido mucho, está
desangrado por las numerosas heridas recibidas, termina acostándose sobre la
arena. Acude el puntillero con velocidad de rayo y lo remata al primer intento.
Cuarto toro.
Se llama Neno. Color negro,
corniapretado y de libras. Al salir, embiste con gran ímpetu, a todo aquel que
le tienta. Llega a matar a un jamelgo, en la primera vara. Acude el veterano
Galea y hace un buen quite, con lo que recibe grandes aplausos. A continuación;
otras dos grandes varas, pero a la tercera el bicho vuelve a derribar al
picador, quedando este al descubierto. “Chano” hace un excelente quite, y se
puede decir que salva la vida del picador. Muchas palmas. Otra vara y batacazo
horrible del picador, saliendo al quite Vicente Segura. El cornúpeta arranca
desde lejos muchas veces, y los banderilleros tienen un gran problema en su
cometido. “Pulga”, después de una faena inteligente y de pasarse varias veces, consigue
dejar un solo palo. Recibe palmas. El “Niño de la Audiencia” capeó bien, con la
intención de castigar al bicho. Galea pone un buen par, a la media vuelta,
siendo perseguido hasta el burladero. A continuación, “Pulga” consigue colocar
otro medio par. Ambos escuchan aplausos. Vicente Segura aparece de nuevo con
los trastos y se acerca al astado. Desde cerca, y tranquilo, da dos pases
magistrales, de pitón a rabo. Recibe palmas. Otros pases, desde más lejos. No
logra sacar a su enemigo de las tablas y se tira a matar, desde algo lejos,
resultando media trasera y tendida. Alternan las palmas con los pitos. Es el
momento en que un peón, desde el burladero, ahonda el estoque con un capote, y
el público que se apercibe de ello, protesta. El bicho corre largo rato
arrimado a las tablas y Segura no logra sujetarlo, de momento. El toro se para
cerca de un burladero y otro peón le anda con un bastón en el estoque que tiene
clavado en el morrillo. Nuevas protestas y el Sr. Presidente tiene que mandar
aviso a las cuadrillas de que no actúen de esta forma desde el callejón. A
continuación; nuevos muletazos de Vicente Segura para terminar con un pinchazo,
algo media, más que tendida, una pescuecera y atravesada, y otra de la misma índole
para terminar cuarteando. Recibe pitos y petición de avisos.
Un peón saca el estoque al
completo y Vicente Segura, desde lejos, da otra, baja. Hay más protestas,
mientras que el toro se acuesta sobre la arena, pero el puntillero, al intentar
hacer su faena, lo levanta. Vienen nuevos pases con colada y el matador intenta
el descabello con la puntilla. No lo consigue al primer intento y el presidente
ordena que los clarines toquen el primer aviso. Hay palmas para el presidente,
mientras que Segura da varios muletazos, consiguiendo que el bicho se eche, lo
que aprovecha el experto puntillero para rematarlo a la primera.
Quinto toro.
Lleva el número 16, es de color negro
y se llama Azuceno. Es abierto de
pitones, de muchos pies. Es el turno de “Moreno de Alcalá” quien lo lancea
magistralmente, muy parado y con gran maestría. Recibe una merecida ovación. El
diestro, entusiasmado con las palmas, repite la faena tan lucida y acaba
tocando la testuz de la res. A continuación; el bicho toma una vara de castigo
y recargando el picador, le proporciona al astado un buen batacazo. Aguanta la
res otras cinco puyas y es capaz de matar a dos caballos.
Los tres matadores van a
rivalizar, ofreciendo bonitos quites, con espectacular lucimiento y se empeñan
en tocar la cara y los cuernos del astado. El bicho acude a las banderillas con
gran nobleza y es castigado con buenos pares, a cargo del “Niño de la Audiencia”,
Rodas y “Cuco”.
El torero de Alcalá de Guadaira
llega a la cara de su rival y toreando con la valentía que le caracteriza
empieza muleteando con la izquierda. Escucha muchos oles y palmas. Parece que “Morenito”
está más valiente que nunca, produce en el público un gran entusiasmo, roza los
cuernos del toro con su chaquetilla, y se revuelve en un palmo de terreno.
Llega la hora de matar y el de
Alcalá se tira con coraje, por derecho, resultando un pinchazo alto. Escucha
palmas. Se precipita algo, aunque con su habitual valentía, y desde cerca
repite unos pases con la izquierda. A continuación, entra a matar muy ceñido,
dando media estocada en los rubros. Recibe muchos aplausos. Continua sacando el
estoque, coge al bicho por los cuernos, y da un excelente descabello, al primer
intento. Recibe muchos aplausos. Es recompensado con regalos diversos y la
presidencia concede dos orejas.
Sexto toro.
Marcado con el número 15. Por
nombre Pavito y de color negro. Sale
a la plaza con mucho brío, pero “Chano” lo para con buenos lanceos. Es el turno
de Moreno y el diestro da varios lances, manteniendo el capote con su mano
derecha mientras que con su izquierda sostiene una gorrilla de paisano. Después
da unas verónicas. Ambos diestros reciben palmas. La res aguanta cuatro puyazos
que le proporciona una caída, y después mata un jamelgo. Segura lleva a cabo un
excelente quite. Cambiada la suerte, pide el público que cambien los matadores
pero solo accede a ello “Chano”, quien después de una lucida preparación pone
un monumental par de banderillas. Recibe una grande y merecida ovación. El
banderillero Lobato, después de salir en falso, pone otro par, siendo
perseguido por el bicho hasta la barrera.
“Chano” brinda el toro a unos
amigos y se dirige a su rival, al tiempo de que el “Cuco” pretende dar un lance
y es revolcado, que por fortuna solo ha recibido una leve contusión en el
tobillo, al ser pisado por la res. El nuevo matador español y antiguo matador
mexicano, muletea con valentía y desde cerca para tirarse a matar, por derecho
y con muchas ganas, dando media estocada en su sitio. Recibe aplausos. Luego
descabella al tercer intento. Finaliza el espectáculo.2
Regreso a México y trágico final.
En México no le van bien las
cosas a Sebastián. Hay, al parecer, cierta competencia y no le es fácil obtener
un buen contrato. Pero lo peor está por venir cuando se encuentra con un
compañero de lidia, paisano de Cádiz, José Traverso, “Marinerito” o “Marinero”,
con quien tiene una violenta disputa y termina “Chano” perdiendo la vida al ser
disparado por aquel.
La policía mexicana encuentra al
autor de la muerte del torero isleño y la prensa local y española comienzan a
narrar los hechos. Según relato publicado por la prensa de México:
Requerido por los periódicos el
banderillero Antonio Vargas (Negrito), quien había acompañado muchas veces a “Chano”,
cuenta las incidencias del aquel trágico 13 de noviembre de 1908.
Dice que en compañía del “Chano”,
después de visitar la tienda de bebidas del “Tío Pepe”, punto de reunión de
toreros sin contrato, recalaron en la cantina del Salón Bach, y después fueron
a Fornos, donde también van los toreros, y estuvieron con el aficionado Manuel
Muñoz. A primera hora de la tarde hicieron alto en el establecimiento conocido
como La Alhambra. A continuación se dirigieron a los Altos de Vista Alegre.
Allí se encontraron con la cupletista “La Bella Lozano” y siguieron tomando
chatos. “Chano” vació sus bolsillos y echó mano a la cadena de su reloj, con la
intención de darla en prenda, pero el camarero lo rehusó. Otra versión es que
se trataba de un corazón de brillantes con gruesa cadena. Debía 5 pesos y
pusieron rumbo, de nuevo, a la cantina del “Tío Pepe”, donde se encontraron con
un picador conocido por “Inglés”, quien prestó a “Chano” los cinco pesos. Acompañados
por este, salieron de la cantina y se dirigieron a la calle de la
Independencia, donde “Chano” se encuentra con Manuel Baena, “Barbi”, y en unión
de este hace intención de retornar a la
cantina del “Tío Pepe”. Pero “Chano” no entra en la cantina y al volver la
esquina se tropieza con “Marinerito”, que al parecer estaba ebrio.
Otra versión cuenta que Chaves se
encontró con “Marinerito” al salir del restaurante Vista Alegre, en el que
había estado con el señor José del Rivero, Antonio Vargas “Negrito” y la
cupletista “ La Bella Lozano”. “Chano” ,
“Negrito” y “Marinerito” se fueron a la cantina La Alhambra. Salieron de esta, “Chano”
y “Marinerito”, y se despidieron “Negrito” y Manuel Gallego,”Valerito”.
Chaves y Traverso continuaron por
la Primera de la Independencia, donde se encontraron con el empresario de San
Luis de Potosí. Conversaron con este, se despidieron, y siguieron juntos los
dos toreros para llegar a la Alameda.
Más tarde, es hallado el cuerpo
sin vida de Sebastián Chaves Ruiz, conocido por “Chano”. El cadáver del matador
presentaba una herida en sedal en el brazo derecho y cerca de la axila, y otra
herida torácica que interesó a la víscera cardiaca y que le llevaría al fatal
desenlace.
La
policía mexicana comienza a trabajar sobre la marcha, conducida por el
comisario Villavicencio, en ayuda de su compañero Sr. Valle. Nadie sabía quien
fue el autor de la muerte del torero español y la primera diligencia fue
vigilar hoteles y casas donde se alojaban los matadores y banderilleros que
vivían en la ciudad. Estos eran: “Relampaguito”, “Maera”, Feria, Gaona, “Valerito”
y “Lagartija”. Los dos últimos, junto al banderillero “Negrito”, fueron
considerados por la policía testigos importantes, siendo conducidos a la
Comisaria. “Relampaguito” estaba alojado en el hotel de La Pay. “Maera” en el
Tornito de Regina. Los demás en sus casas. Poco después se decretaba la
búsqueda de “Marinerito”.
José Traverso, “Marinerito”, no
se encontraba en su domicilio pero la policía descubrió que estaba alojado en
la casa de un amigo suyo, un expicador llamado Fernando Martínez. A primera
hora de la mañana del día siguiente, se presentó en el domicilio de Martínez
el comisario, acompañado por un comandante de la policía. El “Marinerito”
estaba acompañado por su mujer. José Traverso fue conducido en coche a la
comisaria de la sexta demarcación de Policía, donde el “Marinero” se declara
autor de la muerte de su compañero y amigo, dando la versión de los hechos.
“Chano” increpó a “Marinerito”,
diciéndole que no siguiera poniéndole en mal con los empresarios taurinos. Este
último le contestó que no era cierto y si no toreaba últimamente era por no ser
lo suficientemente bueno. La presencia de otros toreros pareció calmar los ánimos
y “Chano” para probar, seguramente, de que el enfado estaba olvidado, le pidió
prestado cinco pesos a lo que “Marinero” le contesta que no tiene centavo
alguno. “Chano” le llena de injurias, y después cogiéndole del brazo, le invita
a recorrer algunas calles hasta llegar a la Alameda. Allí, sale a relucir una
novillada en la que torearon juntos y terminaron reñidos por considerar
Traverso que Chaves se había excedido en la faena a su novillo. Caminan en
dirección al parque, que está muy oscuro, y “Chano” mete su mano en la bolsa de
pecho, Traverso cree que es un puñal pero se trata de una puntilla taurina y le
acomete con ella. “Marinero” esquivaba, lo mejor posible, los golpes, aunque le
tocó el brazo izquierdo. Hizo uso de su bastón para defenderse, al tiempo que
una segunda puñalada le alcanzó cerca del vientre. Manifiesta que “Chano”: “me
hizo un embestida de chipén y si no ando vivo me ensarta”. Es el momento en que
hace uso de su pistola que solo tenia dos balas, y disparando sobre “Chano”,
este cae al segundo disparo.
No obstante, hay otra versión de
algunos testigos circunstanciales:
Ambos toreros se intercambiaron
frases injuriosas y se enzarzaron con gran brusquedad, asidos por las solapas
de sus respectivos abrigos. Después, hicieron que como cual se fuera por su
lado para después coincidir de nuevo en la Alameda. Al entrar en el Parque, “Marinero”
saca la pistola y hace el primer disparo sobre “Chano”. Este, al sentirse
herido, saca la puntilla, con el objeto de defenderse, al parecer. Tira un
golpe a “Marinerito” que apena alcanza en un brazo, y este da un segundo
disparo que termina con la vida de Chano.3
Los disparos habían atraído a
varios transeúntes y Traverso corrió entre los prados. Fue a su domicilio, en
el segundo callejón de San Antonio nº 1, y habló en voz baja con su mujer,
Julia “La Montañesa”, abandonando ambos la vivienda. Tomaron el tren de la
Villa de Guadalupe y se bajaron en la Calzada. Entonces, llegaron a la casa de
Fernando Martínez, el antiguo picador que ahora regentaba un negocio de
salchichas.
Cuando es detenido por la
policía, “Marinerito” confiesa que la pistola la dejó abandonada en la misma
Alameda. Encontrada el arma, se comprueba que solo había hecho dos disparos.
El cadáver de “Chano” fue
trasladado a un hospital. El médico de la policía afirmó que las dos heridas
que presentaba fueron causadas por los dos proyectiles. Se practicó la autopsia
y a instancias del banderillero Gaona y de Manuel Muñoz, fue entregado el
cuerpo sin vida del torero isleño para proceder a su entierro. Un juez se
encargó del caso.4
De esta forma; Sebastián Chaves, “Chano”, será
enterrado en el México testigo de sus faenas taurinas, lejos de su patria
España y de su tierra natal de San Fernando, en la provincia de Cádiz, donde le
lloraría su familia.
Más tarde, el ex matador de toros
y escritor Ángel Carmona González, “Camisero”, definiría a “Chano” de la
siguiente manera: Apreciable torero con
capote y muleta, excelente banderillero y matador seguro y valiente.
NOTAS.
1). Román. Sebastián Chaves
“Chano”.
2). Roque. Diario de Cádiz. 17 de
agosto de 1908.
3). A B C. 6/12/1908.
4). Diario de Cádiz. 4 de
diciembre de 1908.
Algunos nombres asociados.
Vicente Pastor. Matador. Vicente
Pastor Durán. Natural de Madrid, donde tomó la alternativa el 21 de septiembre
de 1902. Torero de gran calidad.
Vicente Segura. Matador. Vicente
Segura Martínez. Natural de Pachuca de Soto (México), militar durante la
Revolución Mexicana. Excelente torero.
Antonio Moreno. “Moreno de Alcalá”.
Matador. Natural de Alcalá de Guadaira (Sevilla). Tomó la alternativa en el
Puerto de Santa María.
“Galeita”. Banderillero. José
Galea Jiménez. Natural de San Fernando (Cádiz). Perteneció a las cuadrillas de
“Marinero”, Hermosilla, Mazzantini y “Lagartijo Chico”. Terminó su vida
profesional en su ciudad natal como capataz del matadero y asesor de la plaza
de toros.
Roda. Banderillero. Juan Roda
Castillo. Vivió largo tiempo en Sevilla.
“Niño de la Audiencia”.
Banderillero. Emilio Rangel. Natural de Sevilla.
“Pulga”. Banderillero. Puede
referirse a Cándido Salas, natural de México, o a Antonio Domínguez, natural de
Barcelona, aunque debe tratarse del primero.
Gaona. Matador. Rodolfo Gaona.
Tomó la alternativa el 31 de mayo de 1908 en Tetuán de las Victorias (Madrid).
“Lagartija”. Matador. Juan Ruiz
Vargas. Natural de Murcia. Tomó la alternativa en Valencia.
“Relampaguito”. Matador. Julio
Gómez Cañete. Tomó la alternativa en Almería.
“Maera”. Banderillero. Manuel
Rubió. En otro lugar responde a este mismo apodo Francisco Soriano, novillero
residente en México. Probablemente sea este último el relacionado con “Chano”.
“Negrito”. Banderillero. Residió
en Monterrey (México).
“Cuco”. Banderillero. Puede
referirse a Rafael o Enrique Ortega, de Sevilla o a Rafael Espejo de Madrid.
José Traverso “Marinerito”. Figura,
en 1906, como banderillero residente en México.
Referencia.
En 1908 figuran estas direcciones
de Sebastián Chaves, “Chano”.
Plaza del Matute, 11, 2º. Madrid.
Julio Morgado. Murillo 19,
principal. San Fernando (Cádiz).
¿Seria Julio Morgado su
apoderado?
Ángel Carmona González.
“Camisero”. Matador. Natural de Constantina (Sevilla). Tomó la alternativa en
Huelva. Después de retirarse del toreo activo, en 1918, fue apoderado de
toreros y representante de ganaderos. Escribió sobre toros.
Sebastián Chaves Ruiz. "Chano". Álbum familiar.
BIBLIOGRAFÍA.
CARMONA GONZÁLEZ, A. “Así los vi
yo”. Biblioteca Digital de Castilla y León.
bibliotecadigital.jay/es
CARMONA GÓNZALEZ, A. Consultor Indicador Taurino Universal. Sindicato
de Publicidad. Madrid.
CLAVIJO Y CLAVIJO, S. La ciudad de San Fernando. Historia y
Espíritu. Cádiz. Talleres tipográficos, calle Obispo y Valero, 1961.
QUIJANO PÁRRAGA, J. San Fernando. Evocación de un Siglo.
Publicaciones del Sur, Editores. San Fernando, 1998.
RODRIGUEZ, J.M. Guía Taurina. Administración. Madrid,
1906.
ROMÁN ROMERO, A. Sebastián Chaves
“Chano”. De Hombres, Toros y Caballos. Revista digital taurina La Lidia. 5 de
julio de 2014.gestauro.blogpot.com
ROQUE. “La corrida de ayer”. Diario de Cádiz y su Departamento. Lunes 17 de agosto de 1908. Biblioteca Pública Provincial de Cádiz.
A B C. es. Hemeroteca. 6/12/1908,
pp. 13-14.
DIARIO DE CÁDIZ Y SU
DEPARTAMENTO. “Muerte de Sebastián Chaves El Chano. Confesión de Marinerito”. Viernes 4 de diciembre de 1908. Biblioteca Pública Provincial de
Cádiz.
ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE
SAN FERNADO. Padrón Municipal de Habitantes. Año 1889.
ARCHIVO DE LA IGLESIA MAYOR
PARROQUIAL DE SAN PEDRO Y SAN PABLO. San Fernando (Cádiz). Libro de bautizos.
Año 1872.