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miércoles, 24 de febrero de 2016

La Palestina de Jesús

Continuación



Estado religioso de Palestina en tiempos de Jesús

El Templo de Jerusalén
Constituía el centro del culto en tiempos de Jesucristo y era el templo construido por Zorobabel, en el año 515 a.C., a la vuelta del cautiverio de Babilonia, y fue consagrado por Judas Macabeo en el 165 a.C. Después había sido agrandado y embellecido por Herodes el Grande. Nabucodonosor II, en el año 587 a.C. había destruido el primitivo templo, construido por Salomón para sustituir el Tabernáculo que constituía el único centro de culto del pueblo judío. El emplazamiento de ambos templos fue el mismo: la cima del monte Moría. En el exterior; el Templo presentaba grandes atrios y vestíbulos que quedaban defendidos por murallas y torreones, mientras que el interior presentaba dos amplios recintos: el Santo y el Santo de los Santos. En el primero estaba el altar de oro que era donde se quemaba el incienso, depositado en un altar, el candelabro de los siete brazos, hechos de oro,  y la mesa de los panes de la proposición, también de oro, y algunas vasijas de este rico metal procedentes del primitivo Templo. El Santo de los Santos, Sanctum Sanctorum, o Kodesh Hakodashim, era una sala cuadrada, donde solo podía entrar el Sumo Sacerdote una vez al año, en la Fiesta de la Expiación. En este lugar santísimo, en el primer templo, se guardó el Arca de la alianza con su contenido que comprendía las Tablas de la Ley, la medida del maná, los Urim y Tumin que serian objetos empleados para discernir la voluntad divina, la serpiente de bronce, y la vara de Aarón. En el segundo templo; el Sanctum Sanctorum quedaba separado por cortinas. En el exterior, el Templo tenía un patio con arboles y había un área para gentiles. Este Templo fue destruido por las tropas romanas en el año 70 d.C. y actualmente queda como vestigio el Muro de las Lamentaciones, conocido como Kotel o Muro Occidental.
Las Sinagogas
Eran una especie de templos donde los judíos se reunían los sábados, con el objeto de escuchar la lectura y comentarios de la Ley. En ellas se guardaban los Libros Sagrados. Estas sinagogas datan del tiempo de la cautividad de Babilonia, pues no podían los judíos ir al Templo de Jerusalén. Entonces fundaron estos lugares para celebrar el culto y al volver del destierro conservaron esta costumbre. De modo, que las sinagogas eran una sustitución del Templo de Jerusalén en cada ciudad. Hoy en día, nos encontramos con multitud de Sinagogas en todas partes, generalmente orientadas hacía Jerusalén. Al fondo hay un armario o tabernáculo; el arca sagrada con los royos de la Ley, y ante el tabernáculo una lamparilla que arde constantemente, en recuerdo de la luz perpetua que brillaba en el Templo de Jerusalén. Un candelabro de siete lámparas recuerda la Menora del Templo, y una mesa de pupitre sobre una plataforma hace las veces de altar, sobre la que se lee la Torá.
Sacerdotes
El sacerdocio, en Israel, comprendía tres grados. El sumo Sacerdote, los sacerdotes y los levitas. En realidad, todos pertenecían a la tribu de Leví, en la que los primogénitos se consagraban al Señor. El Sumo Sacerdote debía de ser, además, de la familia de Aarón, porque este fue el primer Sumo Sacerdote. Este cargo que había sido siempre vitalicio, durante la dominación romana era vendido. Leví era el tercer hijo de Jacob y los levitas fueron consagrados a Dios por medio de Moisés, para el servicio del Tabernáculo y luego para el Templo de Jerusalén. Aarón había sido consagrado como el primer Sumo Sacerdote de Israel y sus descendientes pertenecían a esta clase sacerdotal conocida como Cohanim. Los levitas no tenían tierra ni heredad y su función era encargarse de todo lo relacionado con el Templo, como: adoración, alabanza, sacrificios, ofrendas, y otros. Vivian de las ofrendas que el pueblo presentaba en el Templo.
Escribas
Eran personas con cierta preparación y erudición, designados bien por la tradición o por la Ley. Ejercían el magisterio de la Ley o de los Libros Sagrados y se les llamaba Rabbí que quiere decir maestro. A veces eran conocidos como: Doctor de la Ley o Legisperito. Aunque al principio escriba quería decir escribiente porque su misión era la transcripción, copia, y conservación de los Libros Sagrados; con el tiempo se convirtieron en comentarista de la Ley, e incluso llegaron a ser jueces de la propia Ley. No era preciso el pertenecer a una secta determinada. No obstante, solían ser de una de las dos sectas influyentes: fariseos y saduceos. En los días del sacerdote Esdras, 538 a.C., comenzaron a conocerse estos escribas o soferim que de copistas de las Escrituras terminaron convirtiéndose en celosos defensores de la Ley, llegando a ser verdaderos maestros de la gente común. Eran meticulosos porque omitir una sola letra podía cambiar el sentido de una palabra, en la escritura hebrea. Se dice que muchos de ellos limpiaban meticulosamente la pluma, antes de escribir las palabras: Elohim (Dios) o Adonai (Señor). El hecho de escribir una palabra de memoria, sin haberla pronunciado antes, constituía un pecado grave. También llegaron a tener autoridad judicial para dictar sentencia en los tribunales de justicia, y en el Sanedrín.
Sectas religiosas
Había cinco principales sectas religiosas y políticas en el pueblo judío:
Saduceos. A pesar de ser una secta religiosa eran librepensadores. A ella pertenecían la mayor parte de los aristócratas, ricos y empleados. Negaban la inmortalidad del alma y la otra vida pero admitían la Ley y las Tradiciones, particularmente ritos y cultos. Presentaban admiración por las culturas griega y romana y estaban de acuerdo con la invasión extranjera. Por ello, el pueblo les miraba con desconfianza y muchos les odiaban. Se les conocía como los zadokitas por ser descendientes del Sumo Sacerdote Sadoq, en tiempos de Salomón. Como Sadoq quería decir justicia o rectitud, los saduceos tenían que ser hombres justos y rectos. Ocupaban gran parte del Sanedrín y trabajaban para mantener la paz, mediante aceptación de las decisiones de Roma. Muy conservadores, desde el punto de vista religioso, consideraban que solo la palabra escrita era de Dios. Además, negaban la intervención de Dios en la vida cotidiana, negaban la resurrección de los muertos y cualquier vida después de la muerte, y como el alma perece no habría ningún castigo o recompensa después de la vida terrenal. Negaban la existencia del mundo espiritual, de ángeles y demonios.
Fariseos. Se mostraban celosos y observadores de la Ley, por lo que constituían un partido nacionalista judío-religioso. Contaban con el aprecio del pueblo. En tiempos de Jesús, dirigían la vida política y religiosa del pueblo judío. Como la mayoría de los escribas y doctores de la Ley pertenecían a esta secta, tenían una gran influencia en el Sanedrín. Se cree que su inicio está relacionado con la cautividad de Babilonia. En su mayoría eran hombres de negocio, pertenecientes a la clase media, en contacto con el hombre común, y aunque representaban una minoría en el Sanedrín, tenían una gran influencia en él, como hemos dicho, porque tenían el apoyo de la gente. Religiosamente aceptaban la Palabra escrita como inspirada por Dios. Concedían autoridad a la tradición oral y defendían que esta se remontaba hasta Moisés. Sostenían que Dios controla todas las cosas pero las decisiones tomadas por cada individuo también contribuyen al curso de la vida. Creían en la resurrección de los muertos y en una vida posterior, con la correspondiente recompensa o castigo. Creían en la existencia de ángeles y demonios
Esenios. Eran como ascetas y estaban dedicados a la oración, penitencia y trabajo. Vivian diseminados por toda Palestina. La mayoría de ellos habitaban en la orilla occidental del Mar Muerto y se calcula que esta secta estaba formada por unos cuatro mil hombres. Según Filón de Alejandría y otros escritores del siglo I d.C., los esenios compartieron sus posesiones, vivían de la agricultura y de la artesanía, rechazaron la esclavitud. Creían en la inmortalidad del alma. El principal grupo se oponía al matrimonio. Practicaban la oración y el estudio. Los infractores eran separados del grupo.
Herodianos. Constituían más un partido político que una secta religiosa. Se les conoce con este nombre por su adhesión a la dinastía de Herodes. Se sometían de buena voluntad al poder de Roma y sostenían que era legal el pago de tributo al Emperador. Solían ser personas ricas y para ellos el gobierno estable proporcionaba prosperidad y seguridad.
Zelotes Descrito por Josefo como la “cuarta filosofía entre los judíos”. Seguían el ejemplo de Matatías, manifestando un gran celo por la Ley de Dios, cuando Antíoco IV intentó suprimir la religión judía. Opuestos a la dominación romana, con un gran sentido nacionalista. En los años 66-73 d.C. tomaron parte activa en la rebelión contra Roma, siendo reducidos en su fortaleza de Masada, cerca del Mar Muerto.

BIBLIOGRAFÍA
DUDAS BIBLICAS. ¿QUIENES ERAN LOS ESCRIBAS?dudasbiblicas.blogspot.com
¿QUIENES ERAN LOS HERODIANOS Y LOS ZELOTES? UNCION DE LO ALTO
¿QUIENES ERAN LOS SADUCEOS Y LOS FARISEOS? GOTQUESTIONS.ORG
ZAHONERO VIVO, J. MARTIN PENALBA, M. A. Elementos de Religión. Jesucristo según el Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil. Alcoy, 1954
WIKIPEDIA.www.wikipedia.org/wiki



                                              Muro de las Lamentaciones en 1992



sábado, 20 de febrero de 2016

La Palestina de Jesús



 Continuación

 Estado religioso de Palestina en tiempos de Jesús

Evidentemente; el pueblo hebreo había experimentado una decadencia política, pero en cambio la religión continuaba siendo la verdadera alma del pueblo. Las ordenanzas que dictó Moisés, perfeccionados por los demás enviados de Jehová, imperaban en el culto, sacerdocio, rito y costumbres del pueblo. Ya, cuando llega el Mesías, se ha alcanzado un verdadero perfeccionamiento religioso y moral del pueblo judío. No cabe la menor duda de que este hecho se debe a una serie de factores, como: cautiverio de Babilonia, las enseñanzas de los profetas Daniel y Ezequiel, y las guerras de los Macabeos frente a los paganos. No obstante, se había tenido que reorganizar mejor el culto y el sacerdocio, multiplicándose el número de sinagogas mientras que el Sanedrín garantizaba el fervor religioso y la unidad de todos los judíos. Sin embargo; el fariseísmo y la política seguida por esta institución habían alterado el espíritu de la Ley y la verdad es que tanto los sacerdotes como los escribas eran más intelectuales que religiosos, dándose la circunstancia de que el cargo de Sumo Pontífice, era otorgado al mejor postor. A pesar de todo, había una parte del pueblo, humilde y sana, en cuyo corazón latía la fuerte esperanza de la llegada del Mesías. La ideología religiosa del pueblo judío se apoyaba en la Revelación, fielmente guardada por los Libros Sagrados del Antiguo Testamento. Creían en un Dios espiritual y este monoteísmo se conservaba fuertemente a pesar de estar rodeados por un mundo politeísta e idólatra. Creían en la existencia de numerosísimos ángeles, con grados y jerarquías. En la espiritualidad del alma, en la libertad de las personas para elegir su conducta y en los meritos que el hombre está capacitado para contraer. El pecado original constituía para ellos un dogma y creían en la sanción por parte del Creador, a la que estaría sometido el pecador al final de la vida. En la existencia de un cielo y de un infierno. Creían firmemente en la llegada del Mesías, aunque suponían que sería una especie de rey temporal, caudillo vengador y libertador de un pueblo humillado por la dominación romana.

Las festividades religiosas del pueblo judío

Neomenia
Los judíos tenían una fiesta mensual, denominada Neomenia o luna nueva, los meses judíos eran lunares. Cada mes, era ofrecido a Jehová, cultos distintos. La neomenia del séptimo mes que correspondería a septiembre, y correspondía al principio del año civil, se anunciaba al son de trompetas, por eso se llamaba también fiesta de las trompetas.

La Pascua
Era la principal fiesta de los judíos y duraba ocho días. En realidad la duración era de siete días pero se agregaba un día más ante la duda de que por un error de cálculo en el calendario no quedara asegurado el cumplimiento. Se rememoraba en ella, la llegada del Ángel exterminador, cuando dio muerte a los primogénitos de los egipcios, respetando a los de los judíos, cuando señalaron sus casas con sangre del cordero sacrificado, en aquel destierro de Egipto. Se comía el cordero pascual, acompañado de pan ázimo o ácimo, sin levadura, y de lechugas amargas. El cordero debía tener un año y se asaba entero, atravesado por dos palos. Quedaba prohibida la ingestión de alimentos derivados de cereales como trigo, cebada, centeno, avena, y espelta, llamados en hebreo jametz, que quiere decir fermentación. Por ello, se comía en su lugar el matzá o pan ácimo. Esta costumbre se basaba en que el pueblo judío había tenido que emprender el camino sin tiempo para prepararse y no había podido fabricar el pan. Solían reunirse las familias y cuando el número era escaso se reunirían familias vecinas. Al principio; la comida se hacía de pie, con sandalias ceñidas y báculo en mano, como dispuesto a emprender la marcha que alejaría al pueblo judío de aquel Egipto, de aquí el nombre de Fiesta de peregrinaje, Shalosh Regalim. Pero en tiempos de Jesús, esta costumbre había cambiado y se comía sentados o recostados, según usanza romana. Se bebían tres copas de vino, comenzando por el padre de familias y se pasaba a todos los demás. Se acompañaba con el canto de Salmos. El padre de familias era encargado de explicar a todos el significado de esta fiesta, la cual terminaba con la bebida de la cuarta copa. Comenzaba la Pascua el día 14 del mes de Nisán, entre marzo y abril, por la tarde. Se celebraba en Jerusalén, adonde acudían casi todos los judíos, llegando a veces a millón y medio la cantidad de personas congregadas en esta ciudad. Al término de la Pascua comenzaba la recolección. También se le conocía a esta fiesta como Fiesta de la Primavera porque marca el inicio de esta estación y también por el Séder de Pésaj que indica la transformación que experimenta el pueblo de Israel al transformarse en pueblo libre, dotado de una ley.

Pentecostés
Esta fiesta se celebraba cincuenta días después de la Pascua y de aquí arranca su nombre, porque Pentecostés o PenteKosté significa quincuagésimo día. Se hacía en memoria de la promulgación de la Ley hecha a los cincuenta días de la salida de Egipto, en el monte Sinaí. Las gentes acudían también a Jerusalén, aunque con menor afluencia que en la Pascua. También se aprovechaba para dar gracias a Dios por la cosecha recogida. Duraba siete semanas y se ofrecían las primicias de lo producido por la tierra. Se conoce también por el nombre hebreo de Shavuot que quiere decir Fiesta de las semanas.

Fiesta de los Tabernáculos
Duraba siete días y los judíos durante este tiempo habitaban en tiendas o tabernáculos, de aquí su nombre. Conocido en hebreo como Sucot o Sucá, traducido también como cabañas. Estas tiendas se hacían con ramas de arboles y se situaban fuera de sus casas, en las calles o en las afueras de la ciudad. Recordaba con ello, la estancia del pueblo judío en el desierto. Se celebraba por los meses de septiembre y octubre, del 15 al 22 de Tishrei, de siete días de duración y ocho días en la diáspora judía. El ceremonial incluía numerosos sacrificios  y el derramamiento de agua recogida en la piscina de Siloé, rememorando aquella agua brotada de la roca, cuando Moisés la tocó con su vara. Se ponían dos grandes candelabros encendidos para recordar la nube de fuego que les alumbró en el desierto. Constituía una de las tres peregrinaciones en la época del Templo de Jerusalén.

Fiesta de la expiación
Yom Kipur. Se celebraba cinco días antes de la fiesta de los Tabernáculos y en ella el Sumo Sacerdote ofrecía dos sacrificios con el objeto de pedir el perdón de los pecados. Significaba un arrepentimiento de corazón, sincero. Un sacrificio por él y el otro por todo el pueblo. Después ponía sus manos sobre un macho cabrío y se le soltaba camino del desierto. Se celebra al anochecer del noveno día del mes Tishrei y continúa hasta el anochecer del día siguiente. Era el día más santo y solemne del año cuyo tema principal era la expiación y reconciliación. Se prohíbe durante la celebración de esta fiesta la comida, bebida, baño, y relaciones conyugales. El ayuno comienza en el ocaso y termina al anochecer del día siguiente. La oración comienza en el Kol Nidre, recitada antes de la puesta del sol, que en arameo quiere decir: todos los votos, y hace referencia a aquellos votos hechos a Dios en el año precedente y no cumplidos. Para las oraciones de la tarde se usa el Talit o manto cuadrangular de oración. Culmina la fiesta cuando suena el Shofar, marcando la conclusión del ayuno.

Fiesta de la Dedicación
En hebreo Janucá. Se conmemoraba la dedicación del Templo en tiempos de Judas Macabeo. Comenzó esta fiesta a la vuelta del desierto del pueblo de Israel. Se encendían hogueras y luminarias y por ello era también conocida como fiesta de las Luces o Janukáh y la duración era de ocho días, celebrada el 25 del mes de Kislev, entre noviembre-diciembre. También tiene por significado la renovación del pueblo judío en el ejercicio de la religión, prohibida por Antíoco.

El sábado, día festivo
El Sabbat era el día señalado para la festividad semanal del pueblo judío, pues se conmemoraba el día que descansó el Señor después de la Creación. En realidad, la fiesta comenzaba en la tarde del viernes y duraba hasta el mediodía del sábado cuando aparecían las tres primeras estrellas, para dar paso a la noche. Era la costumbre judía de medir el día. Estaba prohibido todo tipo de trabajo, incluso el guisar, y por ello la comida tenía que prepararse el viernes, antes de la llegada de la tarde. Es el motivo que a este día se le conociera como Parasceve que quiere decir preparación. Esta abstención de todo tipo de trabajo como celebración de este día festivo, se ha tomado como señal de relación entre Yavé y su pueblo. No obstante, esta permitido la conversación, lectura y relaciones conyugales. Otro mandamiento es el encendido de velas el viernes por la tarde, antes de iniciar el sábado. Como mínimo hay que encender dos velas. Se suele comer pescado y carne y se ha dejado la comida caliente antes de iniciarse el sábado. Hoy en día, se suelen hacer tres comidas; a las dos comidas fuertes se la añade una comida ligera, llamada Seudá Shelishit o tercera comida. Es costumbre cantar canciones en las comidas, llamadas zemirot y usar ropa limpia, especialmente prendas blancas.   En el sábado se asistía a la Sinagoga para celebrar los cultos.

Distribución del día religioso
A efectos de esta vida religiosa, los judíos distribuían el día en cuatro porciones iguales: Hora de prima que comprendía desde la salida del sol hasta las nueve de la mañana. Hora de tercia, desde las nueve hasta las doce. Hora de sexta, desde las doce hasta las tres de la tarde. Hora de nona, desde las tres hasta la puesta del sol. La noche también era distribuida en cuatro partes: primera, segunda, tercera y cuarta vigilias.

  BIBLIOGRAFÍA
  
  JANUKAH. LA FISETA DE LAS LUCES.www.shalomjesus.com
 ZAHONERO VIVO, J. MARTIN PENALBA, M. A. Elementos de Religión. Jesucristo según el Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil. Alcoy, 1954
 WIKIPEDIA.www.wikipedia.org/wiki




domingo, 14 de febrero de 2016

La Palestina de Jesús

Continuación



La Cisjordania se dividía en tres provincias: Galilea, al Norte; Samaria, en el Centro, y Judea, al Sur. La vida de Nuestro Señor Jesucristo se desarrolla casi exclusivamente por estas tres provincias. De aquí que se le llame, en muchas ocasiones: galileo, judío, o samaritano.

Galilea
Está situada al Norte de la Cisjordania y es la región más fértil, hermosa y alegre de toda Palestina. En ella se encuentra el lago de Genesaret, con multitud de valles y verdes colinas. Debido a su riqueza y fertilidad, surgieron a su alrededor gran número de ciudades y haciendas, así como hermosos jardines. Citaremos a Betsaida, Tiberiades, Corozaín, Magdala y Cafarnaúm. Un poco apartadas, estaban Naim, Caná y Nazaret.
Esta región poseía una flora exuberante, de tipo tropical, donde crecía la palmera, granado, higuera y vid, junto a otras plantas y flores. El lago de Genesaret o mar de Tiberiades, tiene unos 23 kilómetros de largo por 14 de ancho. De forma ovalada, como un enorme racimo de uva, extendiéndose de Norte a Sur. En sus profundidades hay una gran variedad de peces, mientras que su superficie es limpia y transparente, donde se deslizan cisnes y se depositan numerosas aves acuáticas. En el Norte de Galilea, se encuentra el monte Hermón, que suele estar coronado por la nieve; las cimas del Líbano, y hacia la costa, el Carmelo. En el centro, el Tabor. Los habitantes de Galilea eran robustos, de carácter vivo, y laboriosos. En el interior predominaba la agricultura mientras que en la ribera, lo hacia la pesca.

Samaria
Se encuentra entre Galilea y Judea. En su mayor parte, está ocupada por un gran bloque de montañas, cruzado en todas las direcciones por numerosos y fértiles valles. Al macizo montañoso se le designa como montes de Efraín. La flora es parecida a la de Galilea, aunque menos exuberante. Las poblaciones más importantes eran: Siquem, Samaria, Escitópolis y Betel. En el centro de Samaria se levanta el monte Garizim o Gerizim, de 870 m. de altitud. Aquí tenían el templo los samaritanos. El pueblo samaritano estaba representado por una mezcla de paganos y de israelitas repatriados de la cautividad de Babilonia. Por este motivo eran considerados por los judíos como una raza impura y le prohibían sumarse a su culto. Ello fue la causa de que los samaritanos opusieran al templo de Jerusalén, el de Garizim. En tiempos de Jesús no tenían templo, pues este había sido destruido por los judíos. Tampoco tenían sacerdotes. No obstante, los samaritanos creían pertenecer a Israel y esperaban la llegada del Mesías. Judíos y samaritanos se odiaban a muerte, hasta el extremo que los primeros daban un gran rodeo cuando tenían que ir de Galilea a Judea, o viceversa, para no pasar por Samaria.

Judea
Se extiende al Sur de la Cisjordania. De montañas peladas, cruzada por barrancos y algunos valles con escasa vegetación. Su suelo es pedregoso y árido, de carácter desértico. Al Sur, donde se encuentra Belén, cambia el paisaje, transformándose en verdes praderas, con viñedos y olivares. Sus principales ciudades eran: Jerusalén, Belén, Silo, Jericó y Hebrón. Sus habitantes eran; hoscos y retraídos. Eran agricultores y ganaderos, estos últimos en mayor proporción, cuya principal ocupación era el pastoreo. Judea adquirió una gran importancia, al erigirse como centro político y religioso, cuya cabeza fue Jerusalén.

Jerusalén
Era una poderosa ciudad, muy importante por su situación estratégica, llegando a tener 100.000 habitantes, pero sobre todo era el centro espiritual de Palestina. Se presentaba asentada sobre colinas, con hermosos palacios, en ella estaba el Templo sobre el monte Moría. El Templo de Jerusalén poseía doradas cúpulas y grandiosos pórticos con columnatas. Completaban el adorno; mármoles, jaspes y oro. Además, se encontraba cercado por muros gruesos y torres. A Jerusalén se podía acceder por varias puertas. Estaba atravesada por una especie de valle, llamado Tiropeón. Al Este; el torrente de Cedrón, la separaba del monte de los Olivos.
El viajero que hoy en día acude a Jerusalén va a encontrarse con unas murallas reconstruidas, con ocho puertas, siete de ellas construidas en el siglo XVI, y una en el siglo XIX.
Puerta de Jaffa. Llamada también de la Torre de David, porque está cerca de esta ciudadela. Situada en la parte occidental, sirve de acceso a los barrios judío y cristiano.
Puerta de los Leones. Flanqueada por dos bajorrelieves de leones. Constituye el acceso a la ciudad por el Este. Se llama así por las dos parejas de felinos existentes a ambos lados de la puerta, aunque en realidad se trata de leopardos. También se le conoce con el nombre de Puerta de San Esteban, porque la tradición cristiana sitúa el martirio de este santo cerca de ella.
Puerta Dorada. Situada también en la zona Este, en la muralla que rodea la zona antigua. Está cerrada y sellada, esperando la llegada del Mesías.
Puerta de Damasco. Al Norte de la muralla. Sirve de acceso al zoco del barrio musulmán
Puerta de Sión. Situada en la muralla Sur. Se llama así porque el monte Sión se encuentra enfrente de ella. Los árabes la conocen como puerta de David porque creen que la tumba del profeta se encuentra cerca de ella. Se accede por esta puerta a los barrios judío y armenio.
Puerta de Dung. Llamada también: Del Estiércol, de la Basura, o de los Desperdicios; porque en sus orígenes se sacaba por ella la basura. Está enormemente transitada porque por esta puerta se puede acceder fácilmente al Muro de las Lamentaciones y a la Explanada de las Mezquitas.
Puerta de Herodes. Los árabes y hebreos le llaman Puerta de las Flores, por estar adornadas con rosetas. Situada en la misma muralla que la Puerta de Damasco, da acceso al barrio musulmán.
Puerta Nueva. Fue la última en construirse y se llevó a cabo en 1887, con la finalidad de facilitar el acceso de los peregrinos al barrio cristiano.

 BIBLIOGRAFÍA
   
 ZAHONERO VIVO, J. MARTIN PENALBA, M. A. Elementos de Religión. Jesucristo según el Antiguo Testamento y según los Evangelios. Editorial Marfil. Alcoy, 1954
DIARIO DEL VIAJERO.www.diariodelviajero.com
WIKIPEDIA.www.wikipedia.org/wiki





sábado, 6 de febrero de 2016

La Patria




Patria es una palabra de origen latino que significa familia o clan y constituye la tierra natal o adoptiva con la que el individuo se siente ligado por diversos vínculos; bien de tipos afectivos, culturales o históricos. El sentimiento que vincula a este individuo con su patria se llama patriotismo. Además, suele existir una adhesión a la localidad en que se ha nacido y se le conoce como “patria chica”.
En España; los primeros pueblos que la habitaron fueron los iberos y celtas. Más tarde, llegarían los fenicios, griegos y cartagineses. Con la conquista de la tierra por parte de los romanos, estos imponen una unidad de tierras y el establecimiento de sus leyes. Según la tradición, desembarcó el apóstol Santiago en estas tierras para predicar el Evangelio de Jesús. Es la palabra de Dios la que une a los habitantes de la Península Ibérica bajo una misma religión. Son muchos los mártires que derramaron su sangre por Dios y su religión. Llegan los barbaros a nuestro suelo y se rompe durante algún tiempo esta unidad conseguida, pero el propio Leovigildo lograría de nuevo la unidad de las tierras mediante su Fuero que reforzaría Recaredo con la religión cristiana. Llegan los árabes y se rompe de nuevo la unidad. Muchos cristianos se refugian en las montañas de Asturias y de los Pirineos, donde fundan pequeños reinos y condados. Después de siglos de lucha, los Reyes Católicos logran la unidad de todos los territorios de España. Los españoles se sentían seguros y olvidando sus rencillas se entregaron a la noble tarea de engrandecer la Patria. Carlos I y Felipe II llevan a España hasta la cima de la grandeza, extendiendo sus dominios por todo el mundo. De aquí la frase: Tu regere ymperio fluctus, hispane memento. Acuérdate España, que tu registe el imperio de los mares. Después surgieron innumerables problemas que llevan a una época de decadencia, causante de numerosos enfrentamientos internos.
Para el sentir de muchos; la Patria no es solo un territorio en el cual hemos nacido y vivimos, con un conglomerado de personas. Ello representaría el cuerpo o parte física, mientras que el alma estaría representada por los valores espirituales, en los cuales es imprescindible creer.

BIBLIOGRAFÍA
ÁLVAREZ, A. Enciclopedia Álvarez. EDAF. Madrid, 2001
WIKIPEDIA. www.wikipedia.org/wiki