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miércoles, 31 de enero de 2018

FRANCISCO ANDRÉS SERRA. FARMACÉUTICO DE ARMADA EN FILIPINAS.




Francisco Andrés Serra fue el último farmacéutico de la Armada destinado en el Hospital de Marina de Cañacao. Siguiendo al ilustre farmacéutico militar e historiador Martínez Cerro, a quien tuve el honor de conocer hace años, nos encontramos que este farmacéutico de Marina, cuyo primer apellido es Andrés, nace en Madrid el día 1 de octubre de 1848, en la calle Mesón de Paredes nº 14 y es bautizado en la Iglesia de San Millán.
1869. En este año adquiere el título de Licenciado en Farmacia, cuyos estudios los había realizado en la Universidad Central, en Madrid. Contaba con varias asignaturas aprobadas de la carrera de Medicina y también aprobó las asignaturas correspondientes al doctorado en Farmacia.
Al comienzo de su vida profesional se dedica a los análisis químicos periciales relacionados con la criminología.
1871. Abre una oficina de farmacia en la calle Gerona nº 1, en la que permanece hasta 1876. Será también farmacéutico de la Sociedad Filantrópica Mercantil Matritense y obtiene una plaza en la Beneficencia Municipal de Madrid, hasta 1875.
1874. Es nombrado segundo secretario del Colegio de Farmacéuticos de Madrid.
1880. Es nombrado socio corresponsal de la Academia Provincial de Ciencias Médicas de Badajoz. Es además inspector primero de géneros medicinales de la aduana de Pasajes de San Pedro, en Guipúzcoa, cuyo nombramiento se había efectuado el 31 de mayo de este año. Tuvo allí una farmacia.
1881. El día 25 de noviembre atiende a los náufragos del vapor Jovellanos, el cual se estrella frente al puerto de Pasajes cuando regresaba de San Sebastián. A todos ellos atendió como facultativo de su profesión, suministrando medicinas. Además prestó auxilio personal a las victimas.
1882. Solicita una vacante de farmacéutico que se había producido en el Hospital de Marina de San Carlos, en la ciudad de San Fernando (Cádiz). Se presentan 10 farmacéuticos para concursar por la plaza. Son seleccionado tres de ellos, entre los que se encuentra Andrés Serra. Finalmente; obtiene la plaza por mayoría de edad sobre los otros dos, ya que estaban igualados a méritos.
1883. El 1 de abril toma posesión del destino.
1886. Aparece una disposición en el Departamento Marítimo de Cádiz en la que dice que el farmacéutico elaborará los medicamentos mediante la obtención de los compuestos primarios. Nuestro farmacéutico Francisco Andrés tiene que cumplir dicha disposición y lo realiza a satisfacción de la jefatura de sanidad, siendo calificado de tener mucho celo y amor al servicio. Se le considera ser estudioso y fiel al cumplimiento del deber.
1894. Se le concede la Cruz de primera clase del Mérito Naval con distintivo blanco.
1895. Es un año especial en las aspiraciones de nuestro farmacéutico Francisco Andrés pues después de que no consiguiera en 1887 su petición a la Reina Regente de usar el uniforme de la Armada con las divisas del Cuerpo de Farmacia, ahora sí queda constituido este Cuerpo por Real Orden del 26 de julio de este año.
1896. Entra en vigor la Orden y al constituirse el nuevo Cuerpo de Farmacia, Francisco Andrés Serra pasará a ser farmacéutico primero, ocupando el número 2 del escalafón, con antigüedad en el empleo de 5 de diciembre de 1882. Se confirma su destino en la farmacia del Hospital de Marina de San Carlos.
1897. Es destinado al Hospital de Marina de Cañacao Nuestra Señora de los Dolores, en Filipinas. Sustituye a su compañero José Ruiz Moro, quien a su vez pasará a ocupar su plaza de San Carlos. Toma posesión del destino el 30 de mayo de este año. Continúan las insurrecciones, cada vez más intensas y en el Hospital se está en continua alarma. Además hay que suministrar medicinas a todas las dependencias y se trabaja sin descanso. Al tiempo que la sociedad secreta Katipunan amenaza con sus pretensiones de que el gobierno de la Nación abandone el territorio, la guerrilla se moviliza guiada por sus generales Emilio Aguinaldo y Antonio Luna Novicio.
1898. El 15 de febrero se produce la voladura del acorazado americano Maine, fondeado frente a la bahía de la Habana. A raíz de ello, Estados Unidos culpa a España de esta acción y le declara la guerra. El Hospital, igual que todas las dependencias, se prepara para un ataque inminente y con el su farmacia. Pero la estancia de Andrés Serra en Filipinas ha durado algo más de 10 meses, pues el 14 de abril de este año, por padecer paludismo y anemia, regresará a la Península. Queda en eventualidades en San Fernando y no regresará de nuevo al archipiélago porque además se ha suprimido el destino de farmacéutico primero en el Hospital de Cañacao. Solicita poder disfrutar licencia por enfermo pero este deseo no se puede llevar a cabo debido a las circunstancias críticas en que se encuentra España en estas fechas.
1899. Pide que se modifique su antigüedad porque no está de acuerdo con la que se le ha dado al reorganizarse el Cuerpo.
1901. Ha ascendido al empleo inmediato de farmacéutico mayor, debido al fallecimiento de Jaime Stolle quien ocupaba dicho cargo. Tiene antigüedad en el nuevo empleo de 14 de diciembre de 1900 y, más tarde se modificará por 14 de noviembre. Es auxiliar de la Dirección de Sanidad.
1908. El 17 de octubre de este año sale una disposición fijando la edad de retiro para los jefes y oficiales farmacéuticos de la Armada, equiparándolos a los del Ejército. De este modo, la edad de retiro de los farmacéuticos mayores será la de 62 años. Como el reglamento del Cuerpo no hacia mención en cual sería la edad de retiro, el Ministerio de Marina consultó al Consejo Supremo de Marina y Guerra.
1910. Pasa a retiro, al cumplir el 1 de octubre los 62 años. Se supone que permaneció en Madrid y se desconoce la fecha de su fallecimiento.


Antigua Iglesia de San Millán en Madrid donde fue bautizado Francisco Andrés Serra.
CALLEJEARTEMADRID. 14 de marzo de 2016.www.madridhistorico.com


BIBLIOGRAFÍA

ARCHIVO Y BIBLIOTECA NAVAL DE SAN FERNANDO. Estado general de la Armada. Cuerpo de Sanidad. Años 1895, 1898, 1901.

MARTINEZ CERRO, M. El servicio farmacéutico de la Armada. Editorial Naval. Madrid, 1990.

ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J.
Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.

RODRÍGUEZ AGUILAR, M. “El naufragio del vapor Jovellanos y los Prácticos de Pasajes”. 10/12/2011. Baixamar.www.grijalvo.com








miércoles, 24 de enero de 2018

JOSÉ RUIZ MORO. FARMACÉUTICO DE ARMADA EN FILIPINAS.




José Ruiz Moro nace en Cádiz el día 27 de abril de 1859. Es bautizado en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Se supone que su infancia y estudios primarios los realiza en su ciudad natal. Sabemos que realiza actividades culturales, pues en 1877, cuando cuenta con unos 18 años de edad, es ya académico de la Academia Gaditana de Ciencias y Artes.
1882. Obtiene la licenciatura en Farmacia, cuyos estudios los ha realizado en la Universidad de Granada.
1883. Es socio de la Sociedad Española de Higiene y dos años más tarde es secretario de dicha sociedad. Durante este tiempo es también tesorero del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz e inspector de Farmacia del Hospital Civil Provincial.
1886. Es ayudante del Laboratorio Químico Municipal de Cádiz.
1887. Es bibliotecario segundo del Ateneo de Cádiz.
1888. Deja el laboratorio municipal para comenzar a prestar sus servicios en la Armada, como farmacéutico interino del Hospital de Marina de San Carlos, en San Fernando.
1890. Obtiene la plaza de farmacéutico del Hospital de Marina de forma definitiva.
1891. Pasa destinado al Hospital de Marina de Cañacao Nuestra Señora de los Dolores, en Filipinas.
1895. Los farmacéuticos que trabajan para la Armada van a vivir en este año unas jornadas especiales. Después de haber solicitado sin éxito en varias ocasiones la equiparación con los demás cuerpos de Armada, especialmente con los médicos, así como el uso del uniforme, es en este año cuando alcanzan sus pretensiones. Por Real Orden del 26 de julio se llevará a cabo la  reorganización del Cuerpo de Farmacéuticos de la Armada, entrando en vigor dicha orden en 1896.
El Cuerpo Farmacéutico quedará como una sección auxiliar del Cuerpo de Sanidad de la Armada. Tendrá carácter político-militar y, con utilización de uniforme y divisas.
Se establece la siguiente plantilla: Un farmacéutico mayor, destinado en el Ministerio de Marina, como auxiliar del inspector general de Sanidad. Cuatro primeros farmacéuticos y, tres farmacéuticos auxiliares, los cuales años más tarde se llamarían segundos farmacéuticos.
Ruiz Moro continúa en su destino de la farmacia del Hospital de Cañacao. Tiene el empleo de primer farmacéutico, se le ha asignado la  antigüedad en dicho empleo de 12 de diciembre de 1891 y ocupa el número 3 en el escalafón, entre los de su categoria.
1896. Comienza una dura etapa en el archipiélago, tanto para los hombres de la Armada, el Ejército y, población civil. Había nacido la  sociedad secreta Katipunan cuyas siglas K.K.K. corresponden a un título tagalo que significa Suprema y Venerable Asociación de los Hijos del Pueblo y, en la que uno de sus fundadores fue Andrés Bonifacio Castro y, después del “Grito de Balintawak” o “Grito de libertad”, dan comienzo una serie de acciones armadas con el objeto de poner fin a la presencia de España en Filipinas.
Se suceden los ataques a nuestras posiciones militares por parte de un ejército revolucionario capitaneado por Emilio Aguinaldo Famy y el farmacéutico y científico Antonio Luna Novicio. Ruiz Moro en la farmacia hospitalaria de Cañacao tiene que multiplicarse para abastecer de medicamentos a la enfermería del Arsenal de Cavite, a las instalaciones de Binacayan, a las diversas estaciones navales y a los botiquines de las fuerzas expedicionarias de la infantería de Marina. Además atender el hospital. Hay que elaborar y embazar los medicamentos. Además hay que hacerlo de forma urgente, día y noche.
La demostración del excelente comportamiento de nuestro farmacéutico lo tenemos en los informes reservados que el director del Hospital les hace. En ellos pone de manifiesto que se ha conducido con gran celo e inteligencia, así como ha demostrado serenidad y tranquilidad durante el periodo de las insurrecciones que ocurrieron principalmente durante los meses de septiembre y octubre de este año de 1896.
1897. Regresa a la Península. Solicita la concesión de una recompensa por haber desempeñado sus funciones a satisfacción de sus jefes, en una zona extremadamente peligrosa. El 27 de abril de este año se le concede una Cruz del Mérito Naval de primera clase con distintivo rojo.
1902. Es un año trágico pues el día 12 de junio, en su domicilio de Cádiz, José Ruiz Moro pone fin a su vida, mediante la ingestión de un preparado de bicloruro de mercurio. Contaba con solo 42 años de edad.


Frascos para medicamentos del primitivo Hospital de Marina de Cartagena. Museo Naval de esta ciudad.




BIBLIOGRAFÍA

ARCHIVO Y BIBLIOTECA NAVAL DE SAN FERNANDO. Estado general de la Armada. Cuerpo de Sanidad. Año 1895.

MARTINEZ CERRO, M. El servicio farmacéutico de la Armada. Editorial Naval. Madrid, 1990.

ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J.. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.

WIKIPEDIA. “Katipunan”.wikipedia.org/wiki/katipunan







miércoles, 17 de enero de 2018

FARMACÉUTICOS DE ARMADA EN FILIPINAS.




La hospitalización del personal de Marina destinado en el Apostadero de Filipinas y de los buques atracados en el, así como el procedente de las distintas estaciones navales, se hacía en diversos hospitales de la zona, como el Hospital del Ejército en Manila. El Arsenal de Cavite poseía una amplia enfermería y la Armada mantenía un contrato con el Hospital de San Juan de Dios de esta localidad. Dicho contrato caduca en el mes de septiembre de 1874 y la Junta de Marina del Apostadero piensa en la construcción de un hospital propio de Marina que pudiera cubrir mejor los requerimientos sanitarios y además resultase más económica la atención a los pacientes. El lugar elegido es Cañacao, próximo a Cavite y fuera del Arsenal.
Después de los trámites oportunos, por Real Orden de 30 de junio de 1876 se aprueba su construcción. Como existía una buena infraestructura pues se aprovechan unos camarines de carbón del lugar, el centro sanitario en poco tiempo está en disposición de abrir sus puertas. De este modo, el 8 de septiembre del año en curso tiene lugar la apertura del que se llamará Hospital de Marina de Cañacao Nuestra Señora de los Dolores.
La atención facultativa al comienzo es escasa pues solo hay dos facultativos fijos que serán: Un primer médico que era el que estaba encargado de la sala de Marina del Hospital de San Juan de Dios, acompañado de otro facultativo procedente de unos de los buques atracados en el Apostadero. Después llegarían comisionados algunos médicos más de otros destinos y, al final había una plantilla completa, más consonante con las necesidades hospitalarias.
Además es necesario, como en todo hospital, una botica o farmacia que pueda distribuir la medicación y, teniendo en cuenta que en esta época hay que elaborar los medicamentos, se hacía indispensable la presencia de un profesor de farmacia encargado de ello. Añadiremos que no solo eran elaboradas las medicinas de uso hospitalario sino la destinada a buques y dependencias, que eran múltiples.
Es por ello por lo que se anuncia la plaza de farmacéutico del Hospital de Marina de Cañacao y por el comienzan a desfilar diversos profesores que iremos conociendo.

Años de 1876 y 1877. ANTONIO ROMÉU MAINER.
Es nombrado farmacéutico del Hospital de Marina de Cañacao por al comandante general del Apostadero de Filipinas, el día 22 de julio de 1876, como Farmacéutico auxiliar. Alegaba el aspirante tener dos años de practica profesional y acreditaba tener buena conducta moral y religiosa. Pocos meses después, por razón de salud, es separado del servicio a petición propia. Había nacido en Villanueva y Geltrú, en la provincia de Barcelona, en 1848. Se había licenciado en Farmacia en la Universidad de esta capital.

Año 1878. RAFAEL GARCÍA AGEO.
El 27 de marzo de este año, a propuesta del jefe de Sanidad, es nombrado por el comandante general del Apostadero este farmacéutico. Por faltas graves de tipo administrativo es despedido tiempo después, cesando en el cargo en 1881. Rafael García, como el resto del personal destinado en el recinto hospitalario, sería testigo del terrible terremoto que asoló Manila y sus alrededores aquel trágico mes de julio de 1880. Como consecuencia de ello quedaron cuarteadas las salas del Carmen y San José, así como gran parte del edificio.
Era natural de Manila, donde había nacido en 1856. Hijo de españoles residentes en el Archipiélago. Los estudios de farmacia los había realizado en la Universidad de Manila, los cuales concluyó brillantemente en 1876.

Año 1881. RAMÓN SOTELO MIJARES.
Había salido una orden en el “Boletín Oficial” de la localidad, en la que se citaba a concurso a todos los profesores de farmacia interesados a optar a la vacante de farmacéutico del Hospital de Cañacao. El plazo estaba fijado en 30 días a partir de dicha publicación y los aspirantes debían de presentar la solicitud acompañada de una copia testimonial del título, así como una relación de servicios realizados y méritos que hubieran contraídos. Posteriormente la Junta Superior Facultativa y Económica de Sanidad de la Armada haría un examen de dicha documentación. Obtiene la plaza Ramón Sotelo pero el 16 de marzo de 1882 renuncia a su destino, por motivos de salud.

Año 1882. LEÓN MARÍA GUERRERO.
Había sido farmacéutico de la botica del Arsenal de Cavite, así como había estado encargado durante un tiempo de la farmacia del Hospital Militar de Zamboanga. Es nombrado por el capitán general de Filipinas para cubrir, al parecer de forma provisional, la vacante dejada por Ramón Sotelo.
La plaza es convocada en la “Gaceta Oficial” de Manila. Acuden a la convocatoria Guerrero y dos farmacéuticos más quienes son: Rafael Fernández Iret y Bernardino Jaime Stolle. Guerrero era licenciado en Farmacia por la Universidad de Manila. Fernández Iret era farmacéutico auxiliar del Hospital de Manila, mientras que Jaime Stolle presenta la solicitud tres días antes de estar en posesión del título de Licenciado en Farmacia, además realiza las pruebas de ingreso fuera de plazo, alegando salir de una enfermedad.

BERNARDINO JAIME STOLLE.
A pesar de lo mencionado con anterioridad, este farmacéutico obtiene la plaza porque la Junta Facultativa cree que posee las mejores garantías para ocuparla. No obstante, el 14 de enero de 1883, por motivos de salud, solicita ocupar la primera vacante de farmacéutico que se produzca en uno de los hospitales de Marina de la Península. A pesar de ello permanecería en Cañacao hasta 1890. Bernardino Jaime había nacido en Cádiz, en 1855. Había sido alumno supernumerario de Medicina del Hospital de la Hermandad de la Santa Caridad de Cádiz. Se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad Literaria de Sevilla. Practicó la oftalmología con el doctor Cayetano del Toro. El 12 de julio de 1876 se traslada a Filipinas como médico titular, donde ejerció esta profesión en un distrito próximo a Manila llamado Morong. Como el lugar carecía de botica, el médico preparaba las medicinas que después administraría a los enfermos. No obstante, se matricula en la Real y Pontificia Universidad de Manila, en cuya Facultad de Farmacia realiza sus estudios, licenciándose en esta carrera.

Año 1890. HUGO SALAZAR Y MÉXICO.
En este año Jaime Stoll, por disposición de la Mayoría General del Apostadero de Filipinas, cesa el la farmacia del Hospital de Cañacao y se hace cargo del destino, de forma provisional, el primer médico Ruiz Rodríguez. Jaime Stoll parte para el Departamento de Cádiz y, posteriormente pasa destinado al Hospital de Marina de Cartagena. Durante este tiempo la preparación de medicamentos sería llevada a cabo, por lo menos en su mayor parte, por algún practicante de farmacia ya que siempre los hubo en los hospitales de Marina, bien como practicantes particulares de esta rama o practicantes de cirugía  que los inspectores de Sanidad y Farmacéuticos de los Departamentos y Apostaderos considerasen adecuados para cubrir las vacantes que se produjeran. No olvidemos a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, las cuales llegaron al Hospital de Cañacao e igual que en los hospitales de Marina de la Península, desempeñaron funciones administrativas y de enfermería, incluyendo el trabajo de botica.
El 15 de abril de este año el comandante general del Apostadero, con el fin de contar con un profesional en esta rama, nombra a Hugo Salazar farmacéutico del Hospital de Marina de Cañacao, el cual va a ser el último farmacéutico indígena, pues pronto deja el cargo.

Año 1891. JULIO LARRÚ MUÑOZ
Sustituye a Salazar pero por poco tiempo ya que deja el destino, publicándose su vacante en mayo de este año. Era natural de Madrid, donde había nacido en 1854. Estudió en la Universidad Central y se licenció en Medicina y Farmacia. Hablaba francés y alemán, aficionado a la pintura y al modelismo. Desconocemos los motivos de su aventurada estancia en el archipiélago, pero duró muy poco porque a finales de este año renuncia a la plaza. Había regresado a Santoña, donde se estableció como médico titular y, después de permanecer en esta localidad 20 años gana unas oposiciones en el Ayuntamiento de Madrid, donde termina ejerciendo la medicina.




Frascos para medicamentos. Farmacia del primitivo Hospital de Marina de San Carlos.


BIBLIOGRAFÍA

CLAVIJO Y CLAVIJO, S. La trayectoria hospitalaria de la Armada española. Editorial Naval. Madrid, 1944.

MARTINEZ CERRO, M. El servicio farmacéutico de la Armada. Editorial Naval. Madrid, 1990.

REGODÓN VIZCAINO, J. Contribución al estudio de la Medicina en las islas filipinas en la segunda mitad del siglo XIX. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Medicina. Departamento de Historia de la Medicina. Madrid, julio de 1990.

ROCA NÚÑEZ, J.B. ROCA FERNÁNDEZ, F.J. GARVÍ LÓPEZ, M. ROCA FERNÁNDEZ, J.J.. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.



viernes, 12 de enero de 2018

NEMESIO NÚÑEZ MENCHERO. OFICIAL DEL ARMA DE INFANTERÍA DEL EJÉRCITO. EN FILIPINAS.


1890. Es destinado al Ejército del Distrito de Filipinas. El 14 de noviembre embarca en el puerto de Barcelona, en el vapor San Ignacio de Loyola de la compañía Trasatlántica, desembarcando en Manila el 18 de diciembre. Es destinado al Regimiento de Infantería de Línea Manila 74.
1892. Se le conceden dos meses de licencia por enfermo, que los pasará en el pueblecito de Guadalupe, en Manila.
1893. El 7 de mayo marcha con su compañía a Ilo Ilo, en la isla de Panay, embarcando en el transporte de guerra Manila y, queda destacado en esta plaza hasta el 1º de septiembre. Posteriormente embarca en el vapor correo Butican con destino a la Plaza de Cavite, llegando el día 6 de este mes.
1894. El 20 de marzo, por orden del capitán general del distrito, embarca con su regimiento en el vapor mercante Uranus con destino al norte de Mindanao, a realizar operaciones de campaña.
El día 23 arriban a la playa de Iligan, pernoctando en su plaza hasta el día 26, por orden del jefe de la expedición que es el coronel Federico Novellaz. Posteriormente establecen un fuerte.
El 16 del mes siguiente la compañía emprende la marcha hacia el campamento de Pantar, punto más avanzado en dirección a la Laguna de Lanao y, donde quedan hasta el 19 de abril en el que sale con fuerzas de su regimiento y de otros cuerpos, al mando del general de brigada Julián González Parrado. Atacan a los campamentos piratas, arrasando el lugar y caseríos próximos.
El 20 ocupan la meseta de Babacarán y establecen un fuerte. El 24 de julio tiene lugar un encuentro con el enemigo en la Laguna de Lalaganan.
El 17 de septiembre, Nemesio regresa a la Península por hallarse cumplido de destino en ultramar. Embarca en el transporte de guerra Manila con destino a la plaza de este nombre.
El 27 de diciembre parte para la Península, embarcando en el vapor Isla de Mindanao de la compañía Trasatlántica.
1895. Es destinado al Regimiento de Infantería León 38, en el cantón de Leganés. Más tarde partiría para la Isla de Cuba, donde había sido destinado, continuando su carrera militar llena de aventuras.


Pila bautismal de la Iglesia parroquial de San Juan Bautista de Urda. Lugar del bautismo de Nemesio Núñez Menchero. Autor.


BIBLIOGRAFÍA

ARCHIVO GENERAL MILITAR DE SEGOVIA. Hoja de Servicios de Nemesio Núñez Menchero.
Legajo Nº 610.


martes, 2 de enero de 2018

JESÚS TRAS SU NACIMIENTO.


LA CIRCUNCISIÓN Y EL NOMBRE DE JESÚS.
Pasado ocho días del nacimiento del niño, fue circuncidado. Se le impuso el nombre de Jesús, en la ceremonia, pues así lo había anunciado el ángel antes de que fuera concebido en el seno de María. El nombre de Jesús quiere decir Salvador

PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN Y PRESENTACIÓN DE SU DIVINO HIJO EN EL TEMPLO.
Mandaba la Ley que las mujeres que habían tenido un hijo varón; que permaneciera en casa cuarenta días y una vez pasado estos tenía la obligación de presentarse en el Templo para ser purificada. Si el hijo era primogénito debía consagrarlo al Señor y posteriormente rescatarlo mediante una ofrenda. Dicha ofrenda se trataba de un cordero, si los padres eran ricos, y dos tórtolas o un par de palominos, si eran pobres. Después venia el rescate mediante la entrega de cinco ciclos de plata para el sostenimiento del templo.
Había por entonces en Jerusalén un hombre justo y temeroso de Dios, llamado Simeón. El Espíritu Santo, que moraba en el, le había revelado que no moriría sin ver antes al Cristo. Cunado los padres fueron a presentar al Niño Jesús, para cumplir la ley, se les acercó y tomando al Niño en sus brazos, bendijo a Dios y exclamó con gran júbilo:
Ahora, Señor, ya tu siervo puede morir en paz: Porque mis ojos han visto al Salvador…
Después de bendecir a sus padres dijo a María:
He aquí que este Niño está para ruina y salvación de muchos en Israel, y por señal de contradicción; y tu misma alma será traspasada por una espada de dolor.  


 MARIUSZ MACZKA. "Nacimiento". De un original pintado con la boca. Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie. 


 BIBLIOGRAFÍA

SAN LUCAS. Evangelio. II, 22-24. II, 25-39.
ZAHONERO VIVO, J. MARTÍN PENALBA, M.A. Nacimiento de Jesús. Anuncio del Ángel a los pastores. Jesucristo según el Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil. Alcoy, 1954.